José María Garzón: "Quien venga a ver toros a Málaga tiene que divertirse y salir satisfecho"
"Esta es una plaza torerista, y necesita un toro que salga bien presentado y se mueva" / "La Malagueta va a tener el cartel que todos querían y nadie ha hecho hasta ahora" / "La intención era que Fortes torease en Málaga".
9 agosto, 2021 05:58Noticias relacionadas
Entre este lunes y el miércoles, la empresa Lances de Futuro, organizadora de la feria taurina de Málaga, abre sus taquillas para la renovación de abonos. En estos tres días, los aficionados que adquirieron sus lotes de entradas en 2019, tendrán preferencia para hacer lo propio este año. Después, entre el 12 y el 14 de agosto, será el turno para los nuevos abonados.
Habrá que andarse con prisa, porque el aforo de este año en La Malagueta es del 50% y apenas cabrán unas 4.000 personas en el coso del Paseo de Reding. Los carteles invitan, según los aficionados, a que se acabe el papel. En todo caso, quedará tiempo para las entradas sueltas a partir del 16 de agosto. Las taquillas están abiertas de 10 a 14 y de 17:30 a 20:30. Lógicamente, también se pueden comprar por internet en la web de Lances de Futuro.
Morante, Juan Ortega, Pablo Aguado, Salvador Vega, Cayetano y Roca Rey son los seis matadores de toros que la empresa de José María Garzón ha anunciado para las dos corridas de los días 20 y 21 de agosto en La Malagueta. El 22, domingo, habrá una novillada con picadores íntegramente malagueña. Una feria corta, por las circunstancias, pero que satisface al aficionado taurino que el año pasado se quedó sin festejos en la capital.
Sobre esta feria, el futuro y el concepto de empresa hemos conversado con José María Garzón, que ha atendido a EL ESPAÑOL de Málaga los días previos a la campaña de venta de entradas.
Hay que echarle valor para montar toros en pandemia.
Tanto el año pasado como este, dar corridas Covid no es fácil. Nosotros tenemos ya experiencia, no sé si es bueno o malo, pero hemos dado corridas de toros en estas dos temporadas. Es importante saber cómo se tienen que hacer las cosas. Pero por otro lado, hay una parte de obligación con la tauromaquia. Yo creo que ahora mismo los empresarios tenemos que dar toros. Lo he querido hacer desde el principio, con acierto o desacierto, pero el año pasado y este, Lances de Futuro está demostrando que quiere dar toros: los empresarios no sólo tenemos que estar bailando cuando está el sol fuera, también cuando está la tormenta encima.
Este verano ya ha tenido experiencias en corridas en plena Covid-19.
Mi experiencia en Córdoba, Morón y Santander es positiva. En lo económico está todo muy ajustado con las restricciones, pero como espectáculo y organización, además de los triunfos artísticos, es para estar satisfecho.
En los espectáculos se encuentran con otro problema: adaptarse a las normativas de cada comunidad. En su caso, hace unos días en Cantabria, ahora de vuelta a Andalucía.
Claro, cada comunidad autónoma cambia. Nosotros, de todos modos, tenemos un plan de contingencia amplio. Nuestros planes son mucho más exigentes que lo que nos piden las autoridades. Es un plan que nos sirve para todas las plazas porque está por encima de sus restricciones. Tenemos una hoja de ruta desde el año pasado y está funcionando bien. Nosotros preferimos pasarnos que quedarnos cortos.
En Málaga estamos en el peor de los escenarios.
Cada día es un mundo, cada día hay una noticia… Mi idea es hacer una feria taurina muy segura y que la gente se divierta. También pido a los abonados que comprendan que tenemos que cumplir esas normas. Lo que vamos a hacer es garantizar la seguridad de todos los clientes que pasen por la plaza de toros. Quiero que cada cliente que entre se vaya contento.
¿Cliente? Es curioso escuchar hablar en el ámbito taurino en estos términos. Usted habla en un ‘idioma’ empresarial moderno, alejado de lo tradicional en el mundo del toro. En ese sentido, ¿es Málaga una inversión de futuro en un mundo en el que se ha buscado la rentabilidad a corto plazo?
Hombre, por supuesto. Este año vamos a vender 4.000 entradas, con eso es muy complicado cubrir los gastos que conlleva abrir una plaza de primera como es Málaga.
Echemos números.
Una ‘corrida Covid-19’ supone un 22% más de gastos para Lances de Futuro. Además, un 50% menos de ingresos con la mitad del aforo. A nosotros nos gusta bajar los precios, porque nos gusta ver las plazas llenas con menos dinero… Yo prefiero bajar precio y que se llene. A eso hay que sumar que no hay consumo en la plaza, en Santander y Córdoba sólo hemos vendido agua.
Usted se presentó en concursos anteriores, ¿tan atractiva es Málaga? A veces, en el ambiente taurino, parece que la afición aquí es justita.
Yo creo que Málaga lleva varios años en los que los empresarios no han encontrado el rumbo de la plaza. Ha cambiado mucho. Es una plaza atractiva, en el anterior concurso quedé segundo y llevo varios años detrás de la plaza. Málaga es una ciudad que ha cambiado en 20 años una barbaridad y a mí siempre me ha atraído. Creo que se pueden hacer muchas cosas. Pero le hace falta coger un rumbo fijo. Yo no voy a hablar de la gestión de mis compañeros, yo soy el último mono en llegar.
Aquí nos hemos empeñado en hablar del toro de Málaga, pero hay que reconocer que La Malagueta no tiene la entidad de otras. ¿Hay un toro específico para Málaga?
Yo sí creo que cada plaza tiene su toro. Málaga es de primera, pero, claro, no es Bilbao. Málaga es más torerista. En La Malagueta tiene que salir un toro que salga a divertir, que el cliente llegue y se vaya feliz y que lo que salga al ruedo salga bien presentado. En ocasiones queremos ser muy puristas. Pero no nos olvidemos de que esto es una fiesta.
El toro de Málaga entonces es el que veremos en las dos corridas: Daniel Ruiz, Juanpedros…
Yo espero que embistan las corridas, pero lo que llevan dentro no lo sabemos hasta que sale a la plaza. En Santander, 35 de 36 toros aprobados y todo salió excepcionalmente bien. Pero es exactamente el mismo trabajo que en Morón, pero allí no embistieron los toros. Son muchos factores, pero el trabajo es el mismo. Ni Lances de Futuro es tan buena ni tan mala. Esto es complejo, a la empresa hay que medirla por la presentación, por la organización…
En la publicidad de los abonos se habla de temporada 2022… ¿Eso significa que si hay normalidad habrá más toros que en el mes de agosto?
Yo creo que Málaga debe de tener algún festejo más. Quizá también pienso que la feria está muy cargada. El trabajo se tiene que ver cuando la empresa lleve varios años trabajando y el cliente diga qué quiere. Los pliegos, en general, tienen que dejar un poco que se deje ver el desarrollo de la iniciativa empresarial, que una empresa implante su idea. Lo que triunfa hoy es la iniciativa empresarial.
Por centrarnos en la feria: el cartel de Morante, Ortega y Aguado es uno de los carteles más rematados que se han visto en Málaga en años.
Esta es la corrida que querían hacer todos y no se ha hecho. En Málaga se hace por primera vez. Morante está en un momento arrebatador que está haciendo un temporadón. Ortega y Aguado tienen unos conceptos maravillosos.
La segunda corrida, con Vega, Cayetano y el seguro para la taquilla de Roca Rey.
Salvador ahora torea muy poco, pero está en forma y es una ocasión especial. Roca es máxima figura del toreo y Cayetano, recordemos, es el triunfador de 2019.
Si Fortes no hubiera estado lesionado, ¿habría cabido en esta feria?
Por su puesto, pero desgraciadamente no ha podido ser.
¿Hay pocas novilladas picadas? ¿Hacen falta más novilladas picadas?
Claro, hacen falta más. Hay que fomentar el futuro de los que serán matadores de toros. La de Málaga es una novillada 100% local. En cuanto a la escuela taurina, yo me he comprometido con ella a llevarlos a tentaderos, etc. Y yo cumpliré ese compromiso. Creo que es fundamental.
La feria es a beneficio de la Fundación el Pimpi y de las Hermanitas de los Pobres.
Sí, una parte de la venta de cada entrada va dirigida a estas dos entidades.