Bendodo relativiza los pactos con Vox: "El PP integra voluntades a derecha e izquierda"

El PP es un partido "abierto que integra voluntades a derecha e izquierda", capaz de "hablar con todos" y con el único límite en el cumplimiento de la Constitución. Por ello, los acuerdos que estos días está cerrando con Vox para conseguir el poder en ayuntamientos y comunidades autónomas como la valenciana no son únicos, se replicarán con "casi todo el mundo", ha asegurado este viernes el coordinador general de la formación, Elías Bendodo. 

A pocas horas de que los consistorios se constituyan a lo largo y ancho del país y que proliferen las imágenes de políticos de PP y Vox escenificando los acuerdos ya cerrados que el PSOE quiere usar para movilizar a la izquierda, los populares buscan relativizar los pactos con la extrema derecha y extender el foco a todos los demás compromisos que han llegado con otras formaciones.    

El argumentario expuesto este viernes por Bendodo pretende, además, frenar las pretensiones del presidente de Vox, Santiago Abascal, que ya pone el foco en el pacto valenciano con el afán de replicarlo por toda España. "Hay que leer bien los resultados de las elecciones en cada territorio", ha asegurado el coordinador general popular. 

Tras pretender imponer la vía de gobernar la lista más votada, la estrategia del PP para las elecciones municipales y autonómicas del pasado 28 de mayo pasó a ser delegar en los territorios los acuerdos de gobernabilidad. 

La lectura de los populares para justificar los gobiernos con Vox es que "las ansias de cambio que han expresado los ciudadanos en muchos territorios no pueden verse defraudadas". 

Así, hay territorios en los que necesitarán la abstención de algún partido mientras que en otros precisarán el voto a favor, algo que para Bendodo "no es lo mismo".

En cualquier caso, los populares ponen una línea roja en la Constitución para sacar de la ecuación de posibles acuerdos a aquellos partidos que quieren quebrarla y con los que "nunca" pactarán.

Esto, según Bendodo, va en la línea diametralmente opuesta a la estrategia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que "solo puede ofrecer dos cosas: un CIS trucado que le levante la moral y la reedición de Frankenstein", en referencia a los acuerdos del Ejecutivo con "los independentistas catalanes y los herederos de ETA".