Tarragona será la ciudad que pase a la historia del malaguismo o bien forme parte de su leyenda negra. Porque el Málaga CF se jugará el ascenso a Segunda División contra el Nástic en una final a dos partidos, con el factor campo en contra y en la que tendrá que ser mejor que su rival para conseguir el objetivo de volver al fútbol profesional.
El Nástic venció este domingo su eliminatoria contra el Ceuta tras empatar a dos goles en la ida en el Alfonso Murube e imponerse en el Nou Stadi por 2-1. Los de la Ciudad Autónoma se repusieron del 2-0 inicial pero no fueron capaces de llevar al menos la eliminatoria a la prórroga, acabando de esta forma su periplo esta temporada en la que han tenido dos caras, la irregular de la primera vuelta y la brillante de la segunda.
Ahora, el escenario para el Málaga es completamente diferente con respecto a la semifinal que disputó y conquistó contra el Celta Fortuna, porque esta vez el factor campo lo tiene el conjunto catalán, con lo que eso conlleva. En caso de empate en la eliminatoria después de los 180 minutos se jugaría una prórroga de 30. Si se mantiene la igualada, ascendería el Nástic.
El partido de ida se jugará en el estadio de La Rosaleda el fin de semana del 15-16 de junio y la vuelta será en Tarragona el 22-23.
El Nástic ha sido el mejor equipo local del Grupo 1 de Primera RFEF, con 41 puntos tras doce victorias, cinco empates y sólo dos derrotas. Sólo ha Castellón ha conquistado más puntos juntando los dos grupos. Córdoba y precisamente Ceuta también han sumado 41 puntos como locales. Además, en su estadio tan solo han encajado diez goles en lo que va temporada. Once con el recibido este domingo.
Como visitantes, han sufrido seis derrotas y han empatado en cinco ocasiones. También han encajado pocos goles a domicilio, catorce. De hecho, los catalanes son el equipo menos goleado de los dos grupos, con 24, por 25 del Málaga.
Ya sabe el Málaga cómo será el último escalón que tiene que subir para estar la temporada que viene en Segunda División.