Recogía este periódico en la semana posterior al partido que el Málaga jugó contra el Eibar en La Rosaleda que la Academia no había ganado protagonismo desde la llegada de Pablo Guede al banquillo. Pero en las cuatro últimas jornadas, dos fogonazos de luz han cargado de aire fresco el once del equipo blanquiazul: Dani Lorenzo y Víctor Olmo, ‘Pepino’.
Antes de que Pablo Guede asumiera las riendas del Málaga, Kevin Villodres y Roberto eran habituales en las alineaciones José Alberto. Perdieron protagonismo con la llegada de Natxo González y no lo recuperaron con el argentino.
Guede tiró de Andrés Caro más por necesidad que por decisión táctica en el primer partido contra el Valladolid. Con el Eibar recurrió a Kevin y Roberto en la segunda mitad y el delantero también tuvo los minutos finales contra Las Palmas, cuando estuvo a punto de empatar el partido.
Pero los roles importantes para los jugadores con fichas del filial (inmerso en la fase de ascenso a Segunda RFEF al final de temporada), no llegaron hasta la visita del Oviedo a La Rosaleda en la jornada 39. Ahí, Guede cambió los galones para dejar a Cufré en el banquillo y tirar de Víctor Olmo para ocupar el lateral izquierdo. ‘Pepino’, como se refiere Guede al lateral jerezano, rindió a un nivel muy alto y ya no ha abandonado la titularidad en los otros dos partidos, aprovechando la lesión de Javi Jiménez en la lateral izquierdo.
De esta forma, Olmo ha pasado por encima de una de las incorporaciones que no han cumplido las expectativas con las que llegaron, Bryan Cufré. El argentino vino a Málaga cedido del Mallorca y es uno de los jugadores con el salario más alto de la plantilla.
Pablo Adrián Guede se deshizo en elogios hacia Víctor Olmo tras aquel partido del Oviedo y ya no se ha bajado del tren. Ha salido de inicio tanto en Tenerife, donde fue sustituido en el descanso tras ver una amarilla, como en el trascendental choque contra el Burgos.
El otro fogonazo de luz que ha llegado a un Málaga necesitado de alicientes ha sido Dani Lorenzo. De hecho, ha llegado más de lo que a Pablo Guede le hubiese gustado, como el propio técnico reconoció en la previa del partido contra el Burgos. Dijo el argentino que iba a contar con Lorenzo contra el Valladolid pero unas molestias lo impidieron y lo devolvió al Atlético Malagueño, que en esos momentos se estaba jugando la vida para colarse en el playoff de Tercera División.
Pero una vez eliminado el equipo de Funes, Guede ha apostado por Dani Lorenzo como un hombre clave en la medular blanquiazul en los partidos más importantes de la temporada. El de Tenerife, donde el Málaga dio un paso de gigante para quedarse en Segundo, y en el que a la postre fue el decisivo a pesar del resultado, contra el Burgos.
Con el 42 a la espalda, el marbellí completó 86 minutos en Tenerife y 77 en La Rosaleda contra el Burgos, y todo apunta a que no ha sido una solución de urgencias para estos últimos partidos. Lorenzo ya fue titular contra el Eibar en Ipurúa y contra el Leganés en Martiricos. Dos partidos de la época de José Alberto. Especialmente destacada fue su actuación contra el equipo armero en un choque que el Málaga empató a dos con el que era el líder de la categoría.
De las palabras de Guede se desprende que el centrocampista, que pasó por la Fábrica del Real Madrid en las categorías de juvenil y cadete, será una pieza importante en el proyecto que el Málaga tiene que construir desde ya.
Lorenzo tiene contrato hasta 2024 y Víctor Olmo finaliza su vinculación con el Málaga el próximo 30 de junio, pero se espera su continuidad en la disciplina del equipo malaguista.