La construcción de la marina deportiva de San Andrés, en el puerto de Málaga, está llamada a ser una de las grandes operaciones de transformación urbana de la ciudad en los próximos años. Los 44 millones de euros en los que se cifra el proyecto de intervención mejor valorado, correspondiente a una sociedad que cuenta con el fondo catarí que ya promueve el hotel de 116 metros en el dique de Levante, vienen a confirmar esta realidad.
A la espera de que concluya el proceso de análisis de la mesa de contratación y de que el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria ratifique el próximo 4 de febrero lo que expresan los números, puede empezar a dibujarse el calendario de esta operación. De acuerdo con lo expuesto por fuentes cercanas a la iniciativa, el desarrollo físico de todo el complejo podría requerir de un par de años.
Conforme a esta estimación, y teniendo en cuenta que la actuación tendrá que ser sometida a estudio de impacto medioambiental y disponer de las preceptivas licencias de obras, el arranque de las operaciones podría demorarse a principios de 2023. A partir de ahí, se pondría en marcha el contador con la previsión de que a principios de 2025 sea una realidad.
La oferta inicialmente seleccionada cuenta no sólo con el fondo catarí, vinculado a Al Alfia Holding, sino también con dos referentes en el escenario náutico mundial: Igy Marinas y Ocean Capital Partners. Ambos son socios en el proyecto de los megayates de muelle 1.
Una de las particularidades de la propuesta de Marina San S. L. es que a la componente marítima de la intervención, con 506 amarres para embarcaciones deportivas y escuela de vela, suma una potente vertiente comercial y de ocio. Ejemplo de ello es la apuesta por recuperar para la ciudad una atracción como la noria.
En este caso, sería una instalación provisional de 45 metros de altura que funcionaría como mirador. La filosofía sería semejante al de la vieja instalación que estuvo operativa durante meses en Muelle Heredia y que fue finalmente retirada.
El objetivo de los promotores pasa por hacer de la zona de San Andrés una nueva "centralidad urbana", en la que da cabida a una oferta comercial y gastronómica de "alta gama". En definitiva, una especie de Puerto Banús pero en la capital de la Costa del Sol. En la memoria sobre la que se asienta la propuesta técnica incluso se mencionan establecimientos de marcas internacionales como Prada, Louis Vuitton o Gucci.
La sociedad prevé la creación del llamado Complejo Náutico, con 1.820 metros cuadrados, llamado a ser "hito referencial de la actividad social" de Málaga. Sería un punto de atracción para reuniones, comidas, celebraciones, estancias, con un restaurante "selecto con comedores VIP" en la planta alta, mientras que en el nivel inferior dispondría de tienda náutica, gimnasio‐spa, guardería‐espacio infantil, salón de belleza‐peluquería, oficinas, cocinas y cafetería‐restaurante.
A ello se suma el Embarcadero Turístico, desde donde se podrían realizar "paseos turísticos en barco con otras zonas portuarias o incluso con la terminal de cruceros". Para dar respuesta a las necesidades de los futuros clientes, se prevé la reserva de 439 plazas, 305 de ellas en superficie y 134 en un sótano previsto bajo los edificios comerciales.
Casi 100 millones para el Puerto en toda la concesión
La ambición económica de la oferta de Al Alfia, a través de Marina San, es la que ha marcado claramente la diferencia con respecto a los otros dos contendientes en el concurso. Porque más allá de los 44 millones de inversión prevista, es de reseñar el compromiso asumido de abonar anualmente al Puerto del orden de 2 millones de euros. Esto, para una concesión de 50 años, supone un aporte global de unos 100 millones.
De la cuantía ofertada, casi 1,5 millones se corresponden con el canon de actividad. La cifra supone un 2.155% más que el precio de partida fijado por la Autoridad Portuaria. A este primer concepto hay que sumar el relativo a la tasa de ocupación. En este caso, la exigencia inicial era de 335.735,18 euros anuales. A este montante, Marina San suma otros 168.000 euros.