Tres jornadas ha tardado Pablo Adrián Guede a darle cancha a todos los hombres con ficha de la primera plantilla de Málaga CF. Incluso a los descartes. Con la entrada en el campo de Anduva de Pablo Chavarría el pasado sábado, todos los jugadores que tiene el argentino a su disposición, excepto el portero Rubén Yáñez, ya suman algún minuto oficial en lo poco que va de curso.
Varios son los motivos que han empujado al Guede a confiar en todos y cada uno de sus hombres. Por un lado, el escaso fondo de armario que tiene todavía plantel; por otro, el mal arranque en los dos primeros partidos que obligó a muchos movimientos en los primeros 180 minutos del curso. Y tercero, las lesiones.
De las 25 fichas posibles que permite LaLiga, el Málaga CF solo ha ocupado 20. La 21 podría haber sido para Adrián pero al asturiano se ha vuelto a lesionar y tendrá que pasar por el quirófano. Entre esas 20 estaba la del delantero argentino Pablo Chavarría, que desde el arranque de la pretemporada era un descarte y se entrenaba al margen. Pero las cosas fueron cambiando y el punta se ganó una oportunidad. De momento, a falta de un día para que cierre el mercado, si salida parece complicada y él ya ha tenido minutos. En Anduva entró en el 85 sustituyendo a Fran Sol.
Además de esos 20 jugadores, hay dos más que han dispuesto de minutos. Los canteranos Loren Zúñiga y Víctor Olmo. Ambos tienen fichas del filial, pero forman parte de facto de la primera plantilla junto con otros en la misma situación como Dani Lorenzo, Andrés Caro, Haitam o Moussa Diarra.
El Málaga no dio una buena imagen en el debut en Burgos. Eso provocó que Pablo Guede agitara el árbol y metiera hasta cinco cambios en el once ya en la segunda jornada. Contra Las Palmas, 18 de los 20 jugadores con ficha del primer equipo ya habían debutado en la competición oficial.
Tras el desastre que sirvió de toque de atención tanto para Guede como para los jugadores, el técnico volvió a mover el tablero en Anduva para medirse al Mirandés. Otro once diferente y otro esquema diferente. De hecho, solo Manolo Reina, Rubén Castro y Aleix Febas han jugado todos los minutos en las tres primeras jornadas. Hombres llamados a ser pesos pesados del vestuario ya han sido carne de banquillo, como por ejemplo Juanfran, Jozabed o Alberto Escassi.
Otros, como Esteban Burgos o Unai Bustinza han sido víctima de las lesiones, otro de los motivos que ha obligado a Pablo Guede a hacer cambios. Por la enfermería blanquiazul han pasado ya, desde el primer partido de Liga, Fran Sol, Esteban Burgos, Unai Bustinza, Ramalho y Luis Muñoz.
Uno de los mensajes recurrentes de Pablo Guede desde que echó a andar este proyecto fue su deseo de que todos los jugadores que formaran parte del equipo se sintiesen importantes, que pelearan por el puesto de igual, también los canteranos. Ya sabe cualquiera, si no cambia mucho la configuración de la plantilla en el último día, que puede ser llamado a filar por el argentino. El movimiento se demuestra andando.