"Contentos pero prudentes". Con estas palabras viene a resumir la plataforma ciudadana Bosque Urbano la decisión del Ayuntamiento de Málaga de paralizar la subasta de sus torres en los antiguos suelos de Repsol dada la existencia de un contencioso judicial abierto.
El portavoz del colectivo, Pedro Francisco Sánchez, admite la satisfacción que ha generado este paso atrás de la Gerencia de Urbanismo, pero a sabiendas de que un proceso judicial como el ahora activado puede alargarse en el tiempo y concluir de cualquier manera.
"Hay que esperar a que el juzgado resuelva las cautelares definitivas", ha destacado Sánchez, quien por el momento elude precisar las razones objetivas que hay detrás del recurso presentado. "Vamos a intentar llegar a lo máximo que podamos y eso es revertir el planeamiento", ha insistido.
La posición de Bosque Urbano se alarga en el tiempo. Desde hace años se opone de manera clara a la idea del equipo de gobierno de destinar buena parte del sector a la construcción de unas 1.300 viviendas y usos terciarios. La composición recogida en el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) incluye cuatro torres, tres de ellas propiedad del Consistorio, y otra en manos de la Sareb. Frente a este modelo, el colectivo pide que sus casi 177.000 metros sean sólo parque.
A la espera de nuevos acontecimientos, lo ocurrido este jueves supone una primera victoria para los intereses de la plataforma. A primera hora la mesa de contratación de Urbanismo ha comunicado a las cinco empresas que pujar por los aprovechamientos municipales (Urbania, Acciona, el fondo suizo Stoneweg, Exxacon y Single Home) su decisión de posponer la apertura del sobre económico y de dar a conocer la valoración técnica de las propuestas.
Es la segunda ocasión en las últimas semanas en las que el proceso de venta de las torres de Málaga se tuerce. La anterior vez fue porque Intervención puso reparos a la documentación, reclamando ciertas aclaraciones.