La columna vertebral del Málaga CF cada vez asimila mejor lo que le pide Sergio Pellicer. Pero la 'unidad B' del equipo blanquiazul tiene muchas lagunas. Eso es lo que se pudo ver en el cuarto partido de pretemporada que los blanquiazules jugaron contra el San Fernando en el campo de la Federación Malagueña y en el que empataron a uno gracias a un golazo de Larrubia en la segunda mitad que igualó el de Moussa en propia puerta en los primeros 45 minutos.
El choque es un paso más para empastar el equipo titular de este Málaga al que todavía le faltan refuerzos, especialmente en el centro de la defensa y arriba, donde Loren y Dioni primero, y Roberto después, tuvieron poco o ningún protagonismo.
El San Fernando, en la primera mitad, sacó a la luz algunas de las deficiencias que tienen los que parten como suplentes de este Málaga.
Sergio Pellicer tiró prácticamente de la que puede ser la unidad B del equipo a día de hoy salvo un par de excepciones, Sangalli y Dioni. También salió de inicio el recién llegado Víctor García, que en función de lo que tarde en coger la forma y adaptarse a lo que le pide el técnico de Nules será el lateral izquierdo titular. Carlos López estuvo bajo palos de un 1-4-4-2 con Bilal y García en los laterales, Moussa y Andrés Caro de centrales. el doble pivote fue para Rafa y Sangalli, con el brazalete de capitán, las alas para el joven Jesús por la derecha y Juan Hernández por la izquierda (aportó poco), y Dioni y Loren estuvieron arriba.
El San Fernando salió a apretar arriba al imberbe equipo de Pellicer y lo puso en más de un problema en la primera mitad. El conjunto gaditano se hizo con los espacios y con el tempo del partido, se jugaba a lo que ellos querían mientras Caro y Moussa intentaban sacarla desde atrás sin éxito. Dioni bajaba a recibir, como ha dicho que le gusta hacer, pero no carburaba el Málaga, que no pisó el área más que una ocasión. No concretó ocasiones tampoco el San Fernando pero sí se acercó con más peligro.
Hasta llegada la media hora, con la pausa de hidratación, a pesar de que el San Fernando estaba mostrando más que el Málaga, el juego era trastabillado, no había fluidez con la pelota por ninguno de los dos lados.
Y así fue como llegó el 0-1 del San Fernando, con Moussa metiéndoselo en su portería sacando la pierna para intentar interceptar el balón que venía desde la derecha tras una buena jugada de Iago Souza.
En la siguiente jugada Víctor Olmo, que había entrado por su tocayo García, vio amarilla por una entrada desmedida por detrás. Olmo tiene muchas papeletas de salir cedido o de seguir formando parte del Malagueño. El Málaga estaba fuera del partido. De ahí hasta el final, los blanquiazules ganaron algo de terreno al rival pero sin crear peligro, solo llegando al área en un par de ocasiones a balón parado.
Pellicer se quedó sobre el césped dando órdenes a la mayoría de la primera unidad que iba a entrar tras el descanso. No tenía pinta de gustarle mucho lo que vio en los primeros 45 minutos.
Tras el descanso Pellicer hizo algún experimento, cambiando casi todo el equipo. Alfonso Herrero se puso en la portería. Víctor Olmo siguió en el lateral izquierdo y Murillo en el derecho. Genaro formó de central con Einar Galilea. Sangalli, Dani Lorenzo y Juanpe estuvieron en centro del campo con Larrubia y Kevin en los extremos y Roberto de '9'. Juande y Jokin esperaron en el banquillo. El San Fernando introdujo cuatro cambios.
El Málaga parecía otro, con Larrubia al mando de las operaciones desde el flanco derecho. El equipo blanquiazul disparaba a puerta, aunque fuese desde lejos. En el 60' entraron Jokin y Juande por Sangalli y Víctor Olmo, y Genaro se situó de pivote mientras que Murillo pasó a la izquierda.
En el 64' Kevin se sacrificó con una carrera hacia atrás. Se tiró al suelo, recuperó la pelota y se la dio a Larrubia. Lo que vino fue magia. El del barrio de La Luz condujo la bola pegada a su zurda y desde muy lejos la mandó a la escuadra. Un golazo de bandera el del '10'.
Tras eso llegó la pausa para refrescarse y los cambios en el San Fernando. El Málaga no produjo más en ataque. A Roberto no se le vio más que un balón al hueco que se le escapó por la línea de fondo. Se notó que la manija ya no la llevaba Sangalli. Eso sí, el Málaga mantuvo las líneas juntos y no permitió al San Fernando acercarse a la meta de Herrero más que en una ocasión.
Fue una prueba más de lo que espera al Málaga dentro de dos semanas. Larrubia ilusiona al malaguismo, que pide fichajes.