Sergio Pellicer afronta desde este lunes su primer gran reto como entrenador de un equipo profesional. El Málaga CF arranca de manera oficial su pretemporada este 10 de julio con el reto de regresar a Segunda División, y para ello, el encargado de pilotar una nave con todos los mimbres será el técnico de Nules después de hacer soñar al malaguismo la temporada pasada con el milagro que hubiese supuesto la salvación de la categoría.
No será la primera temporada que Sergio Pellicer arranque desde cero con el Málaga CF, pero sí la primera en la que puede trabajar con una plantilla en condiciones normales, sin tener que hacer encaje de bolillos como le ocurrió en la temporada 2020-2021, cuando asumió las riendas del conjunto blanquiazul con la restricción de las 18 profesionales que lastraron durante todo el curso tanto a la hora de configurar las convocatorias como las alineaciones del primer equipo malaguista.
Esta será la cuarta temporada en la que Sergio Pellicer se siente en el banquillo del Málaga CF. Su otra experiencia en el fútbol profesional se reduce al Fuenlabrada.
En la primera ocasión que Pellicer se sentó en el banquillo del Málaga CF fue a mitad de la temporada 2019-2020, sustituyendo a Víctor Sánchez del Amo. El de Nules venía del filial con la misión de salvar al conjunto malaguista y lo consiguió de manera holgada. Ganándose el derecho a continuar en el banquillo de La Rosaleda al curso siguiente.
Ese, el 2020-2021, fue la primera vez que Pellicer asumía las riendas de un equipo profesional desde el principio. Pero las circunstancias no eran las de un equipo cualquiera. Se trataba del Málaga sancionado y que solo podría disponer de 18 fichas del primer equipo. Por tanto, Pellicer no solo se centró en tareas deportivas, también administrativas, teniendo que saber gestionar el número de jugadores profesionales tanto en las convocatorias como en las alineaciones para no incumplir la normativa. Desde luego, el técnico malaguista cumplió con creces y ese año fue una verdadera prueba de fuego que Pellicer pasó con nota alta.
Sorprendentemente no renovó con el Málaga por desavenencias con Manolo Gaspar y se fue al paro. A mitad de temporada fue rescatado por el Fuenlabrada en Segunda División para intentar enderezar el rumbo de la nave madrileña sin éxito, ya que fue destituido después de no ganar ninguno de los diez partidos en los que estuvo al frente.
En la pretemporada siguiente, la de la temporada 2022-2023 nadie se acordó tampoco de Sergio Pellicer. Hasta que el Málaga, con el agua al cuello de nuevo, tuvo que recurrir al de Nules a falta de 18 jornadas para intentar salvarse del desastre. No lo consiguió el Málaga, pero Pellicer se ganó el favor del director general del Málaga, Kike Pérez, que lo ratificó en el cargo incluso antes de firmar un nuevo director deportivo.
Ahora, con el equipo en Primera RFEF, sin restricciones para los fichajes más allá de las económicas y la categoría, Pellicer ha tenido la oportunidad de diseñar una pretemporada a su medida, contando con una plantilla a su disposición a falta de algunas piezas que están por llegar pero con una idea muy avanzada de lo que será el equipo.
Es cierto que el límite de fichas son 23 y 24 si hay dos porteros sénior. Además, de esas fichas, seis tienen que ser para jugadores sub-23, pero eso no condiciona las alineaciones y además esa norma va acorde con el proyecto que quiere implantar Loren en el Málaga con jugadores de la cantera.
Una vez la pelota eche a rodar, el entrenador del Málaga no tendrá que quebrarse la cabeza en sacar el máximo rendimiento deportivo a su plantilla, y eso, aunque no se diga desde el club, se traduce directamente en pelear por el ascenso a Segunda División.
A diferencia de las ocasiones anteriores, el objetivo deportivo es el de estar arriba, mientras que los anteriores que ha afrontado han sido sacar a los equipos de abajo para mantener la categoría. Tiene faena por delante el entrenador del Málaga.