Ha llegado la hora de Málaga. La hora del Carpena y la hora del Unicaja. El equipo de Ibon Navarro ha implicado a la afición malagueña en su plan, ese que desde Badalona celebra la afición éxito tras éxito del renacido equipo cajista, para intentar el asalto a la final de la Liga ACB con los dos partidos que juega el Unicaja en su pabellón con la oportunidad de volver donde no se había soñado tan pronto. El equipo malagueño ha recuperado el factor cancha con la victoria en el segundo partido de las semifinales en el Palau y, sobre todo, con su desempeño en la pista, ha dado razones para que su gente se ilusione.
El Unicaja llega con la velocidad de crucero y con la intención de ir a más justo en el momento más oportuno del curso. Jugará el tercer y cuarto partido de la serie de semifinales en el Palacio de los Deportes Martín Carpena de Málaga que pueden ser definitivos. El primero de ellos, el tercero de la serie, este domingo a partir de las 18:30 horas.
El equipo malagueño rompió el viernes varios registros, como vencer en una cancha inexpugnable durante la temporada, donde el Barcelona no había perdido todavía y en la que llevaba sin caer un año, desde el primer duelo de la final de 2022, y donde sumaba veinte victorias consecutivas.
Además, pulverizó más récords, uno muy negativo para la formación malagueña, que puso fin a su maleficio particular en el feudo blaugrana y logró asaltarlo en un partido de la fase por el título por primera vez en veintitrés años y tras encadenar catorce derrotas seguidas.
Ahora, tras poner la igualdad en la serie después de que se iniciara el miércoles con un 84-81 favorable al equipo catalán, los andaluces se enfrentan a un reto aún más difícil, ganar una eliminatoria de la fase por el título ante el Barcelona por primera vez en su historia.
Lo puede hacer ante su público y en un escenario, el Martín Carpena, en el que esta temporada liguera el Unicaja solo ha perdido tres partidos, todos ellos en la fase regular, ante el Real Madrid, Baskonia y el propio Barcelona.
El conjunto azulgrana venció hace casi tres meses (81-86) en un partido igualado en el que la pareja de bases, el checo Tomas Satoransky y el argentino Nicolás Laprovittola, ambos con dieciséis puntos, fue fundamental para que los visitantes consiguieran el triunfo.
El Unicaja, con el partido de la noche del viernes aún caliente, inicia la preparación del nuevo encuentro en la tarde de este sábado después de regresar desde Barcelona, de donde viene el pívot estadounidense David Kravish, el mejor de esa cita, con algunos problemas físicos.
No hay papel en las taquillas desde antes incluso de jugar el primer partido de la seria. Málaga, la Málaga baloncestística, que es numerosa, se ha vuelto a ilusionar y este domingo estará que arde en las gradas del Carpena. No faltan alicientes.