#COACMLG, 1ª preliminar: La ilusión por la vuelta del Carnaval de Málaga llena la ESAD
La primera preliminar dejaba una noche corta, con sólo cinco agrupaciones. El cuarteto juvenil abría el telón y presentaba un primer plato sorprendente por su calidad.
12 febrero, 2022 23:57Noticias relacionadas
Para vivir el Carnaval en la calle todavía quedan dos semanas, pero ya empiezan a sonar los cuartetos, las murgas y las comparsas en el concurso de Málaga. La primera preliminar traía al teatro de la ESAD un ambiente de los buenos con un patio de butacas que presentaba buena entrada.
Había ganas y se ha notado. La última gran fiesta que Málaga vivió antes de la crisis de la Covid-19 volvía a sonar y lo hizo con una jornada corta en la que participaron el cuarteto juvenil Reliquias del cuarteto, la comparsa de Campillos, La rebelión del olvido, la formación El cuarteto está TOCao, La murga de los protestantes y la murga Médico de familia.
Reliquias del Cuarteto
Música del Varilla y letra de los integrantes del grupo. Una de ellas, Luci, estudiante de Arte Dramático, es la única mayor de edad. Un repertorio cañero con el que se presentaban estos jóvenes carnavaleros. Sencilla puesta en escena, sin más instrumentación que las claves: puro cuarteto. Han sido capaces de despertar la ilusión y las sonrisas en las caras del público del teatro. El motor necesario para poder gritar a voces que el COAC vuelve después de un año inusual.
El callejón del olvido
Llegaba la comparsa de Campillos con un tipo clásico de comparsa: levita en tonos azules, chistera y un toque Tim Burton rematando con manos de tijeras, como Eduardo. Primer pasodoble a Andalucía, cantado bajito para mantener una afinación correcta. El pasodoble presenta un tramo a capela que dificulta un canto que parece muy ensayado. El segundo pasodoble, con una entrada más difusa, pasó más desapercibido para el público. Los cuplés, al estilo de comparsa en preliminares.
Este cuarteto está TOC-ao
En la sala de espera de un psicólogo, Papelillo, un tipo friki del carnaval; Manuel, un cantautor frustrado y arruinado; y Guaquín, un cantautor de éxito con un TOC: Cada vez que le aplauden tiene que reírse sin parar de los nervios.
El cuarteto de Alberto Salas ya es un clásico de nuestra fiesta. Esta vez utiliza de forma muy inteligente un problema como la salud mental que tan al día está en los hogares españoles. Tratan la locura, una enfermedad silenciosa como el TOC y la visita al psicólogo en forma de parodia. La música del cuplé, muy buena. Lo mejor del cuarteto, la ilusión que han trasladado al público todos sus integrantes, que han trabajado duro por poner en valor una modalidad que Málaga no valora lo suficiente. Sus caras dejaban claro lo necesario que era que el Carnaval de Málaga volviera por todo lo alto.
Los protestantes
La murga de David Amaya demuestra un año más lo bien que lo pasan en el escenario y lo bien que cantan pese a su modalidad. La música tiene un soniquete que recuerda mucho al carnaval añejo y tiene mérito, ya que solo llevaron una guitarra, el propio Amaya. Son solo diez integrantes (el mínimo es ocho). En escena un grupo de protestantes que se manifiestan por el cierre del carnaval.
Las letras, al tipo, críticas con los gobernantes y defendiendo a la clase trabajadora y al carnaval. El fallo, quizás, la ausencia de letras a Málaga. Los cuplés fueron prácticamente íntegros a los gaditanos. El popurrí, muy completo y con final de pellizquito, como se suele decir. "Brindo por los que lucharon, brindo por los que estuvieron, brindo por todos nosotros y brindo por los que se fueron", cantaron en la última cuarteta. Fue el grupo que más conectó con el público durante toda la noche.
Médico de familia
Los emeterios son una de esas murgas de 'tipo hormiga'. De esas que, cada año, llegan al Carnaval de Málaga con su miguita de pan y se proponen llegar lo más lejos que puedan. Es una murga repleta de jóvenes que quieren sumar siempre en nuestra fiesta y que han dado un gran salto de calidad respecto a su anterior murga, 'Jarabe Perchelero'. Son tantas las ganas que tenían de cantar que hasta uno de sus integrantes salía en escena en silla de ruedas tras sufrir el pasado mes de diciembre un accidente de tráfico. No podía perdérselo por nada del mundo.
Los emeterios se trasladan en esta edición a la puerta del Carlos 'Haiga' en forma de familia gitana. Desde los patriarcas hasta los más pequeños visten colores rojizos, verdes y azules, como los que predominan en la bandera gitana. Los pasodobles al tipo, reivindicando la importancia de la sanidad pública junto al colectivo de Marea Blanca, y cantándole a la unión de la familia. Los cuplés, por su parte, algo más escatológicos y críticos. El primero, "de pelo", como se suele decir en el argot carnavalero, y el segundo con dardo al alcalde, pero siempre sin salirse del tipo. Todo apunta a que los volveremos a ver en semifinales.