Pedro Sánchez estuvo este domingo en Málaga para presentar la candidatura de Daniel Pérez a la Alcaldía del Ayuntamiento de la capital. Durante su intervención, el presidente tuvo ocasión de hablar de la subida del 8% del SMI que el Consejo de Ministros aprobará este martes (con recadito incluido para Garamendi y la CEOE), la resolución del recurso del aborto en el TC, las "políticas neoliberales" del PP durante la crisis pasada y hasta de la creación de la UME durante el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero.
El secretario general de los socialistas auguró la victoria de Pérez en las próximas municipales, diseccionando cuestiones locales como la limpieza de los distritos y, en especial, el problema de acceso a la vivienda: "El alcalde de los barrios", lo definió. El sinfín de asuntos a los que se refirió bien podría llenar varias crónicas, pero hubo una ausencia notoria: la Torre del puerto.
La falta de referencias al proyecto hotelero que un grupo inversor catarí quiere desarrollar en el Dique de Levante es digna de resaltar, especialmente si se tiene en cuenta que el alcaldable socialista ha planteado esta cuestión como uno de los pilares plebiscitarios del próximo 28 de mayo.
El silencio de Sánchez al respecto evidencia un hecho que lleva tiempo observándose: la ausencia de un argumentario consensuado entre Ferraz, Moncloa y la ejecutiva provincial de partido. La única ocasión en la que todas las partes han parecido converger en un mismo punto fue el pasado 27 de enero, con la ministra de Hacienda María Jesús Montero como protagonista.
Durante uno de los desayunos informativos organizados por la Cadena Ser, la titular de la cartera de Función Pública subrayó que, a la hora de aprobar el proyecto cuando llegue al Consejo de Ministros, se tendría "muy en cuenta" la opinión del PSOE de Málaga. Montero insistió en que quizá habría "sorpresas": "Pueden marcar la inoportunidad de la construcción del edificio", una vez que llegaran los informes pertinentes.
Silencios y bendiciones
En los últimos meses, otros dos ministros han expresado la posición del Gobierno central sobre la Torre del puerto... aunque con visiones diferentes. La responsable de Transportes, Raquel Sánchez, optó por ponerse de perfil al ser preguntada por los medios de comunicación sobre este tema.
En su intervención, sostuvo que el desarrollo de este proyecto no competía al Gobierno, sino al Ayuntamiento: "Poco pronunciamiento podemos hacer sobre algo que requiere la tramitación por parte del Consistorio", afirmó entonces. "Sabemos no reúne el consenso necesario", añadió, sin más atisbos de cancelación a una obra que marcará el argumento del candidato Daniel Pérez durante la campaña.
De todas ellas, la que despertó mayor sorpresa fue la del ministro de Cultura, Miquel Iceta, quien llegó a asegurar que había que huir de "arbitrariedades y gustos personales". Incluso llegó a plantear una comparativa con Benidorm: "(Hace 20 años) era una maldición y hoy es una referencia para países que quieren un desarrollo turístico denso".
Esto se produjo tras afirmar con rotundidad que su ministerio "no iba a prohibir la Torre del puerto", enterrando la amenaza de expolio sobre el patrimonio planteada hace casi un año. En este vaivén de expedientes, hay uno que goza de especial interés: la declaración de la Farola como BIC.
Sin embargo, esta futura catalogación tampoco parece la solución para aquellos que no quieren que el inmueble se convierta en realidad. Iceta señaló que "La Farola hay que protegerla, pero no puede hipotecar todo un puerto ni una ciudad", añadiendo que las ciudades "evolucionan".