Uno de los momentos más esperados del año por todas las aficiones de los clubes de fútbol es el día que ve la luz la nueva camiseta de la temporada. Esto, de un tiempo a esta parte cuando se estrena zamarra cada temporada. Todavía a principios de siglos las camisetas duraban varias temporadas, si acaso variaban las segundas o terceras equipaciones, que empezaron a existir, pero estos tiempos ya han pasado. Y el de la afición del Málaga CF llegó este viernes, entre la sensación de improvisación y la buena crítica del malaguismo.
En un principio, Kike Pérez, director general del club, adelantó que el día elegido podía ser el 11 de julio, sin confirmar que fuera a ser así. Finalmente, fue el 12, pero al filo de las 12:00 cuando a primera hora de la mañana se había anunciado que sería a las 11:30. Eso, después de filtrar el día antes que las camisetas se harían públicas a las nueve de la mañana estando a la venta a las diez. A las ocho había gente esperando en la puerta de la Tienda MCF de La Rosaleda.
Finalmente, con el retraso, el anuncio tuvo lugar con una imagen en las redes sociales de la primera camiseta y otra del director general, Kike Pérez, con Francisco Salado, presidente de la Diputación de Málaga y principal sponsor de la camiseta malaguista posando con la misma en la sede del ente provincial en calle Pacífico. Ni siquiera la equipación completa. Prácticamente a la vez los trabajadores de la tienda oficial empezaron a colgar las nuevas camisetas en las estanterías del establecimiento con muchos malaguistas que esperaban el momento como espectadores. También se puso a la venta el pantalón, que volverá a ser celeste con algunos motivos dorados.
Olvidados los actos rimbombantes, como el de hace dos veranos en la Plaza de la Constitución, esta vez no hubo ni modelos para enseñar la nueva prenda blanquiazul, como en la 2023-2024, con varios jugadores malagueños mostrando todas las equipaciones.
Tampoco han visto la luz ni la segunda ni la tercera equipación, así como la ropa de entrenamiento. Por la tarde, en la tienda online ya no quedaban más que camisetas de la talla S. El pantalón no estaba a la venta.
Habrá que esperar para conocer cómo será el outfit completo del Málaga esta temporada. El lunes como muy tarde se desvelará cómo es la nueva ropa de entrenamiento con la vuelta al trabajo del primer equipo.
Unanimidad entre la afición
Por otro lado, hay que hablar del recibimiento del malaguismo a la que será la nueva piel -vaya cursilería- de su equipo. Hay prácticamente unanimidad positiva una vez asimilado el impacto inicial de una prenda muy novedosa, por la combinación de los colores tradicionales, los motivos o los elementos "cubistas" de las rayas más azules. Además, el hecho de llevar el escudo bordado en su totalidad es otro punto a favor de una prensa que temporadas anteriores no ha soportado muy las serigrafías.
Puede que sea otro éxito de ventas de Hummel en su apuesta por personalizar el diseño de la zamarra malaguista en lugar de tirar de catálogo.
Todo esto tiene prácticamente una importancia relativa, porque en el fútbol lo primordial es que entre la pelota, aunque sea de milagro como en Tarragona, y todos estos actos de comunicación son accesorios que tienen entretenida a la afición unas horas. Pero en uno de los días señalados por el malaguismo ha habido cierta sensación de improvisación. Nada que importe cuando la pelota eche a rodar.