Si Málaga pretendía apoyar su decisión de modificar la Ordenanza de Convivencia para poner freno a las despedidas de soltero en la participación ciudadana, ha pinchado en hueso. Apenas dos propuestas son las que ha recibido la adaptación de la normativa municipal después de haber permanecido abierta a la participación de los vecinos durante dos semanas. 

Un escaso bagaje que pone en duda la herramienta de la que dispone el Consistorio para cumplir con la exigencia de someter a la opinión de los vecinos determinadas iniciativas que afectan al conjunto de la urbe. Este es el caso de la introducción de variables para tratar de controlar el fenómeno creciente de las despedidas de soltero y las molestias que las mismas, en muchos casos, generan.

Entrando de lleno en el sentido de las sugerencias, que se ignora si serán tomadas o no en consideración por el equipo de gobierno, la primera de ellas plantea que el texto final "incluya la prohibición de pasear por el centro en bañador, bikini, etc; algo que se ve cada vez más en verano, así como sentarse en las terrazas del centro histórico sin camisetas y en bañador".

La segunda aportación es la de un vecino que propone que no exista, "en ningún caso", autorización municipal para transitar por la vía pública de forma incívica y bajo los efectos del alcohol, incidiendo en que se apliquen las sanciones pertinentes en caso de que se incumpla este precepto.

La escasa participación vecinal en este asunto llama la atención si se tiene en cuenta que el tema de las despedidas ha sido motivo de queja continua continuo por parte de los residentes, principalmente, del Centro histórico. 

Conscientes del impacto negativo que este tipo de celebraciones puede tener para la ciudad, el Ayuntamiento ha puesto sobre la mesa una ampliación de la Ordenanza de Convivencia, con el objetivo de "preservar el espacio público como un lugar de encuentro, convivencia y civismo que da cabida a la pluralidad de expresiones y de formas de vida diversas que enriquecen nuestra ciudad".

El nuevo texto subraya la prohibición, salvo autorización municipal para lugares concretos, de transitar o permanecer en la vía o espacios públicos "sin ropa o únicamente en ropa interior; con ropa o complementos que representan los genitales del ser humano y con muñecos/as o elementos de carácter sexual".

Asimismo, se propone incluir en normativa un tercer apartado en el artículo 38 del capítulo VI (usos inadecuados del espacio público) del Título II (normas de conducta del espacio público). De este modo, se recoge literalmente: "En los supuestos contemplados en el apartado 7 del artículo 36, los/as agentes de la autoridad informarán, en primer lugar, a las personas involucradas respecto a la existencia de la prohibición contemplada en la presente ordenanza, y sólo si se persiste en la actitud no permitida, se procederá a la formulación de la denuncia pertinente".

"Advertida la referida conducta y con independencia de las sanciones que pudieran imponerse, los/as agentes de la autoridad podrán requerir el cese de la conducta que vulnere la prohibición contenida en el artículo 36", se añade.

El portal creado por el Consistorio para conocer las opiniones de sus vecinos incluye, además, otras propuestas del Ejecutivo local: una relativa a la modificación de la Ordenanza del Transporte de Viajeros y otra sobre el Reglamento Municipal del Servicio de Aparcamiento Regulado con Limitación Horaria en Superficie de la Ciudad de Málaga.

En ambos casos los periodos para que cualquier interesado expresase su punto de vista de los documentos finalizó también este martes, tras su apertura el 7 de noviembre. En ambos casos las aportaciones de los malagueños han sido las mismas: 0.