Dani Rovira en el Festival de Málaga.

Dani Rovira en el Festival de Málaga. Álex Zea

Cultura

Dani Rovira regresa al Festival de Málaga con una comedia-thriller "inquietante": "El guion me agarró por la solapa"

Playa de Lobos de Javier Veiga cuenta la historia de dos personajes que se conocen y empiezan a discutir por una tumbona.

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¿Qué sucede cuando dos personajes completamente opuestos se ven atrapados en un juego de tensiones y emociones inesperadas que empiezan tras una discusión por una tumbona? Así es Playa de Lobos, la nueva película de Javier Veiga, que no solo responde a esa pregunta, sino que la lleva al límite y que se ha presentado en el Festival de Málaga.

Con una mezcla inusual de thriller psicológico, comedia y suspense, la cinta se convierte en un cara a cara entre sus protagonistas. El malagueño Dani Rovira es uno de los rostros principales de la historia y ha asegurado que esta cinta va a sorprender al espectador porque es “inquietante” y algo “extraña”.

Desde el inicio, Rovira confiesa que conocer a Veiga y su trayectoria como creador despertó en él una curiosidad genuina. "Entre cómicos parece que hay códigos internos que, aunque no nos conozcamos, nos conocemos", explicó el actor en rueda de prensa, quien recibió el guion con especial cariño. Sin embargo, pronto descubrió que no era necesario ningún esfuerzo extra: "El guion me agarró por la solapa".

El proyecto le atrajo de inmediato, no solo por la historia en sí, sino por la gran responsabilidad que implicaba: "El hecho de hacer una película con una responsabilidad tan grande entre dos actores me sedujo también", señaló. Tanto fue así, que aceptó el papel incluso antes de saber que compartiría escena con Guillermo. "Si ya había dicho que sí antes, imagínate al saber que estaba Guillermo. Igual ni me leo el guion", bromeó Rovira.

El rodaje, no obstante, no fue sencillo. La localización en la isla, el viento, la repetición de escenarios y las intensas jornadas nocturnas añadieron un nivel de dificultad adicional. La exigencia se vio recompensada por la profundidad de la película y el reto actoral que supuso su personaje.

"Para mí ha sido un aprendizaje este rodaje", añadió Rovira, quien describe la película como "inquietante". Además, señaló que "es muy guay cuando en una película no sepas muy bien lo que te está transmitiendo”.

Playa de Lobos es así. A su personaje lo considera “un perrillo y el otro que no tiene nada que ver”. Esa mezcla entre thriller y suspense, según Rovira, la hace una gran película, pero también “una película extraña".

Su personaje, en particular, le supuso un reto interpretativo: "Es un personaje simplón, con toda la complejidad que eso tiene. Pasa por cuatro estados de ánimo en una misma secuencia y está a flor de piel todo el rato". Frente a él, el personaje de Guillermo es un enigma, lo que genera una tensión constante en la película.

"Daba ternura y, conforme va avanzando la historia, el espectador se encariña con los dos, pero empieza a pensar que mi personaje es el corderito a degollar y entonces piensa 'Ay, no sé qué va a pasar, pero este chaval no va a acabar bien'".