Uniendo el Museo de Bellas Artes y el Museo Arqueológico, el Museo de Málaga muestra cómo se forma en el siglo XIX la Málaga industrial y burguesa. Su ubicación en el Palacio de la Aduana y junto a lugares emblemáticos de la ciudad como la Catedral, la Alcazaba o el Teatro Romano lo convierten en un lugar de obligada visita.
La exposición cuenta con más de 15.000 fondos de arqueología y 2.000 obras de arte. Con 18.402 metros cuadrados es el museo estatal de mayor tamaño ubicado en Andalucía y el quinto más grande de España. Los ciudadanos europeos pueden visitarlo de forma gratuita, el resto de las nacionalidades lo podrán hacer por un precio de 1,5 euros.
En la primera planta junto a la colección permanente se encuentra la sección de Bellas Artes que aglutina en tres grandes bloques, según se indica desde la Junta de Andalucía, los objetos procedentes de los depósitos realizados por la Academia de Bellas Artes de San Telmo, las entregas realizadas por los Museos del Prado y el actual Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía; además de las donaciones particulares de artistas y coleccionistas privados.
En cuanto a la colección de Arqueología los fondos proceden del antiguo Museo Loringiano, el cual nació como se indica en la web del museo del descubrimiento excepcional ocurrido en unos tejares de la zona de el Ejido de Málaga en 1851. Los Marqueses de Casa Loring fueron incorporando piezas adquiridas de distintos puntos de Andalucía e igualmente se han recogido dos importantes colecciones del siglo XVIII, la del Marqués de Valdeflores y la cordobesa de Pedro Leonardo de Villacevallos.
El Palacio de la Aduana cuenta así con obras singulares entre las que se encuentran el Mosaico del Nacimiento de Venus, La Bendición del Campo de 1800, Matronas Sedantes, La princesa de Kapurtala (Retrato de Anita Delgado), La última ola (Naufragio) o la Ménsula de arco triunfal entre otras.
Uno de los atractivos del Museo de Málaga es su almacén visitable, ubicado en la planta inferior, este ofrece la posibilidad de ver la mayoría de las exposiciones que no se exponen pero se conversan en almacenes o salas de reserva. En el caso del museo malagueño, su extensión es de unos 565 metros y expone materiales de naturaleza orgánica e inorgánica de una variada tipología.
El museo ofrece un programa educativo denominado La aventura del ser humano donde se aborda desde una nueva perspectiva el amplio patrimonio que atesora. Bajo las visitas escolares se busca provocar la curiosidad de los estudiantes por el mundo que les rodea y transmitirles la importancia del arte.
Aunque actualmente no haya ninguno marcado en el calendario, el Museo de Málaga ofrece también una serie de talleres mediante los cuales explorar diferentes temáticas y aprender y desarrollar la curiosidad.
No se debe olvidar que gracias a la amplitud del Palacio de la Aduana, el museo ofrece otros servicios como el de biblioteca, la cual está abierta a todos los investigadores o personas que estén interesadas en profundizar en sus temáticas y/o colecciones. Dentro de ella existe una zona de hemeroteca, biblioteca de referencia, dos amplias secciones de arte y arqueología, además de fondos de patrimonio histórico y sobre museología.
Por último, el museo cuenta con servicio de restaurante y cafetería, en los cuales poder realizar una pausa para continuar la visita con las pilas cargadas.