La duda se pone sobre la mesa. ¿Corre peligro la celebración de la final de la Copa Davis en Málaga tras la desvinculación de Kosmos, la empresa de Gerard Piqué, de este proyecto deportivo? A juicio del Ayuntamiento de la capital de la Costa del Sol, no.

"Entendemos que esto no altera el acuerdo con las administraciones para celebrar en Málaga lo que había comprometido", señalan a EL ESPAÑOL de Málaga desde el Consistorio. Y ello incluye, según el pacto original, la cita del año pasado y la de 2023.

Para apoyar el proyecto, el Ayuntamiento dio luz verde a un acuerdo con Kosmos Global Tennis S. L. por el cual la empresa privada recibía 3.025.000 euros (2,5 millones sin IVA) por las ediciones de 2022 y 2023.

Y no es la única administración que ha inyectado dinero a la firma liderada por el exjugador del FC Barcelona por este acontecimiento. De todos los acuerdos, el de mayor volumen fue el de Junta de Andalucía, que, mediante fondos europeos, aportó 7.260.000 euros (6 millones sin IVA) a la cita de 2022.

Algo semejante ha hecho la Diputación provincial de Málaga, cuyo contrato de patrocinio con la Davis Cup by Rakuten Finals fue de 1.815.000 euros (1,5 millones sin IVA), quedando limitada a la competición entre el 22 y el 27 de noviembre de 2022.

Lo que parece evidente es que la marcha de la empresa de Piqué obliga a un rediseño del esquema inicial de la competición a nivel internacional. Lo que ha trascendido hasta el momento es que la ruptura de Kosmos con la Federación Internacional de Tenis (ITF) se produce después de que ésta no haya accedido a renegociar la tasa comprometida, que alcanzaba los 40 millones de euros por cada una de las ediciones.

Al no poder llegar a un acuerdo entre ambas partes, el contrato queda extinguido y Kosmos abandonará uno de sus grandes proyectos, el de la Davis, unos años después de irrumpir en el mundo del tenis con un revolucionario formato de esta histórica competición. 

El compromiso inicial de esta compañía era el de invertir cerca de 3.000 millones de dólares por un espacio de tiempo de 25 años, pero esta tasa que debía pagar anualmente ha dado al traste con este compromiso.

Este canon se ha convertido en el detonante de la ruptura de las relaciones entre ambas partes. Pese a que Kosmos insistió activamente en tratar de rebajar la cantidad a abonar por cada edición, la ITF se cerró en banda a rebajar sus pretensiones y por eso la empresa de Gerard Piqué quedará desvinculada de la Copa Davis. 

Ya durante la pandemia, y en los años posteriores, la ITF sí que accedió a recibir menos dinero a cambio de la Copa Davis. Las cifras fueron notablemente inferiores a los 40 millones de euros, pero ahora la Federación Internacional de Tenis ha recobrado sus pretensiones iniciales y no quiere bajar ni un ápice las cifras. 

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