Sigue el run run en el ambiente después de la debacle, por la imagen, contra Las Palmas en el estreno liguero del Málaga CF en La Rosaleda. Se buscan explicaciones a la derrota y, sobre todo, a lo lejos que estuvo el equipo de parecerse a eso mismo, un equipo. Y uno de los debates que hay sobre la mesa es el desequilibrio que puede haber en la plantilla configurada en Manolo Gaspar y Pablo Guede.
En la previa del partido de la jornada 1 contra el Burgos, Pablo Guede anunciaba la llega del extremo Pablo Hervías y se mostraba contento con la configuración de una plantilla a la que han llegado dos porteros, tres centrales, un lateral, tres extremos y dos delanteros. Le faltaba la llegada de un mediapunta que pudiera jugar en la banda o viceversa, pero algo que ya tenía cerrado el club.
Pero en el deseo del técnico argentino de que el peso del partido vaya por dentro, entre líneas, lo último en llegar han sido los extremos, y lo que más se ha trabajado en la pretemporada ha sido un equipo en el que las bandas solo estuviesen ocupadas por los carrileros.
Además de la fragilidad defensiva mostrada desde que empezara a rodar la pelota en la pretemporada hasta la noche del pasado lunes, el Málaga ha sido inoperante por las bandas. De ahí, que se haya empezado a hablara de un bloque descompensado.
Pero, ¿qué piezas le faltan al Málaga para equilibrar la plantilla?
Entre las 20 fichas de jugadores del primer equipo, la portería está cubierta con dos porteros, fichados este verano (Reina y Yáñez).
En el centro de la defensa hay cuatro piezas, tres de ellas llegadas también para esta temporada, como son Bustinza, Ramalho, Esteban Burgos y Juande. Esta colección de cromos en el centro de la defensa suele ser lo habitual en muchos equipos, donde hay cuatro centrales en la plantilla. Aunque en el Málaga CF puede que no sea suficiente, ya que el sistema preferido por Guede es la línea de tres atrás. Para ello, hay dos hombres del filial que han trabajado todo el verano con los profesionales. Andrés Caro y Moussa. El primero, lesionado actualmente, estaba llamado a ser un hombre importante este curso. Esta zona del campo parece bien construida en cuanto a efectivos.
La primera gran descompensación llega en los laterales. Solo Juanfran en la derecha y Javi Jiménez en la izquierda, son laterales puros con ficha del primer equipo. Juanfran no tiene recambio, y Guede, que le ha dado un toque de atención tras el partido de Burgos, utilizó en ese puesto primero a Bustinza y después a Ramalho, que no estuvo a altura.
En el otro flanco, parecía suficiente con Javi Jiménez y el canterano Víctor Olmo. El de Jaén ha sido relegado al banquillo a las primeras de cambio y Olmo ha dejado bastantes dudas tanto en pretemporada como el partido del lunes en La Rosaleda.
Los laterales pueden ser las posiciones a reforzar en lo que queda de mercado. Hay que recordar que el Málaga ha dejado salir este verano tanto a Ismael Casas como a Iván Calero, dos laterales derechos.
Mediocentros de contención, el clásico jugador que da el equilibrio defensivo, tiene Pablo Guede dos a su disposición. Y a los dos los ha utilizado en los dos partidos. Genero y Escassi. En principio, dos jugadores de garantía para completar la temporada, aunque marcados ambos por el desempeño del curso anterior, donde pocos se salvan.
En el puesto de volantes o interiores, están Jozabed, Luis Muñoz, Ramón y el más destacado del equipo hasta el momento, Aleix Febas. Por nombres, parecen jugadores de garantía para cubrir esos dos puestos cada partido. Tres de los cuatro hombres llamados a jugar en ese sitio y mover al equipo son de los más destacados de esta plantilla. Jozabed, Muñoz y Febas.
Otro de los puntos negros de la configuración de esta plantilla han sido los extremos. Aunque hay que poner las dudas en cuarentena puesto que los dos últimos en llegar, con la Liga empezada o a punto de empezar, son extremos y necesitan un mínimo tiempo de adaptación. Álex Gallar, Fran Villalba y Hervías son los tres hombres encargados del desborde y de que el Málaga vuele por las bandas. Otra cosa es lo que Pablo Guede quiera de ellos, porque su mandato es jugar por dentro. Les pida lo que les pida, es quizás la línea más débil del Málaga hasta el momento, los extremos.
Porque además, en el hipotético caso de que los resultados provoquen la destitución de Guede, podría llegar un entrenador que sí apueste por las bandas, y la dirección deportiva le tiene que dar esas herramientas. Y, sobre todo, la Segunda División es una competición larguísima que tiene momentos para todos los jugadores de la plantilla.
El punto más débil en las anteriores temporadas siempre ha sido la falta de delanteros, o la llegada tardía del que estaba llamado a ser el '9' del equipo. En este curso los deberes se hicieron pronto y llegaron dos hombres que han protagonizado el salto de calidad y elevado las expectativas del club y del entorno, afición y medios de comunicación. Fran Sol y, muy especialmente Rubén Castro.
Pero esta línea no está definitivamente cerrada. Por un lado, el canterano Loren Zúñiga se quedará en la primera plantilla aunque con ficha del filial en principio. El joven atacante de la selección sub-19 se ha mostrado muy verde.
Tiene ficha del primer equipo Pablo Chavarría, que en principio era un descarte y parece que no se le encontrará salida. Está por ver el encaje del argentino.
Y por último está Adrián López, que continúa entrenando como uno más del primer equipo pero la decisión de si tiene ficha o no se tomará hasta el cierre del mercado o incluso después.
Con este panorama, no está claro si el Málaga firmará algún delantero más.
Por tanto, los dos laterales, los extremos y la delantera son las posiciones que reclaman más efectivos. La dirección deportiva tiene ocho días por delante para actuar.