Desde el mes de julio de 2010, la Selección Española de Fútbol lleva grabada una estrella en su escudo que la acredita como campeona de la Copa del Mundo que se disputó en Sudáfrica. Pero no es la única. Desde este domingo tiene una nueva estrella en Málaga y se llama Miguel Ángel.
Con apenas 10 años, este pequeño es "un apasionado del fútbol". Reconoce que en primer lugar es aficionado al equipo de su pueblo, Alhaurín el Grande, y después del equipo de su ciudad, el Málaga C. F. Pero, por encima de estos dos conjuntos, anima al combinado nacional a lograr sus objetivos.
Miguel Ángel disputa un importante partido contra una enfermedad oncológica que lo mantiene apartado de los terrenos de juego, pero no le impide dejarse la voz alentando a los suyos desde el otro lado de la pantalla, siendo un jugador más. Por ello, este domingo celebró con emoción la flamante clasificación de la Selección Española para disputar el Mundial de Catar en 2022. Y lo festejó de la manera más especial gracias a la Fundación Pequeño Deseo, que le dio la posibilidad de agitar la varita mágica para que su sueño tornase en realidad.
Esta asociación se hizo eco de la situación de Miguel Ángel cuando estaba ingresado en el Hospital Materno - Infantil de Málaga y se interesó en conocer cuales eran sus grandes aficiones. Cuando el pequeño les reveló su pasión por el fútbol, los voluntarios que trabajan en la fundación se pusieron manos a la obra para hacer realidad el deseo del menor y "mejorar su ánimo en la lucha contra la enfermedad".
Por tanto, Gracia Aparicio, "la hada madrina" malagueña que ha hecho posible el sueño de este pequeño futbolero de conocer a sus ídolos, aprovechó que el importante partido de España contra Suecia se disputaba en el estadio de la Cartuja de Sevilla, por lo que se desplazó a la capital hispalense con Lourdes y Miguel Ángel, padres del menor. Allí se hizo la magia en la tarde de este sábado, cuando aparecieron por sorpresa Álvaro Morata, Unai Simón y Pablo Sarabia, tres futbolistas de la Selección Española.
Miguel Ángel los recibió emocionado y les contó la estrategia que debían seguir para ganar el partido: Simón paraba todos los balones, Sarabia pasaba el balón y Morata metía los goles. Pero para que se cumpliera el plan, el pequeño les regaló su varita mágica, la misma que le había traído hasta este momento. Se cumplieron todos los pronósticos y España ganó con un tanto del delantero.
Precisamente, fue el propio Morata quien le prometió que si tenía la oportunidad de jugar y marcar un gol, se lo dedicaría a Miguel Ángel, agitando la varita mágica como símbolo. "Cuando Morata salió al campo, Miguel Ángel no paró de repetir su nombre animándole desde el sillón de casa", explican sus padres, quienes creían que su hijo "no entendería la magnitud de lo que estaba pasando". Pero vaya si lo entendió.
Todos los jugadores se abrazaron a Álvaro Morata mientras celebraban el gol, pero él se separó y gritó "Dónde está, dónde está", en referencia a la varita. Sabía que ese gol lo había marcado con la ayuda de Miguel Ángel.
"Al darse cuenta de lo que ocurría levantó los brazos, rio de alegría y lloró de emoción", relatan. De hecho, los propios jugadores se emocionaron al término del partido acordándose de este pequeño aficionado y dedicándole la victoria. La Selección Española de Fútbol cuenta ya con otra estrella para siempre grabada dentro del corazón.
Fundación Pequeño Deseo
Esta fundación cumple los deseos de niños que padecen enfermedades graves o crónicas, con el objetivo de mejorar sus ánimos y mejorar su situación en la lucha contra la enfermedad. Recorren los hospitales pediátricos de España para intentar regalarles momentos de felicidad a estos pequeños pacientes y remueven "cielo y tierra" para lograrlo.
En este sentido, el equipo de trabajo cuenta con un material cargado de ilusión y con herramienta una varita que hace realidad los sueños de estos niños, como el caso de Miguel Ángel. El secreto está en agitarla muy fuerte y pensar qué les gustaría hacer. De lo demás se encarga la fundación. En esta línea, tanto Gracia Aparicio como Toñi Gómez son las psicólogas que trabajan cumpliendo deseos por toda Andalucía.
"A los padres sí se les cuenta la verdad", exponen desde la asociación. Indican que "no hay nada más reconfortante que la sonrisa de un niño", por lo que para los progenitores no supone ningún pago extra, sea cual sea el deseo, porque todos los gastos corren a cuenta de la fundación.
Asimismo, se puede colaborar con la fundación Pequeño Deseo a través de su propia página web (www.fpdeseo.org) o haciéndose socio para lograr, de esta manera, seguir ayudando y haciendo realidad los sueños de estos niños.