El pasado 23 de julio el gimnasio José Manuel Ruiz Fitness de la calle Alcalde José María Corona, en La Luz, bajaba su persiana por jubilación tras casi treinta años con la esperanza de que más pronto que tarde la subiera otro profesional dispuesto a apostar por el deporte y la cercanía para los vecinos del barrio y alrededores. Y dicho y hecho, el próximo martes abrirá en el mismo local Unifit Verse Málaga, liderado por dos socios italianos, Pietro Anoè y Max Romeo, con una amplia experiencia en el sector

El pasado año abrieron su primer local en el barrio del Calvario, en Torremolinos. Llevan años viviendo en la provincia de Málaga (18 años en el caso de Pietro y cinco Max) y ante el éxito de su primer gimnasio, estaban buscando abrir un nuevo establecimiento en otro barrio de Málaga capital. “Cuando vimos cómo era La Luz lo tuvimos claro, nosotros somos lo opuesto a un gimnasio comercial, somos dos entrenadores personales que queremos usar técnicas de culturismo para gente normal, para que obtengan resultados”, declara Pietro al teléfono con EL ESPAÑOL de Málaga.

Asegura que conseguir algo así no puede hacerse en un polígono, hay que estar cerca de la vecindad. “Cuando se presentó la oportunidad de quedarnos en este local, lo vimos claro. La gente se está marchando del Centro, pero quiere seguir viviendo en Málaga y para ellos optan por los barrios. La Luz es uno de esos barrios que se está nutriendo, digamos, de una migración de la clase media. Además, lo tiene todo, es grande, densamente poblado y bien conectado por autobús, metro e incluso tren con Victoria Kent”, explica el entrenador.

Tanto él como Max comulgan con la manera de entender el deporte de María Eugenia y José Manuel, los antiguos dueños del gimnasio, pero creen que hay una "diferencia generacional" muy importante entre ambos proyectos. “Nosotros seguimos apostando por el servicio personalizado, somos entrenadores personales. Pero hay un punto muy firme de continuidad. Antes el gimnasio era de una familia y ahora somos una familia. Queremos ayudar a la gente una a una”, sostiene.

“Nosotros buscamos una clientela de clase media a la que aportar técnicas nuevas y un servicio personalizado. Hemos rehabilitado la sauna, hemos comprado un baño turco, queremos ofrecer una experiencia 360 grados”, dice Pietro, que junto a su equipo ha realizado una inversión muy importante para dar al barrio “un servicio de nivel a un precio muy democrático”. 

Al ser solo dos socios, de momento van a ofrecer entrenamiento personal y algunas clases de sala que se basarán en circuitos que conformarán no más de cinco personas. “Clases grupales grandes como las que hacían antes no podemos, principalmente, a nivel de preparación. Nosotros somos entrenadores”, declara. 

Especializado en lesiones, Pietro abre la puerta a todo tipo de perfiles en su gimnasio, pero cree que lo principal es que acudan personas comprometidas con el deporte. “Aquí estamos abiertos a todo, pero sí que es cierto que nos encantaría tener a una clientela más comprometida que entretenida. En algunos gimnasios hay mucha gente que se pone a jugar al móvil en una máquina. Eso no puede ser. Con nuestra experiencia en Torremolinos hemos visto que nuestro público potencial es esa persona que quiere ponerse en forma”, denuncia. 

Si por él fuera, en función de como avance el gimnasio de La Luz, abriría un tercer gimnasio en otro barrio. Creen que la labor que hacen de acercar al deporte en primera persona es fundamental. Es por ello por lo que además cuentan con una mensualidad más que aceptable para el servicio que ofrecen: la cuota es de 36 euros, 69€ con 2 sesiones personales mensuales y un bono de 10 sesiones de entrenamiento personal ascienden a los 250 euros. Su horario será de lunes a viernes, de 7.00 horas a 22.00 h. Los sábados, de 9 a 14 horas.