A escasos días de la Semana Santa las cofradías están ultimando los detalles de los tronos, se remata la cruceta musical, se esperan los pedidos de las flores, o de las velas, y se están entregando los puestos de la procesión junto con las túnicas para los rezagados.

Eso es aquí. En Italia la Mafia se prepara para mostrar su inmenso poder en pequeños gestos que influyen en el discurrir procesional de la Semana Santa de muchas localidades del sur. En más pueblos italianos de los deseados, los clanes mafiosos tienen potestad para dirigir completamente las procesiones. Hay ejemplos de todo tipo e incluso muy recientes que acaban en investigaciones judiciales con curiosas sentencias.

Las Mafias italianas han hecho de los ritos una de sus bases para darle sentido a su actividad criminal, y por la tradición católica italiana tanto la Navidad como la Semana Santa son épocas clave para estas organizaciones. En estos dos periodos los clanes cobran un extra a las empresas que extorsionan, y se deciden estrategias muy importantes sobre nuevos negocios tanto en el narcotráfico como en el circuito legal en reuniones al más alto nivel de las mafias.

Enterismo a la italiana

Si en cualquier rincón andaluz hay polémicas habituales con los horarios e itinerarios de Semana Santa en lugares como San Michele di Ganzaria, un pueblo siciliano que no llega a 3.000 habitantes situado en la provincia de Catania (Italia), esa controversia se eleva a escándalo nacional. 

En el Viernes Santo de 2016 el cristo del Sepulcro procesionaba en su trono por las calles del pueblo por un itinerario que fue modificado ese año para que la procesión no transitara por delante de la vivienda de un capo histórico de Cosa Nostra y aliado de los terribles Corleonesis. Pero en las narices de las autoridades presentes, desde al alcalde al comandante de los Carabinieri y al cura, los portadores decidieron que aquello no se podía permitir.

Sucedió a la italiana como en la escena de la película El Mundo es Nuestro en la que el delegado de gobierno de Sevilla le exigía a una hermandad abandonar la calle por la que procesionaban porque estaban en una acción policial. El hermano mayor le respondía a la autoridad que la calle estaba prevista en el itinerario aprobado en el cabildo y que ahí no tenían competencia. Todo porque debían realizar estación de penitencia en la capilla de la Virgen Santísima del Mayor Dolor.

En San Michele di Ganzaria los portadores del trono del Sepulcro tomaron la iniciativa para que la estación de penitencia se realizara en la casa del capo de Cosa Nostra del pueblo.

Trono del Sepulcro de San Michele di Ganzaria en la casa del capo.

Mientras la cabeza de procesión seguía la ruta prevista, el trono se dirigió por otra calle ante la sorpresa del público allí presente. Algunos aplaudieron y otros como el alcalde, que sabía lo que iba a ocurrir, se quitaron la banda tricolor que representa a la bandera italiana y que tiene el honor de portarla en acontecimientos de relevancia.

Así demostraba que aquello no iba con él. Y al estilo de la vega antequerana, rápidamente la veintena de hombres de tronos del cristo del Sepulcro de San Michele di Ganzaria tomaron el itinerario directo a la Piazza Monte Carmelo.

Allí vivió el capo fundador del clan de Cosa Nostra de Caltagirone Francesco “Ciccio” La Rocca y que antes de ser detenido fue portador de ese cristo. Caltagirone es una ciudad que se encuentra a 20 kilómetros de San Michele di Ganzaria.

El trono fue recibido en esa plaza entre otras personas por la mujer y familiares de Ciccio La Rocca. Para hacerse una idea de quien era Ciccio La Rocca, fue uno de los mafiosos que cobijó al capo di tutti capi de Cosa Nostra Bernardo Provenzano mientras estaba fugado.

Ciccio la Rocca murió en 2020 a los 82 años y dejó tras de sí un reguero de sangre desde que fue afiliado a Cosa Nostra en 1956. Era tan importante que siempre actuó de bisagra entre las familias de Catania y la cúpula de la Cosa Nostra en Palermo.

Bernardo Provenzano y Toto Riina le tenían en alta estima y también se alió con Nitto Santapaola. Por ello el homenaje ese Viernes Santo de 2016 fue un escándalo. El Padrino de Caltagirone, así se conocía a La Rocca, estaba condenado a cadena perpetua por la justicia italiana y desde 2005 no veía la luz.

Los honores que le brindaron en la procesión de 2016 demostraban que seguía mandando en toda esa área de la provincia de Catania a pesar de que estaba en una cárcel italiana bajo el régimen penitenciario del 41 bis, el más estricto de Italia y especialmente pensado para aislar a los capos mafiosos de su organización.

De Francesco “Ciccio” La Rocca contó Antonino Calderone, un importante mafioso arrepentido de la Cosa Nostra, que era una bestia y que se jactaba de los asesinatos que cometía. Uno de los casos más horribles de esta Mafia lo protagonizó La Rocca por petición expresa de su amigo el mafioso Giuseppe Di Bella.

Di Bella solicitó a Cosa Nostra que alguien asesinara a su hijo Pietro porque era comunista y temía que contara los secretos de su clan a la policía, algo que para un mafioso es una sentencia de muerte. En una reunión de varios capos de Catania se eligió por unanimidad a La Rocca para cometer esa atrocidad.

En la asamblea Giuseppe Di Bella también votó a favor. En la Mafia estos asesinatos de honor te hacen ascender dentro de la jerarquía de los clanes por lo que La Rocca siempre contaba con todo lujo de detalles y orgullo como estranguló hasta la muerte a Pietro di Bella aquel 22 de enero de 1969. Giuseppe di Bella murió meses después de ordenar el asesinato de su propio hijo en un atentado con coche bomba. En estos parámetros se ha establecido siempre la Mafia.

Capo de Cosa Nostra Ciccio La Rocca.

Las consecuencias

Volviendo al Viernes Santo de 2016, en San Michele di Ganzaria, las consecuencias legales tras el escándalo llegaron en diciembre de 2022 gracias a una sentencia del Tribunal de Caltagirone. Tras la investigación de lo sucedido por la Direzione Investigativa Antimafia de Catania, el Tribunal condenó a 39 personas por el desvío de la procesión para homenajear al Capo mafioso Francesco “Ciccio” La Rocca.

Entre los agraciados se encontraban un hijo y un sobrino del capo. El delito que cometieron fue el de perturbación de las funciones religiosas y el de instigar a cometer un delito. La Fiscalía intentó que se les aplicase a todos el agravante mafioso pero al final se libraron de una condena mayor. Hubo 11 condenas a 2 años y medio de prisión, el hijo de Ciccio La Rocca cayó porque tras el homenaje a su padre el trono prosiguió por un itinerario alternativo para que discurriera también por su vivienda. Los vídeos que grabaron los Carabinieri muestran todo lo que transcurrió esa noche.

Faltan 7 días para una nueva Semana Santa y mientras los cofrades se preparan para la Semana grande en algún punto de Calabria, Campania o Sicilia ocurrirá un escándalo similar al relatado porque las mafias deben mostrarse poderosas en eventos que reúnen a gente tan diversa.

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