Al Málaga CF le cuesta un mundo hacer gol. Lleva 24 en lo que va de competición. Y ese es uno de los grandes problemas que lo han condenado a la Primera RFEF si un milagro deportivo no lo remedia. Este sábado puede dar un paso más hacia el abismo si no le gana a Las Palmas, líder de la competición. Y el cuadro canario es, de los 22 equipos de categoría, el menos goleado, con 15 goles en contra en 30 partidos. Una muralla.
Esa muralla está construida con muchas porterías a cero durante todo el campeonato. En total, Las Palmas ha dejado la portería a cero en diecinueve partidos. El Málaga, por su parte, ha estado esta temporada trece partidos sin ver puerta.
El cuadro de García Pimienta, en su fortín del Gran Canaria, ha estado nueve partidos sin encajar gol como local de los quince que ha disputado en su estadio. El Málaga, lejos de La Rosaleda, ha jugado ocho partidos sin marcar gol de un total también de quince.
En números globales como local, Las Palmas no es mejor equipo de la categoría en su estadio, sino el cuarto. El mejor es el Granada, con solo dos goles en contra y dos empates, por el resto de victorias. Los amarillos han encajado solo ocho goles en lo que va de curso en su estadio, mientras que han celebrado 20.
El Málaga es el peor visitante de la Segunda División, con siete puntos y solo una victoria fuera de casa. Los malaguistas han marcado diez goles y han encajado diecinueve.
A esto hay que sumarle el historial del Málaga en Las Palmas, donde ha jugado tres partidos desde su refundación como Atlético de Malagueño, cuando visitó la isla en Segunda B. En esos viajes, solo una victoria, la del curso 2007-2008 en Segunda División, cuando el cuadro de Muñiz acabó en Primera. Fue un triunfo por 1-2 con goles de Antonio Hidalgo y Peragón. El resto, siete derrotas y cinco empates.
Con estos números, no parece que el del domingo sea el mejor escenario para empezar al cincelar el milagro que necesita el Málaga para quedarse en Segunda División.