Desde la barriada de La Luz hasta La Rosaleda el camino más corto es cogiendo por Mérida. Sí. Porque ese fue el elegido por David Larrubia para intentar triunfar en el Málaga y ahora ha cogido velocidad de crucero al menos para intentarlo. Las cosas en el fútbol se tuercen sin esperarlo. El canterano puede ser -está siendo- uno de los futbolistas determinantes del Málaga CF, de los que marcan las diferencias y dan puntos. Volvió este verano, cogió el ‘10’, y está dispuesto a consolidarse y llegar a lo más alto con la camiseta de sus amores.
El fino mediapunta malagueño compareció este jueves en la sala de prensa de La Rosaleda, donde refirió a su papel en el equipo, su futuro -termina contrato a final de temporada- y a su deseo de triunfar en con la camiseta del equipo de sus amores.
Larrubia, criado en la cantera del Málaga, regresó este verano a la disciplina del Málaga después de una fructífera cesión al Mérida en Primera RFEF, donde fue uno de los jugadores más destacados del equipo extremeño. Allí anotó y asistió durante todo el curso y desde Martiricos se tenía claro que volvería para quedarse.
Ahora, asegura que está cumpliendo “un sueño”. “Estoy ante una oportunidad única”.
El rival de este domingo ya conoce cómo se las gasta el ‘10’ blanquiazul. En la pretemporada le marcó un golazo al equipo gaditano con un disparo desde fuera del área marca de la casa en el campo de la Federación Malagueña en un choque amistoso. En ese momento estaba a medio gas porque salía de una lesión.
Ahora, Larrubia ya demostrado en cinco partidos que está llamado a marcar las diferencias desde el flanco izquierdo del ataque del Málaga, desde donde arranca con la pelota. El malagueño está rodeado de jugones con los que habla el mismo idioma, Kevin, Dani Lorenzo, Dioni, Sangalli… Jugadores que le dan muy buen trato a la pelota y continuidad a lo que inicia Larrubia en muchas ocasiones con el balón cosido a su bota izquierda.
Sus virtudes al servicio del equipo aportan varias cosas. Una de ellas, como se vio en Linares con el 0-1 a falta de pocos minutos, gestionar el tiempo con el balón en los pies. Ese rondo en la esquina del ataque blanquiazul con Juan Hernández fue oxigeno y vida para el Málaga.
Pero el desborde es su principal virtud. Un desborde casi siempre vertical, sin rodeos, para ir superando líneas y buscar la portería contraria. En su pierna izquierda, además tiene un periscopio con el que ve como nadie a sus compañeros. Sus centros al área con efecto hacia dentro son casi siempre sinónimos de peligro. Y de su disparo desde fuera del área hay poco que decir. Ya lo ha demostrado en la pretemporada.
Larrubia pisa también los terrenos del gol, aunque todavía no se ha podio estrenar esta temporada. Ha estado cerca. Contra el Recreativo Granada estrelló un balón en la madera en una de las muchas ocasiones que tuvo el Málaga aquel partido. En el capítulo de asistencias, un robo y una conducción suyos sirvieron para servirle en bandeja el gol a Roberto para que abriese el marcador.
Su protagonismo se traduce en minutos. Ha sido titular en tres de las cinco jornadas, y cuando ha salido desde el banquillo ha revolucionado a los suyos. Es cierto que en los dos encuentros de más envergadura que ha jugado el Málaga ha sido suplente, pero a Castellón, en la primera jornada, llegó con algo de menos ritmo que sus compañeros. Pero cuando salió demostró que estaba para más. Además, ha completado un partido completo contra el Atlético Baleares.
“Yo trabajo diariamente para poder salir en el máximo de onces posibles”, explicaba ante los medios de comunicación, a los que explicaba con compañerismo que le ha parecido buena opción cuando ha jugado Dani Lorenzo en su lugar.
Su contrato expira al final de temporada. El Málaga trabajará en su renovación, ya que una partida económica para la primera plantilla se ha reservado para abordar las renovaciones de muchos futbolistas que acaban contrato. Larrubia lo tiene claro: “Yo quiero seguir aquí. Estoy cumpliendo un sueño. Si llega esa oferta -la de renovación- la miraremos y buscaremos lo mejor, pero yo me quiero quedar aquí”.
En su presentación como jugador de la primera plantilla no mostró vértigo a la hora escoger el ‘10’ del Málaga CF y darle todo el sentido a lo que supone ese dorsal, que en La Rosaleda ha pasado por todo tipo de jugadores, pocos han marcado una época (Basti, Edgar, Apoño, Baptista, Bobley Anderson, Iakovenko, Horta, Juanpi, Lorenzo, Tete Morente, Jairo, Febas). Larrubia tiene en sus botas, en concreto en la izquierda, esa oportunidad y el sueño de su vida.