El primer Orgullo LGTB de Andalucía llega al cine: "Hay gente que quiere volver a aquellos años"
El director de cine malagueño Alejandro Marín debuta con 'Te estoy amando locamente', un homenaje a los pioneros en la lucha por la diversidad.
4 julio, 2023 05:00Noticias relacionadas
El primer Orgullo andaluz nació en el seno de una Iglesia. En Sevilla en 1977, con España en plena Transición, el joven Miguel suspira por convertirse en artista mientras su madre hace lo propio por que se convierta en el primer universitario de la familia. Miguel acaba involucrándose con las personas pioneras en la lucha por los derechos del colectivo LGTBI+ en el tiempo en los que se les aplicaba la ley de peligrosidad social.
Así lo cuenta la película 'Te estoy amando locamente'; que, antes de su estreno el próximo viernes, ya se ha convertido en un símbolo. El equipo de la cinta incluso fue elegido para dar el pregón del Orgullo en Madrid la pasada semana, que ha sido considerado el más reivindicativo en los últimos años. "Los peligrosos son los que pueden venir a arrebatar derechos", afirmó la declaración.
El principal responsable del filme es su coguionista y director, el malagueño Alejandro Marín. En una entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga, explica que se encuentra "muy abrumado" ante la respuesta del público en los primeros pases del filme. La gente se emociona, le da las gracias, le cuenta historias de la época. "Ahora nos estamos acordando de que todo ha tenido sentido por esto", reflexiona Marín, tras años de trabajo en el proyecto.
Así ha sido el pregón de #OrgulloMadrid2023 por el equipo de #TeEstoyAmandoLocamente 🏳️🌈 Gracias por acompañarnos ❤️ Nos vemos en el cine el 6 de julio pic.twitter.com/Ovf1qgcgDc
— zeta studios (@zetastudiosprod) June 28, 2023
En 2017, se cumplieron 40 años de la primera manifestación por los derechos de las personas homosexuales en Barcelona. Marín estaba allí finalizando sus estudios de grado en la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya, y también fue por primera vez en aquel verano al Orgullo de Madrid. "Fue el parto, el germen. Había terminado la carrera y vi que había algo" en aquella historia de esas primeras manifestaciones, explica: "Tuve clarísimo que quería hacer mi primera peli sobre eso en el minuto cero".
Comenzó a entrevistarse con los protagonistas de aquella lucha y descubrió cómo, apenas unos meses después de aquella concentración pionera en la capital de Cataluña, el movimiento se había extendido por todo el país: "Empezamos a tirar del hilo y decidimos llegar a la historia de Miguel, un personaje ficcionado, para acabar en la primera manifestación en Sevilla y que a día de hoy es el primer Orgullo de España". Más que un relato de una o varias personas basado en hechos reales, se inspiraron en varios testimonios para construir "una especie de puzle" y "generar un universo a través de anécdotas".
"Vi que era una peli de época que me apelaba personalmente, que requería mucho trabajo de documentación. Sabía que iba a ser un proceso larguísimo y necesitaba tener una fuente inagotable de aprendizaje", explica Marín. Un lustro de trabajo después, reconoce que hay muchas cosas que se han tenido que quedar fuera; pero también ha podido introducir "pequeños homenajes" a muchas de las historias de las personas con las que pudo hablar.
En un inicio, planteó la película como algo casi más sesudo y cercano al documental, pero en sus estudios de posgrado en la escuela de cine le ayudaron a encontrar el enfoque. "Me hicieron darme cuenta de que la peli no tenía que ser para convencidos, sino todo lo contrario: aspirar a contar esta historia maravillosa, que es muy universal, a todo el mundo", cuenta el cineasta, que se planteó el reto de "cómo conseguir que gente que no era del colectivo viera una peli del colectivo".
"Nos pareció súper importante mostrar esa idea de que al final todo el país salió, todas las plataformas de entonces se pusieron de acuerdo en la unión", reflexiona Marín. Su intención fue "traerlo al presente y hacer reflexionar de que la lucha antes era mucho más transversal". En aquella época, por ejemplo, se dio "la paradoja maravillosa" de que el movimiento comenzara a reunirse en el salón de la Iglesia de un cura obrero al lado de la Giralda: "Es cómico y representa mucho la idea que quería para la peli de que lucha va más allá del colectivo, que concierne a todas".
El coguionista y director del filme define ese espíritu como de "costumbrismo activista", y lo celebra: "Si idealizas demasiado las cosas, no te las crees", afirma.
Esa relación entre el colectivo y el resto de la sociedad se concreta en la película en la vínculo entre el protagonista, Miguel, y su madre, Reme. Ambos se van acercando a esos primerísimos pasos del movimiento LGTB andaluz en momentos distintos de la película: "Miguel es una persona que lo tiene súper claro, pero a la vez está cagado de miedo. Necesita a su madre, y no la tiene", plantea Marín. El camino que ambos recorren es el esqueleto del filme.
Su propuesta pasa también por aportar una realización "muy videoclipera" y traer la Sevilla de los años 70 "al público de ahora y al presente", compaginando rigor histórico y una estética atractiva. "Teníamos grabado que Sevilla era súper moderna en aquel entonces. A través de la base militar estadounidense en Rota y toda la música que llegó, había una cosa increíble. Se asocia siempre al señorito y a la Semana Santa, pero es una ciudad de contrastes", reflexiona.
Ahora, ante el entusiasmo del públilco en las primeras proyecciones de la película, Alejandro Marín está reencontrándose con aquello que le enamoró de la historia tras tantos años de trabajo. Además, celebra "el buen momento" en el que llega el mensaje político de la película: "Estamos muy contentos de que se estrene en un momento tan importante para reivindicar el pasado, la memoria histórica y de dónde venimos; porque hay gente que quiere volver a aquellos años".
"Hay gente que luchó en su momento y que consiguió cosas desde algo tan pequeñito de salir a la calle y manifestarse. La peli da ganas de seguir la lucha de las que nos precedieron y de seguir intentando cambiar y actuar", continúa Marín, que cita una frase del guion: "Las cosas están cambiando, pero no han cambiado todavía". Por lo pronto, la película está en las salas de cine desde el 6 de julio y, después, en plataformas: primero, en Movistar Plus y luego, en Netflix.