Muchos nombres propios en la primera victoria del Málaga CF
En una noche de lo más accidentada, el conjunto de Pellicer sumó su primera victoria de la temporada.
2 septiembre, 2024 05:00Noticias relacionadas
La victoria del Málaga CF contra el Albacete el sábado en La Rosaleda tiene muchos padres. Mientras los aficionados bajaban las escalinatas del estadio de Martiricos se hablaba de muchos protagonistas en una noche de locos que el conjunto blanquiazul sacó como está mal acostumbrando últimamente a los suyos, poniéndoles a prueba su salud. De esa forma llegó la primera victoria, en la tercera jornada, en el partido más difícil de los tres disputados hasta ahora por el equipo malagueño.
El equipo de Herrero, de Manu Molina, de Larrubia, de Luismi, de Dioni, de Antoñito Cordero y de Sergio Pellicer, entre otros. Son algunos de los nombres propios que dejó el duelo contra el conjunto manchego resuelto en el minuto 93 desde los once metros por el héroe de Tarragona, que como en el Nou Stadi, estuvo secundado por Dioni, que desatascó el entuerto.
Alfonso Herrero: Cuando parece que de Alfonso Herrero está todo dicho, él portero toledano sigue dando motivos para dedicarle hipérboles. Contra el Albacete, además de varias paradas trascendentales que ha convertido en rutinarias, que no por ello sencillas, añadió la parada de un penalti. Mal tirado. Pero hay que pararlo. Cuando en la segunda mitad se las vio cara a cara con Quiles, uno de los jugadores más fiables del Albacete que en La Rosaleda no tuvo su noche, se dejó caer a su derecha pero sin vencerse. Clavó la rodilla y reaccionó para detener una pelota que había sido disparada a lo 'panenka'. Otra más para el catálogo del capitán del Málaga.
Dioni: Han llegado dos jugadores en el mercado de verano para completar todo lo que supuestamente el delantero malagueño no puede dar. Pero de momento, los goles los está poniendo él. Dos en dos apariciones. El del empate contra el Mirandés y el de la igualada este sábado, con una reacción rápida cuando pintaban bastos para el Málaga. Era el minuto 14' cuando Ros se comió un balón llovido y el de la Colonia de Santa Inés sacó petróleo. Porque estaba lejos de la portería. Porque había que bajarla con el defensa encima -lo hizo de cabeza-. Porque había que acomodársela con otro defensa llegando por detrás. Porque había que acertar con la pierna mala, como en Tarragona. Y acertó. Un golazo de un viejo rockero que está en Málaga cumpliendo su sueño. No se ha olvidado de marcar en Segunda.
Álex Pastor: El centrar fue la nota negativa de la noche con una entrada sin ton ni son en una esquina del campo con los dos pies por delante, cuando mejor estaba el equipo, en el minuto 38' con más de medio partido por delante. Fue uno de los más destacados contra el Mirandés. Contra el Albacete le faltó contundencia para defender a Fidel en el gol visitante y luego se pasó de rosca. Ahora además se perderá al menos un partido, el derbi en Córdoba. Son errores imperdonables.
Einar: No está siendo el mejor arranque de liga el del central vitoriano. Está saliendo retratado en todos los goles que ha recibido su equipo. En el segundo en Ferrol y en el tanto del Mirandés en La Rosaleda fue un espectador. Contra el Albacete, cometió un penalti dejando la pierna atrás. En su favor, le sobra personalidad y se rehizo del error con sobriedad, como la que suele aportar siempre.
Manu Molina: Está en todos lados. Le tocó templar el juego con uno menos y lo hizo. Va creciendo conforme suma minutos con la camiseta blanquiazul y hoy en día es inimaginable un Málaga sin él. No le pesó el desgaste físico que supuso estar tantos minutos en inferioridad. Su criterio es insustituible.
Larrubia: En el menudo cuerpo del del barrio de La Luz se esconde uno de los jugadores en los que más confía, con diferencia, Sergio Pellicer. Aguantó todo el duelo y cuando el partido entró en los minutos más calientes pidió la pelota para retenerla y tenerla lo más lejos posible de la portería. Ha necesitado muy poco para madurar. Además, tuvo una ocasión en la primera mitad.
Luismi: Por fin debutó con la camiseta blanquiazul después de estar toda la pretemporada lesionado. Su fichaje se antoja troncal para el centro del campo y lo demostró en los pocos minutos que estuvo sobre el césped. A pesar de estar con diez, abarcó muchísimo campo, llegó al área, cortó... Apunta a ser el ancla del equipo para darle más libertad a Manu Molina.
Antoñito Cordero: Está tocado por la varita. Su nombre sonó con mucha fuerza en los dos últimos días de mercado por una oferta del Barcelona para formar parte del filial blaugrana. Ha cambiado de representante y ahora es Pini Zahavi, muy cercano a Laporta, presidente culé. Termina contrato en junio y si continúa así será complicado para el Málaga hacerle una oferta que iguale lo que le pueda llegar de otros equipos. Ahora ha tocado a la puerta uno de los grandes de Europa. Pero llamarán más. Nada de eso le pesó. Primero, cuando expulsaron a Pastor en el 38', se marcó dos cabalgadas de campo a campo para espantar fantasmas y cambiar la dinámica. Y al final, cuando estuvo a punto de ser sustituido por Yanis -la lesión de Víctor García lo salvó-, se quedó en el campo para agarrar la pelota después de varios minutos de incertidumbre por la consulta del árbitro al VAR. Había varios veteranos en el césped. Pero él fue que la mandó para dentro con derechazo ante al que nada pudo hacer Lizoáin aunque adivinara la trayectoria. De momento, se queda.
Sergio Pellicer: Cambió todo sin tocar nada. Tras el empujón inicial del Albacete, el Málaga se recompuso, empató y se fue haciendo con el partido. Ni la expulsión de Pastor lo cambió. Pero algo había que tocar en el descanso para sobrevivir a esa inferioridad. Ordenó a los suyos en el campo y después acertó de pleno con los cambios. Luismi dio oxígeno, Castel, aunque le falta, retuvo la pelota cuando pudo y permitió al equipo adelantar metros, y Gabilondo provocó el penalti de la victoria.