¡Vámonos pa' la feria! Málaga arranca sus fiestas con la romería al santuario de la Victoria
El abanderado de este año, Rafael Prado, último dueño del mítico Café Central, ha estado acompañado de la corporación municipal.
13 agosto, 2022 16:40Noticias relacionadas
No siempre hacen falta salvas de escopeta para anunciar que algo grande se acerca. El ruido de los fuegos artificiales (los drones vienen con silenciador de serie) se transformaron a primera hora de la mañana en el claqueteo de los cascos de los caballos con el asfalto. Cascabeles, castañuelas... La banda sonora de una feria que vuelve a resucitar en las ascuas de sus fiestas tras 1.000 días.
La romería urbana, que ha viajado por la ciudad desde el Ayuntamiento hasta el santuario de la Victoria (principio y fin la urbe viva) ha tenido un nombre propio: Rafael Prado. El último dueño del mítico Café Central, donde se inventó la forma de pedir café en la Costa del Sol, ha sido el encargado de portar la bandera municipal.
Tras una recepción en el Ayuntamiento, el alcalde, Francisco de la Torre, ha hecho entrega de la enseña a Prado, que ha recibido este reconocimiento "como malagueño que lleva por bandera a Málaga, sus tradiciones y su cultura, tanto en lo profesional como en lo personal", según señaló en su nombramiento la Asociación Centro Histórico de Málaga (CCA), organizadora de esta actividad en el marco de la Feria.
El alcalde, @pacodelatorrep, junto a la concejala de Fiestas, Teresa Porras, y miembros de la Corporación Municipal, participa en el encuentro con el abanderado de @feria_malaga, Rafael Prado, y la presidenta de la Asociación @centrohismalaga, Juanibel Vera, en el Ayuntamiento pic.twitter.com/wIJF9becgL
— Ayuntamiento de Málaga (@malaga) August 13, 2022
La música ha tomado pronto el control del acto. Tras la interpretación de los himnos oficiales de Andalucía y España, los sonidos autóctonos han marcado del compás de la procesión. Malagueñas, verdiales; panderos, crótalos, violines... La comitiva, que ha partido desde la Casona del Parque a las 11:00, ha recorrido las principales calles del Centro hasta llegar a la basílica de la Victoria.
Igual que en la canción de Lole y Manuel, Málaga se está enseñando a sí misma lo bello de la vida, vistiéndose de su historia. Todo forma parte de una escenografía marcada por la familiaridad de aquello que viene siendo así desde siempre. Cada elemento que conforma este ecosistema creado ex profeso luce las mejores galas. Trajes de flamenca, de corto, marengos... Ya vendrán las camisetas de tirantes.
Peregrinación
La peregrinación ha discurrido bajo un sol radiante pero con riesgo por altas temperaturas que no ha impedido disfrutar de esta romería urbana, la más antigua de España. Desde el lateral sur de la Alameda, la comitiva se ha dirigido por Puerta del Mar hasta Atarazanas para llegar a calle Carretería y continuar por Plaza de la Merced hasta la Basílica.
Pasadas las 13.00 horas, ha tenido lugar en el propio santuario la izada de la bandera de la ciudad que aporta la Asociación Centro Histórico de Málaga, ante la mirada del abanderado, el regidor y la concejala de Fiestas, Teresa Porras, junto a la corporación municipal y representantes de la sociedad malagueña.
Vítores a Málaga y la actuación del Coro Aire Andaluz han acompañado este momento, tras el que ha tenido lugar la misa y una ofrenda floral a la patrona de Málaga, Virgen de la Victoria.
Por delante, una semana de celebración para borrar del pasado a los fantasmas que habitaron la capital durante mucho tiempo. Los barriles de Cartojal ya no son un cenotafio. Ahora gozan de materia prima, con el único objetivo de que el 20 de agosto vuelvan a estar vacíos. Será buena señal.