Francisco Salado: "Si no tuviera el apoyo de mi familia, me hubiera planteado dejar la política"
El actual presidente de la Diputación reconoce que le gustaría seguir estando al frente de la institución después de las elecciones de 2023, aunque "depende del PP" y de los resultados.
25 septiembre, 2022 05:00Noticias relacionadas
La Diputación de Málaga no tiene suelos con moquetas, ni columnas jónicas, ni un despacho oval con línea directa con Moscú (¿teléfono rojo?). Evidentemente, la Diputación de Málaga no es la Casa Blanca. Sin embargo, el murmullo audible que transita por sus pasillos dota de cierta solemnidad la estancia. "Sí, le espera el presidente", comentan. "Vamos hacia el ala norte", invitan.
Allí, en unos de los salones, Francisco Salado recibe a EL ESPAÑOL de Málaga. La persona al frente del organismo supramunicipal desde 2019 viste traje azul marino, corbata de flores a juego y camisa blanca. Durante la conversación, analiza algunos de los principales retos a los que tiene que enfrentarse la provincia. El agua y la movilidad vertebran el gran eje de los debes de Málaga.
Sin embargo, también hay tiempo para destacar las razones que, en su opinión, explican el "éxito de Málaga" (defiende el buen entendimiento entre las administraciones y la capacidad de diversificar su oferta turística). También habla del funcionamiento de la propia entidad, con mención directa para Juan Cassá. Sobre el futuro del ex de Ciudadanos, asegura que no sabe cuál será, aunque el asturiano ha afirmado que quiere seguir en política: "Todo el mundo ha intentado demonizarlo".
En esta segunda entrega de la sección A título personal, el presidente de la Diputación habla de su familia, gran sustento en su actividad profesional y sus aficiones, confesándose como gamer con especial predilección por Call Of Duty y Halo.
A raíz de las elecciones del 19J, varios diputados provinciales han tenido que dejar sus cargos y poner rumbo a Sevilla. ¿Cómo ha sido la reestructuración del equipo de gobierno?
También se han marchado algunos directores de áreas, por lo que hemos tenido que hacer cambios para no darle el departamento vacante al nuevo diputado, novel, y no tan acostumbrado a la gestión.
¿Qué áreas han buscado reforzar?
Sobre todo Cultura, muy dinámica y muy bien vista en la provincia. Somos referentes en toda España, con nuestro distrito Centro. Por eso, hemos cambiado al diputado de Hacienda, experto en gestión cultural y concejal de esta área en el Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre. El diputado de Hacienda es actualmente un edil que se encarga de estas funciones en Alhaurín el Grande. Son cambios estratégicos en función del conocimiento de las materias.
Cultura ha mirado especialmente a Málaga con las designaciones del nuevo gobierno autonómico; tanto el consejero como el viceconsejero son de la provincia.
Málaga ha sido referente en Cultura y Turismo, potencias de Andalucía y España. Aunque también tengo que mencionar el área de Deporte, muy importante para la Diputación, que ha tomado el testigo en todos estos temas, complementándose con el Ayuntamiento pero sin entrar en competencia. La mayoría de grandes eventos deportivos andaluces residen en la provincia gracias a la buena coordinación que tenemos las tres administraciones. Cuando un promotor ve que las instituciones no se ponen de acuerdo, huyen. Esa fluidez, y ese mirar por el interés general de la provincia, es el éxito de Málaga.
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Y el gran buque insignia, Turismo.
La gran transformación de Málaga no ha sido solo en Cultura o Tecnología, sino también en el ámbito turístico. Hace años, el turista pasaba de la ciudad y se iba a Marbella, Torremolinos o Nerja; la capital estaba un poco aislada. Ahora es todo lo contrario, se ha convertido en un polo tractor de turistas que nos viene muy bien.
¿En qué momento Málaga cambia la mentalidad y deja de ser ciudad de pase para aspirar a ser destino fijo?
Ha habido una transformación urbanística y de las infraestructuras. Para venir a una ciudad, primero tienes que sentirte cómodo y seguro paseando por ella. Y además, tiene que tener un atractivo que cumpla con tus expectativas, porque no olvidemos que el turismo es la industria de la felicidad. La remodelación de la calle Larios, el Soho, el Puerto abriéndose al mar y la apertura de los museos con una oferta complementaria, ha favorecido el dinamismo de empresas privadas. Ha habido una conjunción entre la iniciativa pública y privada que ve las expectativas de negocio. Desde hace 15 o 20 años, Málaga se ha posicionado como un polo importante. Prueba de ello es que cada vez más empresas buscan instalar sus establecimientos aquí. Eso es fruto de que se están cumpliendo con las expectativas de negocio, con hoteles de cuatro, cinco estrellas o incluso de gran lujo como el Miramar, que supuso un antes y un después.
¿Existe turismofobia en Málaga?
La Costa del Sol se ha hecho gracias al turismo, un eje fundamental para la supervivencia de este territorio. Somos una sociedad de éxito porque hemos sabido complementar y diversificarnos con otros sectores. El malagueño no entendería su sociedad sin el turismo. Puede haber cosas puntuales, es cierto, como ciudadanos del Centro que se ven perjudicados por el exceso de turistas y de ruidos. El Ayuntamiento tiene que intentar solventarlos, pero no he detectado carácter de turismofobia.
Hay ciudades como Ronda o Antequera o Nerja que han tenido explosión de visitantes y no he encontrado esas referencias. Todo el mundo acepta las incomodidades del verano, pero lo ven como un momento de oportunidad.
El papel turístico de Málaga no puede quedar en sol y playa, ¿no?
Sí. La Diputación de Málaga ha sabido conectar la grandeza de la costa para enriquecer el interior. Esa persona que se cansa de estar todo el día en la playa puede visitar otros puntos de la provincia. La creación de la marca Costa del Sol vinculada a toda Málaga ha hecho que sea un destino muy potente. Esa estrategia está calando: cualquier municipio, por pequeño que sea, tiene su encanto y su oferta turística.
¿Ha afectado la inflación a la campaña turística de este 2022?
Creo que en 2022 no se ha notado esa subida de los precios, aunque sí en la rentabilidad de las empresas debido al aumento de los costes. Los indicadores que tenemos son muy parecidos a los de 2019, incluso subiendo en algunos índices. Por los datos que analizamos en nuestro big data, y por la percepción como ciudadano, veíamos que después de una pandemia tan dura, mucha gente había ahorrado y tenía que salir a disfrutar y a gastar. Se veían unas expectativas muy buenas. Ahí está el punto de inflexión. Todo parece que la economía se va a ralentizar en 2023. Las previsiones no son halagüeñas, pero somos un destino muy fuerte.
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¿Tiene margen de maniobra la Diputación para hacer frente a este problema?
Creo que poco puede hacer la Diputación. La inflación es un problema de carácter global; un país sí puede tomar medidas, como la bajada de impuestos. En nuestra mano está ayudar a la gente y a las empresas para que puedan asumir ese aumento de los precios, que es lo que hemos hecho. Con ayudas a agricultores, ganaderos, fomentando la contratación de jóvenes y parados de larga duración. Todo eso contribuye a dinamizar la economía, pero no podemos incidir en el control de precios porque son políticas de otro calado.
¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta la provincia?
Principalmente son dos: el agua y la movilidad. Empezando por el primero, estamos hablando de algo fundamental para todos los sectores, para la vida. Llevamos dos años hidrológicos bastantes malos y todas las obras que se tenían que hacer, y lo sabíamos, no se han hecho. No es cuestión de color político, pero llevamos mucho hablando de problemas de sequía en Andalucía y no se han resuelto. Son infraestructuras que necesitan bastante tiempo entre los informes medioambientales, las licitaciones, fondos… Se requieren años, cuando el problema del agua necesita soluciones inmediatas.
Pero si no se acometen ahora, estamos derivando la cuestión a generaciones futuras.
Sí, es importante. Si no llueve, la dificultad está ahí, pero al menos podremos pasar esa sequía sin tanto sufrimiento. Por eso hay que impulsar la autopista del agua, trayendo los recursos de la zona húmeda de la provincia y de la región hacia la zona seca, la Axarquía. También está ahí el trasvase del pantano de Iznájar; hay un posicionamiento ideológico del PSOE y de la izquierda española que no es partidaria de traer agua. Eso no puede ser; el agua es un bien de interés general y tiene que tener una política de estado, sea la comunidad que sea. Hay que poner criterios de optimización y de buena gestión. Estoy convencido de que aquí en Málaga se hará.
¿Y la movilidad?
Tenemos una gran movilidad internacional porque es muy fácil venir a la Costa del Sol desde cualquier país del mundo. Tenemos conexiones con 132 ciudades. Pero cuando llegan aquí, moverse por el interior es complicado por la saturación de las autovías, la A7. Tampoco existe, prácticamente, transporte público entre municipios. Y eso es un problema que afrontar. No podemos olvidarnos del Tren Litoral; el momento hubiera sido ahora con los fondos Next Generation, que incluían como línea estratégica el transporte sostenible. Uno de los trenes de cercanías más rentables es el de Fuengirola, ¿por qué no se han puesto estos recursos a disposición de un ferrocarril que conecte con Marbella o con la costa oriental? Es verdad que en occidente está la gran masa poblacional, pero los pueblos del este, como Rincón, Torre del Mar, Vélez-Málaga… Ese proyecto tiene que ir de punta a punta. Se tiene que afrontar cuanto antes con unos plazos para que, dentro de un tiempo, haya una solución.
El mercado de frutas subtropicales. ¿Qué importancia tiene?
Es importantísimo. Supone una apuesta por la diversificación de otros sectores como el agroalimentario e incluso la ganadería, como es el caso de la cabra malagueña, un producto Sabor a Málaga con un gran atractivo. Se ha visto que una de las comarcas más importantes, la Axarquía, con 33 municipios, tenía una de las rentas per cápita más baja; gracias al aguacate y al mango pueden vivir bien, sobre todo en un área tan dura.
Pero también hay que ordenarlo ante la escasez del agua. Ese ha sido uno de los errores; se ha crecido de tal manera que hay falta de agua porque no se ha regulado bien la replantación de aguacate. Hay que ordenarlo para que el sector sobreviva y sea óptimo. El que no esté en situación de legalidad, tiene que solucionarlo.
Hay dos proyectos museísticos clave en el horizonte de la Diputación: el Museo del Videojuego y el Museo de Gálvez.
Málaga necesitaba algo distinto, adaptado a las nuevas sociedades, con gente más moderna y tecnológica. Espero que se pueda abrir para diciembre, pero todo depende del suministro de materiales que va a conformar el diseño y la musealización del espacio. Ya lo hemos visto y no puedo adelantar nada, pero va a ser espectacular. No hay nada así en España; va a ser uno de los más importantes de Europa.
Pero no solo por lo que se va a poder ver: también va a ser interactivo y apto para distintas generaciones. Yo, que soy gamer, voy a poder ir con mi hijo para disfrutar de su historia, presente y futuro. La visita durará algo más de hora y media, tiempo para "disfrutar" de ese espacio, además de contenido propio con charlas, conferencias, apartado formativo... Un museo vivo, que no quede reducido a piezas expuestas, y que va a dinamizar el mundo tecnológico, digital y del sector joven que necesita Málaga. Habrá muchos efectos Wow!
¿Qué hay del De Gálvez?
El museo de Gálvez lo estamos contemplando dentro de la ampliación del María Victoria Atencia, que queremos coordinar con el Ayuntamiento porque necesitamos ampliar un espacio municipal como es el teatro. Cuando tengamos ese acuerdo, podremos presentar en detalle (tenemos un anteproyecto) un edificio anexo en el que estará la muestra de De Gálvez. Es una apuesta importante de la Diputación que tiene que salir sí o sí porque va a ser un puente importante entre Estados Unidos y Málaga, uno de los mercados turísticos que seguir explotando porque tiene muchísimo crecimiento. Va a ser un punto de escaparate para posicionar la provincia en EE. UU., algo que cuesta.
Hablemos de Juan Cassá ¿Cómo se explica que alguien declarado tránsfuga por el pleno del Ayuntamiento sea portavoz de Diputación?
Todo el mundo ha intentado demonizar a Juan Cassá, especialmente desde el partido socialista, que blanquea en función de si le sirve o no. Está ocurriendo con lo de Griñán; la corrupción se trata de una forma distinta si viene de un lado u otro. Si es de la derecha, se demoniza, se dice que vaya a la cárcel… Recuerdo el caso de Rita Barberá; fue algo tremendo por 500 euros y luego se demostró que no había nada. Nadie se acordó de ella, ni nadie recogió firmas. Esto la llevó hasta su muerte de un infarto.
Ahora están intentando blanquear a Griñán diciendo que no se ha llevado dinero. Creo que es tan culpable el que se lo lleva como el que pone los mimbres para que lo hagan otro. Al final es dinero público y por tanto tienes que ser valedor. Es una vergüenza que se esté firmando a favor de su indulto; estamos dando un mensaje muy triste a la ciudadanía: delinque, que no va a pasar nada.
Con respecto a Juan Cassá, hay que contar bien la historia. Estuvieron intentando una moción de censura para desbancar al PP del Ayuntamiento y de la Diputación. Él fue honesto y dijo que no iba con la izquierda porque es de centro de derecha, así que gracias a él esa moción no siguió adelante y le ha dado estabilidad a ambas administraciones. A partir de ahí, empezaron a demonizarlo, llamándole tránsfuga y pidiendo su dimisión. Ni es tan bueno, ni es tan malo. Es una persona que ha vivido un momento muy complicado, con una crisis con ciudadanos que le obligó a marcharse, y se ha quedado apoyando al presidente y al alcalde que puso desde el principio. Eso es lo que he intentado explicar. Hay que agradecerle ese gesto que tuvo, aunque haya deteriorado su imagen.
Pero ha sido un quid pro quo. A cambio de ese apoyo, es portavoz de la Diputación.
Él siempre ha estado en el equipo de gobierno. No ha sido que a cambio del apoyo le hemos dado esto. Sigue cobrando lo mismo.
Sin ser miembro de ningún partido perteneciente al equipo de gobierno.
No, no. Pero es diputado y el acta es personal, por lo que sigue siendo un protagonista más de la actividad de la Diputación. Y si tiene que dar estabilidad, tiene que estar ahí. Es un mal menor para dar estabilidad.
¿Ha hablado con él sobre su futuro?
Él dice que quiere continuar en política. Donde va a estar, no lo sé. No me corresponde.
¿Será usted candidato a la reelección en Rincón de la Victoria?
Sí, quiero seguir siendo alcalde de El Rincón si los ciudadanos así lo quieren.
¿Y en Diputación?
Lo que decida el partido. Esto no es un cargo de elección directa, sino que el partido, en función del resultado electoral, decide quién tiene que ser el candidato. A mí me ha hecho muchísima ilusión y me gustaría seguir aquí.
Antes de terminar, no quiero dejar pasar la oportunidad de preguntarle por su condición de gamer, a la que antes se ha referido. ¿Qué videojuegos le gustan?
He jugado mucho al Call Of Duty, al Halo, y al de carreras de coches, al Gran Turismo. Y ya con mi hijo empecé con el FIFA. Suelo elegir algún equipo fuerte e incluyo a jugadores de otros equipos. Tengo en mi casa guardado los primeros COD, que eran para el ordenador y había que utilizar el ratón y el teclado.
¿Qué opina su familia acerca de su actividad política?
Mi familia siempre me ha apoyado en los momentos buenos y malos. Es mi máximo sustento porque en los días difíciles están ahí para apoyarte y animarte. Si no hubiese sido así, me hubiera planteado dejar la política. Ellos son lo más importante en la vida, lo que queda una vez que termina la carrera. Todo lo que he podido conseguir se lo debo a ellos.
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¿Cómo se compagina la familia con una actividad que requiere tanta intensidad?
Siempre intento decirle a mi equipo que me dejen algunos días libres. Es bueno y sano para desconectar y seguir manteniendo la fortaleza y unión que tiene que sustentar la familia. Además, viene bien para desintoxicarte del día a día. Muchas veces intento no quedar con nadie e ir a comer a casa, aunque eso suponga tener compromisos por las tardes. Del mismo modo, el sábado y el domingo busco huecos para ir al cine, pasear o almorzar todos juntos.
¿En qué hobbies encuentra refugio después de una jornada complicada de trabajo?
Me gustaría tener más oportunidad de ir a andar, aunque suelo ir con mi mujer y mis amigos por el paseo marítimo del Rincón de la Victoria. Me relaja muchísimo salir y, una vez que he terminado, sentarme y tomarme un vermú tranquilito mirando al mar. Otras veces me relajo regando el jardín y adecentándolo.
¿Quiénes han sido sus referentes políticos?
A lo largo de mis años, mis referentes siempre han sido los hombres y mujeres que hicieron la Transición en España. Les debemos tanto que nunca se lo podremos devolver. Con sus imperfecciones, hicieron un esfuerzo de generosidad enorme. Gracias a ellos tenemos un Estado del Bienestar. Si tengo que referirme a alguno de los actuales, me quedo con todos los alcaldes de los pueblos pequeños de la provincia que se dejan la piel 24 horas al día y siete días a la semana para sacar adelante sus municipios con muchas dificultades, llevándose los problemas a sus despachos, que están en sus casas.