Todos los lugares tienen una historia. El pasado que aguarda el edificio de La Térmica reúne la historia de decenas de niños huérfanos que crecieron entre las paredes y altos techos del actual centro cultural durante el siglo XX. Para ese entonces, el espacio en el que ahora se celebran congresos, talleres y exposiciones, levantó sus cimientos con un objetivo claro: ser la Casa de la Misericordia.

Fue en 1862 cuando, por la fusión de las casas de socorros, expósitos y mendicidad se creó la Casa de la Misericordia de Málaga, una de las primeras de España. En un principio se ubicó en un caserón junto a la parroquia de Santo Domingo, pero años después cambiaría su rumbo trasladándose a la calle don Bosco.

Ya en el siglo XX se inauguró el nuevo edificio de tres patios cuadrados y dos pisos de altura que iba a albergar a los niños de esta institución, pero todo cambió con la guerra de Marruecos cuando se convirtió en Hospital de campaña.

Otras dos obras de la exposición '^misericordia'. Paula Tejada

Tras el conflicto, la Diputación provincial recuperó el edificio y volvió a ser un centro de acogida para niños necesitados de la ciudad y provincia creándose más tarde unidades escolares y los primeros talleres para su instrucción profesional. Así, en 1987 se convirtió en Centro Cívico y ya, por fin, desde finales de 2012 es la sede del más moderno laboratorio de cultura contemporánea de la ciudad.

Ahora, más de 150 años después, la Casa de la Misericordia ha vuelto a la que fue su casa de la mano del artista isidro López-Aparicio (iLA) a través de un discurso expositivo titulado ^misericordia que se podrá visitar hasta el 13 de octubre.

Un cráneo completo sin dientes, una red de corazones que simbolizan la amistad, un glosario que lleva a la construcción de la paz a través de bandejas de comedor o un conjunto de imágenes colocadas sobre un papel hecho con las sábanas del orfanato son algunas de las obras de López-Aparicio que están expuestas en La Térmica

Dentro de la muestra “hay muchísimas obras que se han producido específicamente para la exposición, pero también se dialoga con obras de hasta 1999 porque tienen las mismas motivaciones: denuncian las desigualdades”, explica el artista. 

Al recorrer la sala, la vista viaja de un lugar a otro trasladándose así a lo vivido por los niños del orfanato aunque también hay hueco para la actualidad, pues una de las obras trata del problema del acceso a la vivienda. El mensaje base de la exposición, según iLA, es “la creencia de que el reparto injusto y desigual de la riqueza y la acumulación en muy pocas manos de la riqueza genera justamente la desigualdad”. 

Papel hecho con sábanas

Como el mismo artista dice “detrás de cada obra hay una historia” y detrás del papel en el que están pegadas las fotos del orfanato también la hay. Esas hojas están hechas con las sábanas que usaron los niños que vivían allí. En total, han salido 330 páginas en las que el artista ha grabado la palabra misericordia y se la entregará a esos niños el próximo 12 de julio. 

Justo enfrente de esas imágenes que muestran las aulas, las habitaciones e incluso los baños, se pueden leer en diferentes bandejas las palabras humildad, respeto, caridad, cuidado, ternura, gratitud y afecto, entre otras. “Estas son las bandejas en las que se fabricaban el pan y las hemos convertido en un glosario de palabras que llevan a la construcción de la paz”, sostiene López-Aparicio. 

Otro de los elementos de la exposición es una red de corazones de amistad formada por todos los niños, reflejando las relaciones que han construido entre ellos. A pocos metros el artista también se da a conocer a sí mismo: muestra una composición de su herencia genética al haber ilustrado las manos de sus padres, unidas a una maleta de su abuelo y a un frasco de vidrio portando su propia sangre.  

El mapa de Málaga capital hecho con pastillas de jabón que regalan en los hoteles y apartamentos turísticos. Desde las torres de Martiricos, hasta las calles del centro, sin olvidar la torre del puerto. Así, Isidro muestra una vista aérea de “lo que se está construyendo y la presión que hay que está haciendo que la ciudadanía se vea obligada a dejar la ciudad. Desde el centro hasta los arrabales históricos de la Trinidad y del Perchel”. 

Pasado y presente en una misma sala

Del pasado al presente y de la actualidad se vuelve atrás. iLA tampoco se ha dejado atrás los inicios del ser humano. Una de las primeras obras muestra una silueta de “un cráneo que aparece completo con la mandíbula, pero sin dientes” y lo ha rellenado de papilla para dar a conocer que For the love simboliza “el primer gesto de amor y de cuidados que existe como tal”. Además, sostiene que esta persona pudo sobrevivir porque “los compañeros masticaban la comida y se la daban en forma de papilla para poder comer”. 

“La exposición tenía que empezar con el vestigio antropológico de que la sociedad de los cuidados es la que nos ha hecho llegar donde estamos, no la sociedad de la competencia”, remarca el artista. Asimismo, añade que “la exposición trata del origen de La Térmica pero trae ese concepto de misericordia en un montón de valores humanos positivos para construir un mundo mejor y diferente que nos pueda llevar a ciertos ámbitos de paz”. 

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