Natalia Mosquera era colombiana y tenía 46 años. Llegó a España hace cinco para cumplir el sueño de una de las dos personas que más quería en su vida, su hijo mayor, Víctor, de 26 años -tiene otro de 21 en su país-. Cruzó el charco para trasladarse a la provincia de Málaga con el objetivo de encontrar un trabajo que le permitiera costear sus estudios y con la maleta cargada de ilusión de poder verle acabando su carrera y subiendo al escenario a recoger trajeado su beca y su título.
Lo primero lo consiguió, porque su hijo acabó sus estudios en diciembre; pero lo segundo no pudo ser. Su cadáver, sin manos ni cabeza, aparecía flotando en las aguas de la Costa del Sol antes de que pudiera acudir a su graduación, planificada para el próximo mes de abril. Su expareja, Leonel H., de 45 años, confesaba este jueves que él fue quien le arrebató la vida, tras descuartizarla y tirarla al mar, como detallaba a las autoridades durante la reconstrucción de los hechos.
Ese fue el trágico final de una mujer que "se desvivía por los que estaban a su alrededor". La bondad era uno de sus rasgos característicos, según apuntan los que la conocían. De hecho, estudió Enfermería porque "le apasionaba cuidar a los abuelos", según las mismas fuentes. Sin embargo, en España ha ido hilando trabajos como esteticista, cuidadora de niños y limpiadora hasta lograr un trabajo estable.
Cuando su madre se marchó a España, Víctor se quedó al cuidado de su hermano pequeño y estudiando su carrera, tal y como le solicitó su progenitora. Ahora los dos tratan de viajar cuanto antes a España.
Quieren rendir honor a su madre, puesto que aseguran que se sienten dolidos con algunos artículos y comentarios que han leído. La familia insiste en lo "buena" que era Natalia y piden que se rectifiquen las acusaciones de que era "narco o una mula".
La familia de Colombia contactaba con frecuencia con Natalia, quien en ocasiones les mandaba imágenes de su día a día en España. Incluso les envió una foto de Leonel cuando empezó a conocerlo, junto a un documento de este hombre. Les daba la impresión de que Natalia desconfiaba de sus actitudes desde el principio de la relación y le avisaron de que tuviera mucho cuidado y no le prestara dinero, puesto que sabían de sobra que cualquiera podía abusar de la confianza de Natalia.
De hecho, las fuentes consultadas aseguran que la familia está convencida de que un préstamo de dinero la ha llevado hasta este trágico final. Parece que la mujer le dejó prestado 700 euros a Leonel que ahora, finalizada la relación, le ha pedido. "Creen que la ha matado por 700 euros", lamentan.
Cronología
Natalia y Leonel habían estado juntos apenas cinco meses, pero a finales del mes de noviembre la mujer decidió poner fin a la relación sentimental que compartían, fecha en la que comenzó su personal odisea con el detenido. Posteriormente, llegó a presentar su respectiva denuncia en la Comisaría por un episodio de malos tratos.
La sentencia tras aquella denuncia fue dictada por el Juzgado de Violencia de Marbella y consistió en una condena a seis meses de prisión y otros 16 meses de prohibición de comunicación y aproximación a la víctima. Sin embargo, la condena de prisión fue suspendida por un periodo de dos años con el acuerdo de la fiscalía y la orden de alejamiento la quebrantó de inmediato.
El pasado domingo 8 de enero coincidieron dos hechos importantes. Se produjo el hallazgo del cadáver mutilado de una mujer, en principio, no identificada; y unas horas más tarde un hermanastro de Natalia acudía a Comisaría para denunciar su desaparición -vio la imagen del cadáver en un vídeo viral y creyó reconocerla por su fisionomía-. En el documento, se expone que Natalia había recibido amenazas días atrás por parte de su expareja sentimental, que habría quebrantado las medidas cautelares que la autoridad judicial había dictado con anterioridad.
La madrugada del día 9 de enero, la Policía Nacional estableció un dispositivo tendente a localizar a la expareja de la mujer, principal sospechoso de su desaparición. Los agentes detuvieron a primera hora de la mañana al hombre por su presunta implicación en los hechos, pero inicialmente solo por un delito de quebrantamiento de condena. No había pruebas suficientes de que el cadáver hallado en el mar fuera el de Natalia.
Igualmente, efectuaron sendos registros domiciliarios en Marbella, uno en la casa del sospechoso y otro en la vivienda de la mujer, interviniéndose diversos efectos de interés para la investigación. Continuando con las pesquisas, los agentes recabaron diferentes pruebas testificales que situaban a la víctima y a su expareja en un mismo punto de la ciudad.
Así lo ha confirmado la Policía Nacional, que cabe recordar que también ha detenido a otro hombre, amigo de la expareja de Natalia, por su presunta vinculación con el crimen. De acuerdo con los detalles aportados, la expareja de la mujer confesó todo este jueves, antes de haber sido puesto a disposición judicial. En la declaración, el hombre aseguró haber descuartizado a la mujer y posteriormente haberla lanzado al mar, mientras que el segundo arrestado, presuntamente habría trasladado en una furgoneta -que ha sido intervenida en Madrid- al primero y a la víctima hasta el lugar donde tuvo lugar el homicidio, una playa de Marbella. Este segundo detenido ha pasado a disposición judicial este viernes y respecto a Leonel, él ya se encuentra en la cárcel de Alhaurín de la Torre, donde ingresó este jueves.