Los efectivos desplazados por las ONG Bomberos Unidos sin Fronteras (BUSF) y Bomberos para el Mundo hasta la zona de Marruecos afectada por el terremoto registrado el pasado sábado descartan casi al 100 % poder encontrar a alguien con vida bajo los escombros cuatro días después del siniestro.
En declaraciones a EFE, el presidente de BUSF en Huelva, Antonio Nogales, que se encuentra en la zona, ha señalado que se espera que este martes prosigan con las tareas iniciadas ayer de apoyo al ejército en distintos puntos para descartar la existencia de supervivientes antes de meter maquinaria pesada.
"A partir de ahora empiezan ya otro tipo de riesgos con el tema de las epidemias por la descomposición, además, quieren enterrar a sus seres queridos, por eso quieren meter maquinaria pesada para agilizarlo todo", ha apuntado Nogales.
Esperan que la mañana de este martes continúen con esas labores, aunque "las posibilidades de que haya personas vivas casi se descartan ya. No podemos decirlo así porque imagino que todavía se puede dar alguna situación de algún rescate, pero las posibilidades ya han disminuido mucho", ha precisado.
Además, ha añadido, se continúa haciendo análisis de necesidades de los hospitales, albergues y otros lugares asistenciales para enviar ayuda humanitaria.
Hasta el Alto Atlas, epicentro del terremoto que sacudió Marruecos hace cuatro días, se ha desplazado también un equipo de la ONG Bomberos para el Mundo compuesto por ocho efectivos de las provincias de Málaga y Huelva y tres perros de rescate.
Uno de los bomberos que forman parte de este equipo, Jair Pereira, ha explicado a EFE que están trabajando en una de las zonas más devastadas por el seísmo, donde son pocas las viviendas que han quedado en pie.
El acceso a esta zona de alta montaña es dificultoso, ya que muchas carreteras han resultado dañadas, y los desplazamientos en coche son "largos y lentos". "Hay un grado muy alto de devastación", afirma Pereira, que atribuye esta situación a la intensidad del terremoto y a la tipología de las construcciones, en su mayoría de adobe, un material que se deshace rápidamente y no deja bolsas de aire.
Los rescatistas de Bomberos para el Mundo no han hallado a nadie con vida en estos días y la curva de supervivencia disminuye cada minuto, por lo que ven difícil que pueda haber gente viva sepultada.
"Pero vamos a seguir buscando supervivientes con la misma intensidad que el primer día, aquí seguiremos hasta que nos digan lo contrario", subraya Pereira. Este bombero malagueño remarca que la gente les ha acogido con mucho cariño y que la coordinación de los equipos de rescate es buena.
Hasta el Alto Atlas está llegando además una gran cantidad de agua y comida que es repartida en vehículos e incluso en burros por las poblaciones afectadas.
Bomberos para el Mundo cuenta en este operativo con el apoyo de tres perros de rescate "con dilatada experiencia", que han participado en misiones anteriores como la explosión en el puerto de Beirut (Líbano) de 2020 o el terremoto de Turquía del pasado mes de febrero.
Consorcio Provincial de Bomberos
Cabe recordar que 12 horas después de que se conociera la noticia del seísmo en Marruecos, el Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga se puso a disposición de las autoridades marroquíes para poder desplazarse lo antes posible al país vecino, conscientes de que las primeras horas de trabajo son cruciales y que cada minuto que pasa disminuyen las opciones de supervivencia.
Al día siguiente, el dispositivo ya estaba de camino. En esta comitiva viajaron hacia el país vecino cinco bomberos del CPB con experiencia en rescate en este tipo de emergencias y catástrofes junto a cuatro ejemplares caninos especializados en la búsqueda de personas y otros cinco bomberos del Consistorio malagueño junto a un guía canino.
El grupo partió desde el puerto de Algeciras a Tánger, desde donde se han desplazado por carretera hasta la zona cero del seísmo, ubicada a más de 500 kilómetros de distancia, para ser asignados en sus respectivos puestos.