Las agresiones a sanitarios han disminuido en la provincia de Málaga un 43% entre enero y noviembre de 2020 en comparación con los mismos datos de 2019, según datos del Servicio Andaluz de Salud. El año pasado se denunciaron 303 ataques a profesionales, de las que 66 fueron agresiones físicas. En 2020 ha habido 172 de las que 49 han sido físicas.
El Centro de Salud de Cruz de Humilladero, uno de los barrios más poblados de la capital, fue en 2019 el centro que registró más agresiones, un total de 25, de las que dos fueron físicas. Este ha sido, precisamente, el escenario en el que hoy se han manifestado los sindicatos profesionales. La convocatoria, promovida por el Sindicato Médico, ha servido para solidarizarse con el facultativo agredido este lunes en el centro.
Aunque los datos mejoran, no se puede hablar de datos buenos. José Becerra, delegado de atención primaria del Sindicato Médico de Málaga, ha relatado el suceso: "Un paciente solicitó una muleta, material que no hay en el servicio de urgencias. Ante la negativa, se produjo una agresión verbal muy violenta", por lo que se denunció a la Policía Local.
Desde los sindicatos se ha solicitado al SAS que tenga en cuenta una de las reivindicaciones más repetidas: la necesidad de mantener la vigilancia en los centros de salud más allá del tiempo en el que están las consultas abiertas. Durante el turno de urgencias, a partir de las 20 horas, no hay presencia de guardias jurado, por lo que es en ese espacio cuando más agresiones se producen.
Este ataque verbal a los profesionales sanitarios del centro de salud se une a la que ocurrió el pasado fin de semana por el que un facultativo fue agredido y resultó con ocho costillas rotas. El jueves se concentraron en la puerta del Hospital Regional de Málaga los mismos sindicatos y profesionales para exigir el cese de estas agresiones.
Desde el Sindicato Médico han solicitado a la Administración que se tomen medidas más contundentes ante estos hechos que "están aumentando en el grado de violencia".