Mientras el Málaga CF intenta levantar cabeza desde el pozo de la Segunda División, lo que le ha obligado a pasar de hablar de Primera División a hacerlo de Primera RFEF, el reloj de la cuenta atrás se ha puesto en marcha para acometer el mercado de fichajes en cuanto empiece el mes de enero. Y cuando llegue ese momento, Pepe Mel tendrá plenos poderes.
Así lo ha adelantado el propio técnico en la sala de prensa de La Rosaleda, preguntado por las necesidades que tiene el equipo y las urgencias porque los jugadores lleguen cuanto antes.
La planificación se pondrá en marcha este mismo fin de semana en Ibiza, donde Pepe Mel se reunirá con Manolo Gaspar aprovechando la visita del Málaga a la Peña Deportiva en Santa Eulalia para jugar la primera ronda de la Copa del Rey. Es un momento de tregua de la competición liguera que puede permitir un reseteo de algunas cuestiones antes de afrontar los seis duelos que le quedan al Málaga hasta el parón de Navidad.
En concreto, esto fue lo que dijo Mel: "Tenemos una reunión prevista, la primera va a ser en Ibiza y luego la semana que viene nos reuniremos. Yo tengo las ideas bastante claras, lo que el equipo necesita, tengo claro lo que podemos mirar. Como es mi forma de trabajar, yo le voy a decir las cualidades que se necesitan y los nombres en la mesa que los ponga el club. Yo también puedo poner nombres si el club quiere. Esto es un consenso al final. El entrenador es el que los pone, pero los jugadores son los que se mantienen en el tiempo, por lo tanto, tiene que contar con la aprobación de todo el mundo. Pero lo mejor es decirles cualidades, lo que busco y lo que nos puede mejorar. A partir de ese instante, empezar trabajar".
Esto supone una vuelta a la casilla de salida, ya que la plantilla se configuró con las peticiones de Pablo Guede, y Pepe Mel llegó con un planteamiento de juego opuesto. Mientras Guede buscó jugadores por dentro, con la aprobación de Manolo Gaspar, Mel los quiere por fuera, a poder ser que jueguen a pierna natural.
De nuevo será el entrenador el que tenga voz y voto en la reconfiguración de la plantilla, algo que el propio Mel cuestionó al poco de su llegada a Málaga. Pero ahora mismo, el que tiene la patata caliente de evitar el desastre es él, y de sus declaraciones se desprende que quiere influir para darle una vuelta a este reto que se le ha planteado y que no quiere que manche su currículum.
Cuando Mel hable, serán Manolo y José María Muñoz, administrador judicial del club, los que tendrán que hacer encaje de bolillos para rearmar el equipo con un margen salarial estrecho. Se contemplan también salidas de jugadores.
La maquinaria está en marcha. Pero antes hay 18 puntos en juego y haría bien el Málaga en sacar los máximos posibles.