Málaga renuncia a un concurso internacional para definir la arquitectura del nuevo Astoria
El Ayuntamiento de Málaga se decanta finalmente por un concurso en el que adjudicar a una misma empresa la obra y el diseño del centro cultural proyectado en esta parcela.
24 mayo, 2022 05:05Noticias relacionadas
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La puerta que hace poco menos de un año abrió el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, para convocar una especie de concurso internacional de ideas para diseñar el nuevo Astoria, queda definitivamente cerrada. Esta posibilidad, manejada durante meses por el regidor, ha quedado definitivamente desplazada en favor de la convocatoria de un concurso mediante el que se adjudicará el diseño y la obra a una misma empresa constructora.
El camino que sigue el equipo de gobierno en este proyecto, a levantar sobre una de las más significativas parcelas del Centro Histórico, dista del trazado, por ejemplo, para ordenar la peatonalización soñada por la ciudad en la conexión del Parque con el Palmeral de las Sorpresas, en el puerto, y en la Plaza de la Marina.
En el caso de esta importante pieza urbana, en el marco del Plan Litoral Málaga, el Ejecutivo local sí optó por el impulso de una convocatoria internacional, que ha dado pie a la concurrencia de hasta 23 equipos, entre los que se citan algunos de los más representativos en lo que a operaciones de reurbanización y paisajismo se refiere.
¿Por qué en el caso del Astoria no se sigue el mismo plan? Uno de los elementos a considerar es el de los plazos. En el seno de la Casona del Parque se asume que la opción finalmente adoptada va a permitir acortar los tiempos necesarios para avanzar en una operación que hunde sus raíces a finales de 2010, que es cuando el Ayuntamiento se hizo con la propiedad de la parcela.
Por aquel entonces, en manos de Grupo Baensa, promotora que proyectaba un edificio de viviendas de lujo y que reservaba un espacio para la ampliación de la Casa Natal Picasso. Las negociaciones entre las partes concluyeron con el desembolso de las arcas municipales de unos 21 millones de euros, buena parte de los mismos en aprovechamientos urbanísticos.
A este factor hay que añadir otro igualmente relevante: los condicionantes urbanísticos que pesan sobre el solar. Ubicado en el lateral este de la Plaza de la Merced, está afectado de lleno por los límites marcados por el planeamiento urbanístico del Centro (Pepri Centro). Y ello acota de manera clara las posibles libertades creativas en el diseño del futuro Centro Cultural Astoria no sólo en altura, sino también en los volúmenes y formas.
Un detalle que se puso de manifiesto cuando el Consistorio optó por convocar en 2017 un concurso de ideas para la reordenación arquitectónico-urbana de la manzana de los antiguos cines Astoria y Victoria. La propuesta ganadora, con el estudio de José Seguí al frente y el actor Antonio Banderas como promotor, generaba un conjunto que superaba en altura la permitida en el lugar, al tiempo que exigía otros ajustes en el planeamiento.
Valor a las propuestas que garanticen permeabilidad
Tras la renuncia de Banderas a ir adelante con el proyecto, la Gerencia de Urbanismo entabló negociaciones con la Consejería de Cultura con el objetivo de permitir un edificio "singular" en el terreno del Astoria que pusiese sobrepasar ciertos límites del Pepri Centro. Durante varios años, los planteamientos municipales se han topado con la negativa de Cultura, hasta el punto de que se ha abandonado esta vía de acción.
Pese a la renuncia al concurso internacional, la pretensión del Consistorio es otorgar un valor añadido a las propuestas arquitectónicas que hagan las firmas que opten a una obra municipal cuyo coste, aún por fijar, ascenderá como poco a unos 10 millones de euros.
Aunque con diferencias evidentes, un ejemplo a seguir es lo ocurrido con la subasta de las torres de Repsol, donde Urbanismo otorga puntuación añadida a las promotoras que cuentan en sus proyectos con firmas reconocidas. En esta línea, se apunta la opción de reconocer modelos que garanticen ciertos grados de permeabilidad visual con su entorno más directo, en el que destaca la Alcazaba, y dentro de los parámetros del Pepri Centro.
Todo ello en el marco de un pliego de condiciones que está aún en fase de elaboración, tratando de recoger el deseo de que el inmueble futuro sea de "poco volumen". Un reto que se antoja mayúsculo, dadas las necesidades que hasta la fecha han expresado los responsables del Teatro Cervantes.
Demandas entre las que se incluye un espacio escénico con capacidad para unas 800 personas y que puede requerir de una altura de al menos 16 metros. Es lo que De la Torre ha calificado como "la cuadratura del círculo". Para alcanzar esta pretensión, todo hace indicar que tendrá que haber ciertas cesiones por parte del Cervantes.