Las trece imágenes que protagonizaron El Verbo encarnado en la Catedral de Málaga salieron ayer de regreso a sus templos. A diferencia del traslado de ida, el 19 de septiembre, cuando aún había restricciones por la Covid-19, Málaga vivió ayer una jornada de traslados con muchos momentos emotivos que no se deslucieron a pesar de la presencia de un fuerte viento.
Durante una hora y media se sucedieron las salidas -previstas en una hora- desde el primer Templo de la Diócesis. Las salidas, ordenadas y sencillas, sólo fueron acompañadas por aquellas formaciones como capillas vocales o musicales o quintetos de metales que no significaban un gran número de personas.
Luego, en el camino a sus sedes, hubo hermandades que incorporaron bandas de música, de cornetas o agrupaciones musicales. Desde el Redentor al Cautivo, los traslados se desarrollaron sin ningún incidente.
Redentor del Mundo
El traslado más largo de todos, ya que el Señor tenía que llegar a Las Delicias. Esta hermandad acostumbra a medir especialmente bien todo lo que hace. Creyó conveniente acompañar el traslado con una banda de cornetas y fue un acierto, por lo necesario, poner los sones de Los Gitanos tras la sencilla paraihuela.
Al llegar al barrio, las amplias avenidas no acompañaron, pero sí muchos vecinos asomados al paso del señor. Incluso, en uno de los bloques, gracias a la campaña realizada por los hermanos de la Mediadora, recibieron al Redentor del Mundo con campanillas y pétalos. Puro barrio.
La Misericordia
El Chiquito salía de la Catedral camino del Perchel. Las andas, de sólo dos varales, se despedían del entorno del centro y tras ellas se incorporaba la Agrupación Musical Virgen de Gracia de Archidona.
Resultó llamativo el acompañamiento musical con una banda numerosa tras unas pequeñas parihuelas. El Señor entró pasadas las 21:30 horas, tres horas y media de recorrido para volver a la Iglesia del Carmen.
El Señor de la Puente
Sobre el trono de traslado de la Sentencia y con los faroles del misterio del Yacente del Monte Calvario, Jesús de la Puente salía antes de las 18:15 de la Catedral. El traslado, corto y con mucho sentimiento, se asemejó al de ida. En esta ocasión, el Señor estuvo acompañado por una capilla musical.
La imagen de Miñarro llegó en hora también a la Capilla de la Paloma, donde este domingo se celebrará la Solemnidad de Cristo Rey, fecha en la que se rinde culto a Jesús de la Puente.
Reina de los Cielos
La titular mariana de la Agrupación de Cofradías salía de la Catedral de camino a San Julián. Mantenía -como las demás imágenes- su preciosa imagen con el terno bordado. La muy acertada vestimenta ayudó a que la Virgen luciese especialmente en la calle. Llevaba los sones del quinteto de metales de la Banda de la Paz.
Un momento destacado fue que, tras su entrada en la iglesia, se produjo un cruce entre el Señor de los Viñeros y el Cristo de la Agonía. Las tres imágenes se mecieron y el Nazareno y el Crucificado siguieron su camino.
Los Viñeros
El Nazareno de Viñeros estuvo acompañado por los Puericantores de Almogía y una capilla musical. Fue la única hermandad con banda propia que decidió mantener el espíritu del traslado de ida.
El transitar del Señor fue elegante, como es habitual. Llegó a la Igleaia de la Aurora y Divina Providencia donde a medianoche ya presidía su camarín.
La Agonía
El Santísimo Cristo de la Agonía, de la Hermandad de las Penas llegó casi a las diez de la noche al Oratorio de Santa María Reina.
Fue la capilla musical de la Banda de Música de Nuestra Señora de la Paz la que acompañó al Crucificado. Delante de la imagen sonaron marchas como Vía Crucis, de Antonio Pantión.
Los Dolores de Servitas
La Virgen de los Dolores de los Servitas también se encontró con los Viñeros y la Reina de los Cielos a su paso por calle Nosquera. Con su habitual sencillez, destacó el terno bordado.
La Piedad
Nuestra Señora de la Piedad procesionó sobre el mismo trono que utilizó en el traslado de ida. Transitó camino del Molinillo con la Capilla Musical Nuestra Señora del Rosario.
Al llegar a la puerta de su capilla callejera, fue desmontado el monte floral y se desmontó el grupo escultórico para introducirlo de nuevo en el camarín en el que está todo el año al pie de los malagueños.
El Amor
El grupo escultórico del Amor y la Virgen de los Dolores procesionó con la imagen del Cristo elevada. Un conjunto recogido y acertado que dotaba de una especial presteza a su caminar.
Al llegar a la plaza de la Merced se incorporó la Banda de Cornetas y Tambores del Paso y la Esperanza. Llegó a Lagunillas y tomó la calle Altozano, para llegar al Jardín de los Monos y subir hasta el Santuario.
El Rocío
La Novia de Málaga tomó camino al barrio de la Victoria. En la salida estuvo acompañada por la coral Voces de Viñeros. Luego se incorporó la banda escuela de la propia hermandad.
En su llegada a lagunillas, puro Rocío y sentimiento. Una gran petalada y acto seguido Pasan los Campanilleros, una demostración de que esta hermandad siempre da lo que se espera de ella.
Cristo de los Milagros
El Santísimo Cristo de los Milagros, de la Cofradía de Zamarrilla, salió en unas parihuelas de dos varales que sostenían la cruz ligeramente elevada en un ángulo de 45 grados. Fue una imagen estremecedora por momentos por su sencillez y cercanía.
El Señor muerto en la Cruz estuvo acompañado sólo por un tambor hasta la llegada a la Ermita de Zamarrilla.
La Soledad de San Pablo
Salía la Soledad de San Pablo de la Catedral entre palmas y música de capilla. Un momento emotivo fue el de la entrada de la Virgen en las calle de la Trinidad, donde esperaba mucho público en torno a las 21:45 horas.
La Virgen estuvo acompañada por la Capilla Musical del Carmen Doloroso y lució sobre un monte de corcho en las andas. La imagen estaba tocada por una ráfaga. El exorno fue sencillo pero y acertado.
El Cautivo
A quince minutos de la medianoche, el Señor Cautivo llegaba a la Iglesia de San Pablo. Salió con un retraso acumulado de una media hora y estuvo en la calle algo más de cuatro horas. Acompañado en todo momento por muchísimos devotos, la llega a la explanada estuvo repleta de fieles.
Estuvo acompañado por un quinteto de metales en la salida y luego se incorporaron la banda de cornetas y la de música en distintas partes del recorrido para acompañar a Jesús Cautivo en su vuelta a la Trinidad.