Hace poco más de una semana, EL ESPAÑOL de Málaga se preguntaba si los malagueños iban a poder llegar al Centro en Metro para acudir a la Feria. En ese momento ya se apuntaba la dificultad máxima de que la Junta de Andalucía pudiese cumplir con el compromiso asumido a principios de año por su ex número 2, Elías Bendodo. Ahora queda resuelto el interrogante, confirmándose la imposibilidad de que el tramo final del suburbano esté operativo para los festejos.
Las fuentes consultadas por este periódico relacionan la decisión de posponer la puesta en servicio del tramo entre El Perchel y Atarazanas al estado actual en el que se encuentran las pruebas de seguridad que se vienen realizando en la infraestructura. Las fuentes recuerdan que éste era el "único condicionante a ese horizonte".
"El riesgo existente de que cualquier incidencia en el funcionamiento de los sistemas instalados en el tramo al Centro histórico pueda repercutir también con incidencias o disfunciones en las líneas 1 y 2 El Perchel, desaconseja anticipar a la Feria la puesta en servicio", ha argumentado.
Aunque verbalmente se apuntaba a este mes de agosto como calendario posible para la llegada del suburbano al casco antiguo de Málaga, los responsables de la Consejería de Fomento, al frente de la cual se mantiene la consejera Marifrán Carazo, siempre habían insistido en que ello dependía, básicamente, de que se cumpliesen las pruebas necesarias.
Las mismas se siguen desarrollando, sin que, por el momento, exista un calendario claro para su finalización. Es decir, no es posible a día de hoy determinar con certeza cuándo estará completado el proceso previo a la puesta en marcha del tramo al Centro.
Las fuentes subrayan que estas pruebas de seguridad, iniciadas el pasado mes de mayo, cobran en esta puesta en servicio una especial complejidad, habida cuenta de que no se está abordando la inauguración de una nueva infraestructura, sino la extensión o prolongación de un servicio comercial ya existente. Esta particularidad es especialmente sensible en el caso de la señalización ferroviaria y el sistema Automático de Protección de Trenes (ATP), que acomete ALSTOM.
No obstante, hay que recordar que la última modificación del contrato que une a la Junta con la empresa concesionaria, Metro de Málaga, obliga a que el mismo esté en servicio antes de finales del próximo mes de noviembre.
Esta importante novedad se conoce apenas días después de que se haya cumplido el octavo aniversario desde la inauguración parcial del ferrocarril urbano, que tuvo lugar el 30 de julio de 2014. En este intervalo, son más de 43 millones de pasajeros los que se han subido a los trenes.
La finalización del último kilómetro de trazado, en el que se incluyen las estaciones Guadalmedina y Atarazanas, es clave para que el Metro dé un salto cualitativo y cuantitativo. De hecho, según las previsiones de la empresa explotadora, llegar hasta la Alameda elevará la demanda potencial a unos 14 millones de usuarios anuales, cifra que irá incrementándose con el paso de los ejercicios, hasta rozar los 21 millones con la proyectada llegada bajo tierra hasta el entorno del Hospital Civil.
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