Málaga

La ambiciosa apuesta del Ayuntamiento de Málaga por sacar del Centro histórico los camiones que día a día reparten la mercancía a cientos de negocios y sustituirlos por vehículos eléctricos y sostenibles parece naufragar de manera definitiva.

Aunque a ojos del área de Movilidad sigue siendo un proyecto necesario, la realidad es que los acontecimientos acumulados en los últimos dos años constatan el fracaso de la operación. A la pérdida de la financiación europea que había sido autorizada, 2,1 millones de euros, se suma ahora que la Junta de Andalucía va a salir al mercado en la búsqueda de un comprador privado para el solar elegido, situado en la calle Gigantes.

Un paso anunciado por la Administración regional, dentro del plan de enajenación de bienes de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía, que se da tras no haber prosperado las vías de conversación y diálogo abiertas durante meses con el Ayuntamiento. 

Primero con la Sociedad Municipal de Aparcamientos (entidad mixta), que renunció a la adquisición del solar dado el precio demandado. Y, finalmente, con la Gerencia de Urbanismo. ¿Qué planes tiene la Junta para esta pastilla de suelo el valor fijado por la Junta? 

Atendiendo a la documentación oficial, la idea es que un privado pueda desarrollar en el sector 32 viviendas a precio limitado o protegidas. En función de la modalidad elegida, el valor de compra varía. En el primero de los casos, será de casi 1,3 millones de euros; en el segundo, de 1.099.974,58 euros.

En este escenario, salvo sorpresa, parece improbable que el Consistorio pueda optar a la finca. Pese a ello, el concejal de Movilidad, José del Río, no renuncia al conocido como CUDE e insiste en que el emplazamiento de Gigantes "es interesante". En el supuesto de que no sea posible en el mismo, habla de buscar otras opciones. 

Más allá de la cuestión económica, fuentes consultadas han aludido a que otra de las razones que ha podido pesar sobre la marcha atrás municipal en la compra del terreno de Gigantes es que a la misma tendrían que acceder los camiones a través de Carretería, que es objeto desde hace meses de un importante proyecto de renovación urbana. De hecho, uno de los objetivos del proyecto es que se reduzca de manera clara el uso de la vía como eje de paso.

Origen del proyecto

El origen del CUDE se remonta a noviembre de 2020, cuando el Consistorio informó de la intención de Smassa de avanzar en la construcción de un edificio en el casco antiguo para mejorar las condiciones de reparto de mercancía. El coste global se cifraba en casi 6,6 millones de euros (2.158.252 euros subvencionados), siendo el plazo de materialización de 18 meses.

La propuesta incluía el levantamiento de un inmueble de dos plantas, una planta baja de gran altura (equivalente a tres plantas) y una planta sótano. Igualmente, la cubierta iba a disponer de lucernarios conformados por placas solares para aprovechar así al máximo la iluminación natural y producir ahorro de energía.

La finalidad no era otra que eliminar los medios de transporte contaminantes, liberar espacios urbanos destinados a carga y descarga, facilitar la movilidad y la accesibilidad peatonal y mejorar la convivencia entre el reparto de mercancías y la ciudadanía. 

Al efecto positivo desde el punto de vista medioambiental, hay que sumar que la salida de los camiones de reparto del Centro pondría fin a la imagen de decenas de vehículos aparcados a primera hora de la mañana en un espacio catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) y junto a algunos de los más importantes monumentos de la urbe.

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