El fútbol y las citas que añora el malaguismo regresa este domingo al estadio de La Rosaleda. El Málaga CF se mide a la Real Sociedad en un partido de la tercera ronda de la Copa del Rey que supondrá un paréntesis en lo que importa este año, que es la Primera RFEF y el regreso al fútbol profesional. Pasar es una quimera frente a uno de los equipos más potentes de Europa en la actualidad. Pero el orgullo está en juego.
El encuentro se disputa a partir de las 21:00 horas en La Rosaleda, es una eliminatoria a partido único que se juega en el campo del equipo de inferior categoría, y será retransmitido por Teledeporte. El rival no era el más esperado para dar un pelotazo en la taquilla, pero el Málaga ha hecho pasar por caja a sus aficionados, que han respondido comprando más 20.000, lo que dejará una buena recaudación en las arcas blanquiazules.
La Real Sociedad no juega en Málaga desde la temporada 2017-2018, cuando ganó 0-2 el año del descenso a Segunda. Poco antes se había hecho con el mando de la nave Imanol Alguacil, que empezaba a construir lo que es la Real Sociedad ahora. Un equipo en octavos de final de la Champions League y que pelea año tras año las competiciones europeas con una base del equipo formada en Zubieta, algo como lo que quiere implantar Loren Juarros, por entonces todavía en el conjunto vasco, en La Rosaleda.
El once
El equipo que saldrá de inicio esta noche en Martiricos es una incógnita, puesto que Pellicer ya tiene a todos sus hombres disponibles excepto a Haitam y Ramón, por lo que puede haber sorpresas. La Copa está reservada a los menos habituales pero el de hoy es un duelo de altura, por lo que alguno de los habituales tiene muchas opciones de estar en el once a pesar de haber habido partido entre semana.
Ni siquiera está clara la presencia de Carlos López, el portero de la Copa, bajo los palos. Pellicer dejó la duda en el aire en la rueda de prensa previa al choque. En la defensa pueden estar Gabilondo en la derecha para medirse al equipo de su vida, Moussa y Einar en el centro de la zaga y Víctor García en la izquierda. Genaro, baja para tres partidos más en la liga, estará seguro en la medular, acompañado de Sangalli, otro que se mide al equipo de su vida, y Juanpe o Manu Molina, dos jugadores de un nivel superior que además necesitan rodaje, y arriba jugarán Dioni, baja contra el Intercity, Roberto y Kevin o Larrubia.
Puede ser una oportunidad para darle descanso a jugadores como Dani Lorenzo o Murillo, que han acumulado minutos en los últimos partidos el marbellí. También Izan Merino tras varias titularidades seguidas puede tener un respiro.
El rival
Poco se puede decir de uno de los últimos campeones de la Copa (2021), que se ha instalado en la parte alta de Primera División en los últimos años y le juega de tú a tú a cualquier rival. También en Europa, donde se ha clasificado como primero de grupo para los octavos de Champions League con rivales como Inter de Milán o Benfica.
Imanol Alguacil viene con todo lo que tiene. La baja más destacada es la de Take Kubo, una de las estrellas del equipo, que está con Japón para jugar la Copa de Asia. También son baja Umar Sadiq, con Nigeria para la Copa de África, o Hamari Traoré, con Mali.
Por lo demás, desde San Sebastián llega casi toda la columna vertebral de la Selección española, con hombres como Le Normand, Mikel Merino, Zubimendi u Oyarzábal, todos imprescindibles para Luis de la Fuente.
El padre de esta Real Sociedad, mejorada en los últimos años, fue Loren Juarros, actual director deportivo del Málaga, que empezó a darle forma al equipo que es hoy el 'txuri urdin'. Lo mismo quiere construir en Málaga. En Anoeta lo hizo desde Segunda División. Aquí tiene más faena.
Como Loren, la Real es la casa de otros dos malaguistas, Gabilondo y Sangalli, este último con casi treinta partidos en Primera con la camiseta blanquiazul de los donostiarras. Los dos futbolistas se han formado en Zubieta y para ellos no será una cita más.
El choque lo dirigirá Gil Manzano, uno de los mejores árbitros del fútbol español, que otorgará a la cita otro ingrediente más a una noche que los malaguistas aspiran a repetir dentro no mucho en su estadio. También sueñan con dar la campanada.