La Costa del Sol se está convirtiendo en uno de los lugares donde se trafica más con óxido nitroso, conocido como 'gas de la risa' o 'gas hilarante'. Si bien hace unos días se realizaba en Alhaurín El Grande la mayor aprehensión de óxido nitroso de toda Europa, interviniéndose 21 mil litros en 13.149 botellas y 51.840 cartuchos de este material, ahora la Policía Local ha detenido a un joven de 21 años por vender supuestamente dos bombonas en plena calle, aunque solo vieron cómo le entregaba una a su comprador.

Así lo han confirmado en un comunicado. Al parecer, los hechos ocurrieron sobre las 00.10 horas del día 7 de junio en Miraflores. En total, la transacción se hizo por dos bombonas de este gas, una que el comprador tenía entre las piernas y la segunda que vieron como le entregaba en el momento que se encontraban patrullando.

Por ello, los agentesprocedieron a realizar un cacheo preventivo de seguridad al vendedor cuando localizaron una riñonera con dinero fraccionado, sumando la cantidad de 406,50 euros. Así, en una primera inspección de su vehículo se hallaron paquetes de globos y boquillas para estas bombonas.

Ante los hechos descritos y al observar directamente la transacción económica de las bombonas de óxido nitroso a cambio de dinero, los policías locales procedieron a la detención del individuo y a su traslado a dependencias policiales, siendo, posteriormente, puesto a disposición judicial.

Óxido nitroso

El óxido nitroso tiene propiedades anestésicas, analgésicas y disociativas. Se suele usar en el ámbito médico, aunque también se encuentra en productos domésticos. Sin embargo, su venta para uso recreativo está prohibido. Al ser un gas, se presenta en globos que actúan de reservorio para inhalarlo, de forma que llega al cerebro a través de las vías respiratorias.

Su bajo precio y su disponibilidad han hecho que se detecte consumo entre los más jóvenes. En este sentido, el Ministerio de Sanidad alerta de que su uso no médico representa un riesgo para la salud. Puede provocar asfixia, alucinaciones, vocalización incontrolada, alteraciones de la percepción, desorientación espacial y temporal o reducir la sensibilidad al dolor. En los casos más graves, puede provocar desde desmayos hasta paradas cardiorrespiratorias. 

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