El Málaga CF encarará el estreno de liga con buenas sensaciones, sabiendo lo que es ganar y con muchos jugadores enchufados. Eso es lo que se vio en el último amistoso de la pretemporada disputado este sábado contra el Córdoba CF, al que se impuso 2-0 en el Municipal de La Línea de la Concepción con goles de Larrubia y Juanpe, con varias acciones de mérito de Alfonso Herrero, y tras unos noventa minutos en los que fue mejor que su rival, que la temporada pasada lo trajo de cabeza en los dos enfrentamientos.
Los de Sergio Pellicer ganaron también a los puntos, salvo el segundo tramo de la primera mitad, donde el Córdoba ganó terreno y se volcó sobre la portería de Herrero, que tuvo otro día en la oficina. A partir de ahora entra en modo competición, todo lo que haga a partir de ahora cuenta, y tiene terreno ganado al mantener el bloque de la temporada pasada, que aunque viene de Primera RFEF, tiene mili hecha en Segunda.
De salida Pellicer sacó el once menos titular de los tres amistosos que ha disputado hasta ahora, con una mezcla entre los que estarán en el equipo titular dentro de siete días y otros meritorios. Herrero; Gabilondo, Nelson, Pastor, Dani Sánchez; Manu Molina, Izan Merino; Larrubia, Ochoa, Kevin; y Baturina fue la foto inicial de los blanquiazules, de locales para la organización a los pies del Peñón de Gibraltar.
El Málaga salió mandando en los primeros minutos, llevando el partido al campo del Córdoba, y en esas Larrubia se llevó el balón trastabillado con la izquierda y fusiló arriba con la derecha a Carlos Marín para adelantar a los blanquiazules. El de La Luz sigue en estado de gracia. Continuó controlando el Málaga el partido pero sin mucha profundidad, le costaba sacar el balón limpio desde atrás pero para eso estaba arriba Baturina, para sacarla en largo.
Poco a poco fue cayendo la presión arriba del Málaga y el Córdoba fue ganando metros. Ahí emergió la figura de Herrero, que le sacó un doble remate a quemarropa a Albarrán, un lateral muy afilado de los de Iván Ania. Después el toledano le sacó otra a Jacobo cuando el Córdoba ya era el absoluto protagonista.
Hubo tiempo para alguna delicatessen de Kevin Medina al borde del descanso, al que igual le da que se esté jugando el ascenso que sea un bolo veraniego. Él sale a divertirse cuando le llega la pelota.
El guion en la segunda mitad fue parecido pero con un once completamente nuevo salvo Herrero y Ochoa. Puga, Murillo, Einar, Víctor García, Juanpe, Sangalli, Cordero, Lobete y Dioni formaron el once blanquiazul, que mandó en el territorio y además apunto estuvo de sorprender a la contra al Córdoba, que había obligado a Herrero a volar. Cordero estrelló una pelota en el larguero en un contragolpe que se cocinó y se comió él solo.
Esta vez el Málaga tuvo más fuelle para mantener la presión arriba o es que le sentó bien la pausa de hidratación. Tras el refresco, Cordero presionó con intensidad en la línea de fondo en la lado derecho de la defensa del Córdoba y por detrás apareció Ochoa para llevársela sobre la línea mientras que levantaba la cabeza y veía lo que venía detrás. Lo que venía era Juanpe al que el marbellí se la puso perfecta para que rematara fuerte con el interior arriba, a la red, al 2-0.
Definitivamente la unidad B del Málaga fue superior a la del Córdoba y Dioni tuvo el tercero en un remate a bocajarro que con el dispositivo de cámaras para los partidos oficiales se hubiera dilucidado si entró o no cuando lo atrapó Carlos Marín sobre la línea.
Se vio poco de Lobete, la principal novedad en el conjunto blanquiazul, y una mejor versión de Juanpe, acercándose a lo que se espera de él, que celebró el gol como una liberación a pesar de ser un amistoso que pudo sentenciar Chupete, que estuvo lento en el desenlace de otra contra.
Ya sólo hay tres palabras en la mente del Málaga y el malaguismo: Racing de Ferrol.