La inspiración siempre es algo difícil de obtener para un autor de carnaval. Todos ellos conocen de sobra la historia año tras año: llega el verano y el soniquete de febrero, que parece lejano, ya llama a la puerta de la imaginación. Hay que ir montando el repertorio de la comparsa o de la murga, que vamos "tarde" y "no llegamos".
Sin embargo, no es tan fácil que las musas ayuden al autor carnavalesco. Cada vez les cuesta más encontrar la palabra exacta, la rima adecuada o el chiste correcto que cause risa entre las butacas y no ofenda a nadie en las redes sociales. A veces, muchos de ellos, quisieran encontrar una varita mágica en sus tardes de encierro y bloqueo en las que el folio en blanco no termina de llenarse.
Lástima que esta varita mágica no exista. ¿O sí? En tiempos en los que la inteligencia artificial (IA) cada vez está más a la orden del día en diferentes sectores de la sociedad, en EL ESPAÑOL de Málaga, hemos probado a introducir a una de ellas en el mundo del taratachín con resultados verdaderamente sorprendentes.
Le proponemos a la archiconocida Chat GPT que escriba un pasodoble de carnaval, de manera general, sobre el Carnaval de Málaga, algo muy de moda en el último concurso. En apenas unos segundos, la IA es capaz de escribirnos uno con sentido, aunque, como es evidente, sin menciones a la propia fundación o a las asociaciones, como ha hecho gran parte de los autores este año:
"Carnaval de Málaga, mi alegría en febrero,
La ciudad se viste de fiesta, sin igual.
Los disfraces coloridos, las murgas en la calle,
La alegría se siente en el aire, sin fallar.
Vengan a bailar, vengan a cantar,
El Carnaval de Málaga es un espectáculo grande.
Los músicos tocan la pandereta,
La gente se siente viva, sin un lamento.
En el Casco Antiguo, el corazón de la fiesta,
La gente se divierte hasta el alba.
El Carnaval de Málaga es el más divertido,
El mejor lugar para celebrar, sin duda.
Así que vengan a disfrutar, de este carnaval,
Un año más Málaga nos demuestra su valor.
Carnaval de Málaga, mi alegría en febrero,
La ciudad se viste de fiesta, sin igual".
Referencias a febrero, al casco antiguo como corazón de la fiesta y a los disfraces coloridos y las murgas en la calle llegan a dar incluso un poco de miedo. Quizá el único fallo de esta --o que servidora no lo ha conseguido-- es que no llega a realizar rimas consonantes. Quizá su 'simpleza' no termine de convencer a un grupo como para presentar al concurso un pasodoble escrito por ella íntegramente, pero cuidado: las inteligencias artificiales, con indicaciones más concretas, pueden llegar a convertirse en una gran herramienta para los autores de carnaval, sobre todo a la hora de armar al principio de la temporada determinadas piezas del repertorio.
De hecho, lo hemos puesto en práctica y le hemos añadido ítems más concretos para la creación de este pasodoble. Le hemos solicitado que escriba uno más específico sobre Málaga, teniendo en cuenta que debía mencionar al turismo, a la excesiva construcción de rascacielos y a la pérdida de identidad malagueña. Estos tres temas se han tocado en varias piezas durante el pasado concurso. El resultado de la IA es el siguiente:
"Málaga, tierra de sol y mar
donde el turismo es cada vez más
pero las calles donde jugaban los niños
ya no existen, han desaparecido
Bailando con tristeza, con nostalgia
vemos como cambia nuestra ciudad
y aunque quisiéramos detener el tiempo
el turismo avanza con rapidez
Rascacielos que cubren el cielo
y playas llenas de turistas de paso
la antigua ciudad ha desaparecido
y solo queda un lugar para el negocio
Antes era un lugar de casas bajas
con calles estrechas y plazas animadas
pero ahora todo es diferente
y la historia parece haberse perdido
Málaga, tierra de sol y mar
nos duele ver como cambias cada día
pero seguiremos luchando por tu identidad
y por preservar tu historia y tradición".
Tras ver que la máquina cumple con las expectativas mínimas que habíamos preestablecido para su pasodoble, decidimos ir un paso más allá proponiéndole un juego a Curro Ruiz y a Abraham Membrive: ponerle música e interpretarlo. Ambos aceptan y, en apenas unos días, lo tenían atado a la perfección --podría entrar dignamente en la fase de preliminares del concurso--.
¿Tienen miedo los autores?
Jesús Gutiérrez, autor de la Comparsa de la Peña Er Dito, reconoce que le ha sorprendido la pieza pese a que no rima y hay palabras repetidas. "El día que aprenda a rimar bien, cuidado", alerta. Aunque teme que llegue el día en el que una IA pueda sustituir a la figura del autor. En ese caso cree que tendrá que pasar muchísimo tiempo. Mientras tanto, sí que las ve como "una herramienta nueva para el autor a la hora de complementar o desarrollar ciertas partes de su repertorio". Así, expone que siempre le faltará algo: el componente emocional, "ese que te pellizca y a veces hace que te levantes de la butaca", algo que duda que la IA pueda conseguir. "El bagaje de toda una vida, cada experiencia personal, son cosas que no podrá tener. Aunque no dudo que conforme vaya escribiendo pasodobles pueda llegar a ser capaz de lograrlo", reconoce el reputado autor.
"¿Te imaginas que dentro de cinco años el presentador le presente en la sala al público que el autor de la letra es una inteligencia artificial?", se preguntaba por su parte el autor de la Comparsa de Alhaurín, Dede Cortés, que pone en valor la inmensa lista de autores que tiene el Carnaval de Málaga. "Tenemos autores fantásticos y ahora está llegando una tanda brillante. David Fernández, que el año pasado lo hizo genial, este año ha dado el golpe en la mesa y ha dicho 'aquí estoy yo', por no hablar de la consagración de Malo o el primer premio de comparsas de este año, Miguel Gutiérrez", sostiene Cortés, que cree que todos ellos están llenos de ingenio a la hora de tratar temáticas o buscar rimas y enfoques, un plus que cree que "nunca va a tener la IA". "Está feo que yo lo diga porque me gano la vida con las tecnologías, pero esperemos que sea así porque, en caso contrario, ¡menudo COAC más aburrido nos espera!", confiesa entre risas.
Uno de los nuevos autores destacados por Cortés es Miguel Gutiérrez, quien asegura a este periódico que jamás se le hubiese ocurrido plantearse el uso de la IA en el carnaval porque entiende que "el componente humano no se puede derribar de la fiesta", tal y como sostenía Guti. "El autor no escribe sobre un tema en cada pasodoble y ya, sino que proyecta cómo se debe configurar la obra", expresa, a la par que pone como ejemplo su trabajo en su comparsa del año pasado, Matria. "Con Matria no era simplemente hacer una comparsa andalucista con el ideario de Blas Infante, sino que había que hacer que todos los pasodobles tuvieran un propósito. Eso tiene que estar en la mente de una persona, al igual que proyectar la puesta en escena o el tipo del grupo. Además, yo creo que el error es un componente esencial en el carnaval, el encanto de esto es que puedas fallar con una letra o con una idea, mientras que si recurrimos a las máquinas estas siempre aspiran a la perfección", opina Gutiérrez.
Por su parte, Manu Robles, uno de los autores de la Murga de los Muariscos, dice con sinceridad sobre la pieza de la IA que "es un pasodoble cortito, de preliminares y repleto de tópicos con un enfoque simplón". Eso sí, teme a que "si este es el principio, nunca se sabe hasta dónde va a llegar la IA". Coincide con los anteriores en que una letra siempre nace de las experiencias y vivencias que cada uno haya tenido, algo que jamás tendrá, desde su punto de vista, una inteligencia artificial como Chat GPT. "Tampoco ayuda que lo canten dos personajes como los que habéis elegido, que cantan fatal, como se puede comprobar en el vídeo", dice en tono jocoso. Pese a que cree que le falta corazón y que el pasodoble está cargado de estereotipos, asegura igualmente que "tiene pinta de que las inteligencias artificiales son más comparsistas que murguistas". "Ya mismo las vemos con un pañuelito alrededor del cuello escribiendo", comenta riendo.
Siguiendo con los autores de la modalidad de murgas, Carlos Pariente insiste en lo mismo que Robles: "Suena genial porque lo cantan dos fieras, pero si te pones a analizar la letra, repite palabras como 'desaparecido', 'ciudad' o 'turismo'; algo que intentamos evitar los autores y que remediamos buscando sinónimos".
También concuerda con él en que la IA puede ayudar algo más a los comparsistas a crear la 'base', pero en las murgas lo ve algo más complicado, puesto que opina que le falta la chispa del murguista y, sobre todo, conocimiento sobre temas locales. "Veo que es posible que te haga algo simpático con Shakira y Piqué, con algo que encuentre por ahí, pero no veo que sea capaz de escribir sobre temas de Málaga o que solo nos conocemos unos pocos", explica, insistiendo en que espera que jamás lo haga, porque "sería una pena que todo fuera virtual".
Precisamente, en este contexto, Félix Godoy, autor de la Murga de Torremolinos y de la música de la Comparsa de Churriana, sostiene que no sabe hasta qué punto podrá llegar la IA. "Es cierto que creo que en cualquier expresión artística, como el carnaval, la IA puede replicar e imitar y jugar con palabras y contextos de forma que quede algo resultón, pero creo que el carnaval tiene mucho de piel, alma y raza, por lo que creo que una IA no será capaz de calar en el público". Aunque es sincero: "Tú me pones esa letra cantada por Abraham y tocada por Curro con esa melodía y la escucho las veces que haga falta aunque no le eche cuenta a la letra, evidentemente. Pero vamos, que se han leído y escuchado en nuestro carnaval y en otros muchos peores letras que esta que interpretan ellos".
¿Y la murga?
También hemos probado a pedirle un cuplé a Chat GPT. Concretamente uno que hable sobre el Carnaval de Málaga:
En la feria de agosto,
a La Malagueta yo fui,
vi un torero tan apuesto,
que mi corazón se abrió.
Con sus capotes y pases,
hacía a la gente vibrar,
y al final de la corrida,
un rabo pudo cortar.
Pero ojo, no todo es gloria,
en el carnaval de aquí,
que a veces hay alguna historia,
que te deja sin dormir.
Un año un chico muy listo,
en el desfile quiso estar,
se puso el traje de torero,
y acabó corneado al final.
Así que en el carnaval,
mucho cuidado al disfrazar,
que el que juega con la suerte,
puede acabar malherido al final.
La idea, simplemente leída, puede no resultar cómica, pero si la imaginamos en la voz de algunas de las murgas malagueñas clásicas, con su soniquete respectivo, puede llegar a tener hasta su punto. Sin embargo, el problema llega cuando tratamos de añadir el nombre de algún dirigente político en un cuplé como el de Francisco de la Torre o el de Daniel Pérez --algo común en la fiesta-- y le pedimos que lo escriba con ironía o sarcasmo. La inteligencia artificial nos remite a un mensaje en el que explica que no puede hacerlo:
"Lo siento, no puedo escribir contenido que promueva la ironía negativa o el acoso hacia personas específicas, incluyendo políticos y líderes públicos. Mi función es generar respuestas útiles y respetuosas". El chat se autocensura, además, si intentas crear letras sobre "la representación negativa o la falta de responsabilidad" de grupos de personas como borrachos o niños.
Con este pequeño detalle podemos comprobar que parece que la figura del autor de carnaval tiene aún futuro, porque la IA, al menos de momento, no tiene el pensamiento crítico de un buen autor con la pluma entre los dientes y con la libertad de expresión por delante. Tampoco la guasa y el arte de un murguista. Eso sí, insistimos, con este experimento está visto y comprobado que este tipo de IA puede llegar a convertirse en una muy buena herramienta para averiguar desde donde partir en un repertorio. Habrá que estar atentos para ver cuánto avanzan.
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