La Europol señala a la Costa del Sol como uno de los grandes focos europeos de violencia por drogas

La Costa del Sol es uno de los puntos calientes de la violencia entre narcotraficantes en el continente, de acuerdo con el análisis en profundidad de los mercados de la droga en la Unión Europea, publicado recientemente por la Europol y el Observatorio Europeo de la Droga y las Toxicomanías.

"El sur de España está registrando un número significativo de incidentes mortales de ajustes de cuentas entre redes criminales involucradas en el comercio de cocaína y cannabis", afirma este informe, que resalta que entre 2018 y 2021 se han registrado un total de 33 homicidios y 2 intentos de asesinatos en esa línea.

La mayoría de las víctimas eran procedentes de países de la Unión Europea: trece españoles, ocho de Europa occidental (de Bélgica, Dinamarca, Irlanda, Francia o Suecia, concretamente) y cuatro de Europa del este (de Bulgaria, Croacia, Lituania y Eslovaquia). Además, hubo tres víctimas de países balcánicos como Serbia y Montenegro, dos de Reino Unidos y tres de África (República Democrática del Congo y Marruecos).

Estos datos suponen un reflejo del atractivo que la Costa del Sol supone para mafias de procedencias muy variadas. El informe de la Europol hace especial hincapié en el rastro de sangre que ha dejado en el continente el clan irlandés de los Kinahan y sus batallas de poder con mafias rivales. Durante varios años, tuvieron su sede de operaciones en la provincia de Málaga, donde hacían vida pública y se paseaban por Marbella, Estepona o Mijas creyéndose intocables.

Otros puntos calientes de Europa

El informe también señala que la 'Ndrangheta italiana sigue siendo una de las organizaciones criminales más poderosas del mundo; pese a que han recibido varios golpes policiales en los últimos años. Por su parte, las redes criminales de los Balcanes occidentales se han convertido en la última década en uno de los actores más importantes en el mercado del narcotráfico.

Además de la Costa del Sol, la Europol señala los puertos de Antwerp y Rotterdam (Países Bajos) y los de Marsella y Le Havre (Francia) como puntos calientes de la violencia relacionada con las drogas. Un pesado lastre que la provincia de Málaga todavía no logra quitarse.