Las empresas que están viendo en peligro sus trabajos a causa de la sequía y las restricciones hídricas que está acarreando han vuelto a concentrarse en Málaga capital. Este viernes a las 18:00 un grupo de empresarios y autónomos de los sectores de jardinería, piscinas, viveros, socorrismo y apartamentos turísticos han recorrido el centro histórico desde la plaza de la Marina y han repartido dos mil plantas para dar voz a su causa.
Su situación va de mal en peor. Las empresas no han podido contratar a nuevos empleados para la temporada estival y tampoco han renovado los contratos y las formaciones de trabajadores de años anteriores. Del mismo modo que otras compañías están sufriendo cancelaciones en las reservas de pisos turísticos.
Estas empresas llevan meses solicitando que se flexibilicen las prohibiciones contempladas en el decreto de sequía, ya que según remarcan están afectando de lleno a sus negocios. Actualmente, están a la espera de una respuesta por parte de la Junta de Andalucía sobre sus nuevas peticiones entre las que están que la administración les permita un riego de emergencia de dos días a la semana para no perder la flora en los municipios y poder mantener las piscinas que estén llenas.
Por ello se han vuelto a movilizar y han decidido repartir alrededor de dos mil plantas para “dar voz a lo que venimos exigiendo”. según Andrés Marín, portavoz de la plataforma creada por las empresas afectadas. También incide en que se debe hacer algo cuanto antes porque están en peligro sus empresas y los despidos no paran de producirse.
Entre los afectados de las empresas de pisos turísticos se encuentra Samantha Auesten, propietaria de Gapp Properties. De momento esta empresaria no ha podido contratar al personal que normalmente incluye en la temporada estival y además cada vez tiene menos clientes. “Hay familias que están a la espera de que les informe si finalmente van a tener piscinas o no”, explica. También añade que otros turistas directamente han decidido no viajar a la Costa del Sol, ya que el verano está a la vuelta de la esquina y se desconoce lo que va a suceder.
Para Javier Santiago, dueño de la empresa Kentish Gardens, su situación actual se resumiría en que los grifos están cerrados, las temperaturas son muy altas, las piscinas están cerradas, a diario la vegetación se muere y no para de producirse el despido de trabajadores. “No hay contratos nuevos, cada vez tenemos menos trabajo y no se están produciendo ni reservas en los pisos turísticos”, sostiene.
“Queremos agua con control, sabemos que hay poca agua, pero vamos a repartir equilibradamente”, remarca. También hace hincapié en que las lluvias de Semana Santa aliviaron un poco la situación en los jardines, pero “seguimos con los contadores cerrados”.
Las empresas de socorrismo son también de las grandes damnificadas. Por el momento, las compañías que trabajan en comunidades de vecinos, no han contratado a nadie porque no saben qué sucederá con el llenado de estas piletas. Si finalmente no pueden usarse este verano, las pérdidas serán muy grandes y habrá compañías que se vean obligadas a cerrar, según explican desde la plataforma.