Mientras el andar deportivo del Málaga CF sigue con la dirección rumbo a Primera RFEF a pesar del empate en Las Palmas, en el entorno de Martiricos se está viviendo otra semana en la que no se está hablando de lo más importante, el partido contra el Levante de este viernes en La Rosaleda y que el conjunto de Martiricos está obligado a ganar. Está siendo una semana en la que se han tomado varias decisiones donde ya se ve detrás la mano del director general, Kike Pérez, aterrizado en el Málaga hace algo más de un mes.
Hasta este miércoles, ya se han tomado dos decisiones de calado, aunque sin incidencia deportiva, respecto a la plantilla: Adrián y Lumor ya no pertenecen a la disciplina del Málaga CF.
El club se despidió en primer lugar de Adrián López, que ha estado toda la temporada entrenando con el primer equipo pero sin ficha profesional y que finalmente no ha podido subirse al carro. El delantero asturiano llegó regresó a la disciplina del primer equipo en el último tramo de la temporada pasada después de un periodo de pruebas y se ganó una ficha profesional. Solo pudo jugar nueve minutos en el último partido de Natxo González en el banquillo y otros pocos minutos en el debut de Pablo Guede. Se lesionó y ya no pudo volver.
El Málaga decidió dejarlo entrenando a las órdenes de Pablo Guede en el arranque de la pretemporada esperando que se pusiera a tono pero una lesión, otra más, le impidió sumarse a la plantilla. Se recuperó bajo la supervisión de los servicios médicos del club y se reincorporó a los entrenamientos. Pero finalmente no ha logrado sumarse como jugador de pleno derecho de la primera plantilla.
La otra decisión ha sido la rescisión del contrato de Lumor, fichaje cuestionado desde el primer momento, y al que el club ha puesto en la calle alegando motivos disciplinarios. El de Ghana sí logró hacerse con una ficha tras dos semanas de pruebas tras la lesión para toda la temporada del canterano Víctor Olmo, pero su aportación ha sido prácticamente nula. Tan solo el gol del penalti decisivo en Santa Eulalia en la primera ronda de la Copa del Rey. El retraso de casi dos semanas en incorporarse a los entrenamientos tras el parón de Navidad sentenció al lateral izquierdo, que no ha vuelto a jugar ni con Pepe Mel ni con Pellicer, hasta que este miércoles se anunció su despido.
Detrás de estas dos decisiones está la mano de Kike Pérez, aunque ninguna tiene consecuencias deportivas ya que ninguno ha podido aportar nada en el césped.
Este jueves, el director general tendrá que enfrentarse a la primera patata caliente con el caso N'Diaye. El senegalés se ausentó este miércoles del entrenamiento matinal del primer equipo al confundir el horario del mismo, ya que pensaba que era por la tarde, según informó este periódico. El club comunicó su ausencia en La Rosaleda explicando que desconocía los motivos de la misma. Dicha ausencia alertó al club después del síncope que el futbolista sufrió el pasado viernes y que le impidió viajar a Las Palmas.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL de Málaga, el parisino acudió a las dependencias de Martiricos a mediodía una vez había concluido el entrenamiento, aunque según varios medios de comunicación, la versión del club fue que se habían localizado a N'Diaye y que está emplazado a una reunión este jueves, algo que no ha podido confirmar este periódico.
Con reunión prevista o no, N'Diaye tendrá que acudir a entrenar este jueves a partir de las 18:00 horas con el resto de sus compañeros y lo normal es que desde el club se le pidan explicaciones antes de tomar alguna decisión. Una decisión que pasará por Kike Pérez.