El Teatro del Soho CaixaBank abre sus puertas a la vibrante edición 2024 de Flamenco en el Soho. Este ciclo está diseñado para sumergirse en lo mejor de este género español, presentando la fusión de grandes maestros y artistas de vanguardia. Entre las destacadas actuaciones que iluminarán el escenario se encuentran Jesús Méndez y Pedro el Granaíno, Tomatito, María Terremoto, Raimundo Amador y Rafaela Carrasco. Sin embargo, un nombre resalta: la Fundación Alalá, cuya participación añade un factor de diversidad a este evento cultural.
La Fundación Alalá tiene el objetivo de la integración social de niños a través del arte y la educación, desde sus sedes en Sevilla y Jerez de la Frontera. El teatro musical, que presentarán el próximo 11 de febrero en el Teatro Soho Caixabank, brinda una oportunidad para apreciar el talento emergente de jóvenes promesas. Blanca Parejo, directora de la Fundación, explica EL ESPAÑOL de Málaga los entresijos de este proyecto.
¿Cómo nace esta iniciativa?
La Fundación Alcalá surgió hace nueve años gracias a Emilio Caracafé, un artista gitano y guitarrista de renombre. Emilio, criado en el barrio más humilde de España, Las 3000 Viviendas, tenía el deseo de compartir su amor por la música y dar oportunidades a los niños del barrio que carecían de recursos. Así nació esta fundación, inicialmente concebida como una pequeña escuela que, con el tiempo, evolucionó hacia una fundación para ampliar su alcance y acceso a recursos.
¿Cuál es la misión principal de la Fundación Alalá?
La Fundación Alalá se dedica a la integración social, centrándose en niños, jóvenes y sus familias. Utilizamos la cultura, el arte y el deporte como herramientas de cambio, y contamos con diversos programas transversales que buscan mejorar la vida de las personas y sus comunidades.
Ahora están a punto de presentar una obra de teatro musical llamada El árbol del Flamenco. ¿Qué se va a encontrar el espectador?
Es un viaje a través de los diversos palos del flamenco, pero va más allá de la música. La obra aborda temas educativos y contemporáneos, incluyendo conciencia ambiental, responsabilidad social y otros desafíos que enfrentan los jóvenes hoy en día. Es una experiencia musical y educativa que recomendamos a todas las edades.
¿Cómo ha sido el proceso de creación de la obra? ¿Cuántas personas están involucradas en la actuación?
El proceso creativo ha sido colaborativo; los propios alumnos han aportado las ideas del guion. Unos 20 jóvenes artistas participarán en la actuación, todos integrantes de la Fundación Alalá, con edades que oscilan entre los 11 y los 19 años. Ha sido un esfuerzo de equipo, con profesionales del teatro, y el flamenco guiando el proceso.
¿Cuánto tiempo les ha llevado preparar esta obra?
Hemos dedicado varios meses. El hecho de que muchas de las frases en el guion fueran creadas por los propios alumnos agrega un toque especial a la producción.
Más allá del aspecto artístico, ¿cuál es el mensaje de la obra?
Queremos destacar la importancia del flamenco como patrimonio cultural, pero también abordar temas educativos y sociales. La obra es una herramienta para fomentar la conciencia y la inclusión, y esperamos que inspire a la audiencia de todas las edades.
¿Qué importancia cree que tienen las oportunidades artísticas para el desarrollo de los niños?
Creo que las oportunidades artísticas son tan importantes como cualquier otra forma de educación. Todos los niños merecen acceso a estas experiencias, especialmente aquellos que enfrentan desafíos económicos y sociales. Es responsabilidad de todos contribuir a darles estas oportunidades.
¿Y por qué no es ya una realidad? Al final, la falta de integración en la sociedad es algo que está presente en el día a día.
El motivo principal es la exclusión. El barrio donde viven, las connotaciones familiares, la mayoría de ellos son de cultura gitana. Queda mucho trabajo todavía para que seamos de verdad solidarios y que pensemos realmente en los problemas que hay en barrios como estos. Por ello hay que hacer un trabajo de visibilidad, que todo el mundo sepa lo que hay aquí. La mayoría de la gente no lo conoce, si lo vieran sería diferente, hay muchísima gente buena.
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