Hace no demasiados años, era un lamento recurrente el potencial desaprovechado que tenía Málaga como destino festivalero internacional. Por entonces, el mítico Ojeando atraía nombres destacados de la escena indie, mientras Los Álamos Beach Fest llevaba a la gran fiesta de la playa torremolinense cabezas de cartel de electrónica y EDM.
El Weekend Beach Festival, en Torre del Mar, ya trazaba por aquel entonces una trayectoria de dispensador de pura experiencia festivalera ecléctica; mientras que el Starlite —más un programa veraniego de conciertos que comparte ubicación, pero no fecha— se situaba como experiencia premium. Era un ecosistema estimulante, con opciones para gustos distintos, pero lejos de grandes puntas de lanza nacionales como Madrid, Barcelona o Bilbao.
Aunque ya se llevaba mascando varios años, desde algo antes de la pandemia, este verano ha sido un punto y aparte para la escena musical en directo de la Costa del Sol. La temporada ha tenido dos nombres propios: Cala Mijas y Andalucía Big. Los dos festivales, que se han celebrado en fines de semana consecutivos de la primera semana de septiembre con apenas unos días de diferencia entre uno y otro, han multiplicado la ambición festivalera de la provincia con titanes como Arctic Monkeys, Muse, Liam Gallagher o Jamiroquai: cabezas de cartel de primera división.
Curiosamente, ambos festivales han nacido de la Administración pública. El Cala Mijas Festival surge del interés del Ayuntamiento mijeño de potenciar a la localidad en el imaginario turístico internacional, con foco en los muy presentes alemanes y británicos. Además, el evento —que se adjudicó a la promotora Last Tour, artífice del BBK Live— ha supuesto la creación de un nuevo recinto de grandes eventos, el Sonora Mijas.
Por su parte, el Andalucía Big Festival tiene su origen en la colaboración de Mad Cool con la Junta de Andalucía. El gobierno autonómico ha invertido 3,5 millones de euros, casi el 25% de los fondos destinados durante el primer cuatrimestre del año a contratos de publicidad institucional de la Consejería de Turismo. Al evento le 'crecieron los enanos' con la denegación municipal de celebrarse en la playa de Sacaba, como se publicitó en primera instancia pese a que no se habían pedido aún los permisos, y la cancelación por motivos médicos de la gira europea de Rage Against the Machine, uno de sus cabezas de cartel.
Finalmente, el Andalucía Big se ha celebrado en el recinto ferial Cortijo de Torres —con las correspondientes quejas por ruido de los vecinos, que criticaban que se escuchaba el ruido a varios kilómetros a la redonda— y ha recibido, a nivel usuario, buena nota. El sonido y la imagen fueron de altísima calidad, sumado a una importante holgura pese a la alta asistencia, lo que facilitó el disfrute de conciertos a alto nivel de Franz Ferdinand, C.Tangana (el quinto del verano en la provincia), Vetusta Morla (versión de Despechá incluida) o Muse.
El Cala Mijas Festival, apenas una semana antes, había dejado el listón bien alto. La primera de las cinco ediciones programadas de este evento no alcanzó el lleno, pero sumó 107.000 asistentes en total y muchas ganas de volver. Queda ahora por ver si estas dos citas mantienen la apuesta y se consolidan al más alto nivel el año que viene, o quedan en dos felices fogonazos.
Puro Latino, Boombastic, Marenostrum...
Pese a que los dos cabezas de cartel de la provincia se han llevado gran parte de los titulares de la prensa, la oferta ha quedado completada con varias otras citas destacadas. La parada en Torremolinos del Puro Latino Fest tiró la casa por la ventana trayendo en julio la gira de despedida del Rey del Reguetón, Daddy Yankee; además de Natti Natasha o Eladio Carrión, entre otros.
El Boombastic Festival, celebrado en recinto fuengirolense del Marenostrum, tuvo el ojo de traer a los dos artífices de la canción del verano: el productor argentino Bizarrap y el cantante canario Quevedo desataron la locura joven en una única jornada el 14 de agosto, presidida por Duki. Esa misma sede acogió propuestas como el Fulanita Fest, con Rigoberta Bandini o María Peláe y centrado en un público femenino y LGTBI, o la única parada en la provincia del Motomami World Tour de Rosalía.
Y mientras, como desde hace años, el Weekend y el Starlite siguieron a lo suyo: el evento de Torre del Mar sumó 135.000 asistentes, mientras que al programa marbellí le han vuelto a salir los números. En torno a 362.000 personas han pasado por la Cantera de Nagüeles, una cifra récord que se traduce en un impacto económico de 315,5 millones de euros, de acuerdo con el propio balance de los organizadores. Todo ello, en el verano que confirmó a Málaga como destino festivalero de referencia.