"El Museo Ruso está abierto, ha estado abierto y seguirá abierto todo este tiempo; mucha gente no viene porque piensa que estamos cerrados, pero no se ha cerrado nunca". José María Luna casi lo grita al otro lado del teléfono.
Lo afirma con la vehemencia de quien trata de hacerse escuchar tras meses de duda, en los que muchos ciudadanos han excluido la pinacoteca de Tabacalera de su ruta cultural tras aplicarse el veto al Gobierno ruso.
Desde que las últimas obras de la colección del Museo de San Petersburgo abandonaron las salas del museo malagueño, cumpliendo así lo dispuesto por el Ministerio de Cultura, el Ayuntamiento de la capital de la Costa del Sol trabaja buscando fuentes alternativas con las que dotar de contenido sus paredes.
Son las nuevas vidas de un museo que empezó a funcionar a finales de marzo de 2015, casi coincidiendo en la fecha con el Centro Pompidou que luce en la esquina de oro del puerto de Málaga. El Ruso y el Pompidou son los exponentes originales de esa Málaga que hoy es referente cultural.
En la recta final del año, sin certeza alguna respecto a lo que pueda ocurrir con el conflicto ruso-ucraniano y las consecuencias posteriores, el Museo Ruso de Málaga refuerza su oferta con tres nuevas exposiciones de peso.
Una de ellas procedente de la colección privada de la británica Jennyfer Green. En total, 78 obras de autores rusos que desde el 13 de diciembre y hasta finales de abril del año que viene estarán expuestas en la pinacoteca. "Cuenta con una serie de obras de arte ruso que compró cuando el arte ruso se podía comprar; eso nos permite traer una colección interesante y recuperar exposiciones de arte ruso sin tener que pasar por el Estado ruso", destaca Luna.
A cambio, según el gerente municipal, no hay prevista compensación económica alguna. Lo que sí hace el Consistorio es costear el traslado de las obras desde Londres hasta la capital de la Costa del Sol. Un servicio que acaba de ser contratado a la empresa Integral Art and Development, S. L., por 43.347,24 euros.
La firma tiene entre sus obligaciones realizar los embalajes de las obras que componen la exposición en su domicilio en Londres; su carga en camiones acondicionados para el transporte, y el viaje del mismo bien por carretera a través del Eurotunel, recorriendo Francia, entrando en España por Irún y llegando hasta Málaga (con servicio de escolta de Policía Nacional), o mediante la combinación de carretera y ferry hasta Santander o Bilbao, y desde allí a Málaga. El itinerario concluirá con la entrega de los cuadros en la sede de la Colección del Museo Ruso de San Petersburgo.
En la colección aparecen obras de autores como Ivan Aivazovsky, Leon Bakst, Alexander Benois, Ivan Bilibin, Isaak Brodsky, Mstislav Dobouzhinsky, Natalia Goncharova o Alexander Labas, entre otros.
La colección de Jennyfer Green se sumará en las próximas semanas a otras exposiciones ya cerradas por el Museo Ruso de Málaga. Destaca también la apertura el 13 de diciembre de una muestra de fotografías de José Manuel Ballester sobre un viaje que hizo al museo en 2016, y una instalación de Ilya y Emilia Kabakov.
Y seguirá la exposición inaugurada esta misma semana bajo el nombre Sputnik. La odisea del Soyuz 2, producida por la Fundación Sputnik de Moscú y comisariada por el profesor Joan Fontcuberta.