A falta de una semana para Nochebuena mucha gente ya estará pensando en el modelito para estas fiestas o en cómo sobrevivir a la cantidad de comilonas con familiares que llevamos un año sin ver. Pero, el fin de año no significa solo fiesta para los más jóvenes. Con la entrada del 2023 comienzan los exámenes para los universitarios malagueños. El temido momento en el que demostrar todos los conocimientos adquiridos a lo largo de un cuatrimestre.
¿A quién no le ha costado algún que otro dolor de cabeza sacarse la carrera? Temario interminable que te hace gastar todo un paquete de subrayadores, clases de dos horas que parecen cuatro, falta de sueño por el estrés de los plazos de entrega y alguna que otra fiesta. Un sinfín de situaciones en las que se ven envueltos cada año los universitarios.
Sin embargo, los estudiantes de la Facultad de Derecho de la UMA se han encontrado este 2022 con una problemática muy distinta. Con el inicio del curso escolar en septiembre no solo los pasillos de la universidad se volvieron a llenar de gente, sino que este año se estrenaba un nuevo plan de estudios.
Falta de información, asignaturas cursadas que se cambian por otras nuevas y desdoble de algunas recuperaciones. ¿Los principales afectados? Los alumnos, pero el personal de la universidad también se ha visto saturado ante la abundancia de dudas que no han dejado de llegar a lo largo de estos meses.
Carmen Alcázar, estudiante del último curso de derecho afirma que aunque el año pasado ya avisaron del cambio, "la información no ha sido suficiente". Ella tuvo que modificar su matrícula hasta en cuatro ocasiones porque no tenía claro el cómputo total de créditos que llevaba acumulados con el nuevo plan. "Yo he perdido la oportunidad de acceder a una beca de colaboración", cuenta aún un poco molesta.
Pero ¿en qué ha consistido esta modificación exactamente? Patricia Zambrana Moral, vicedecana de Estudios, lo relata en una entrevista para EL ESPAÑOL de Málaga. "Con este cambio lo que se pretende es dar coherencia al plan de estudios. Había un desajuste con el valor de los créditos de las asignaturas. Algunas valían cuatro, otras ocho y ahora se ha conseguido que todas tenga el mismo peso, seis créditos", explica.
Esta mala organización de la carga de las materias hacía que tratar temas de movilidad como es el Erasmus fuera "una locura", cuenta el secretario académico Antonio López-Quiñones García.
Asignaturas de ocho créditos como Derecho Procesal Civil y Penal, que con el plan vigente hasta 2010 eran una sola, con esta modificación han pasado a ser dos de seis créditos cada una.
"El alumno que tuviera aprobada la anterior ahora tiene convalidadas las dos. Hay una bolsa de créditos donde se han ido acumulando los sobrantes una vez hecho el nuevo ajuste y cada estudiante podía decidir dónde los quería aplicar. No se ha perdido nada", declara López-Quiñones.
La problemática está en los alumnos que no tenían todas las materias superadas y ahora se han visto en la coyuntura de tener que enfrentarse a recuperaciones de asignaturas que antes eran una sola y ahora son dos.
La experiencia de los estudiantes
Celia Martínez se encuentra en esta situación. Ella suspendió una asignatura que ahora se ha desdoblado, por lo que tendrá que cursar el doble de clases que tenía previstas y por lo tanto no cree posible terminar la carrera este año, que es cuando le correspondería.
"Hemos atendido 2.500 expedientes uno por uno, porque la situación de cada alumno era diferente. Se ha hecho de manera personal y presencial para intentar facilitar todo el proceso", afirman la vicedecana y el secretario académico.
Del mismo modo, explican que se hicieron charlas informativas el curso pasado para que cada alumno fuera consciente de la conversión que iban a sufrir las materias y pudieran elegir qué querían cursar para que les afectara de la menor manera. Pese a todo, los estudiantes se han sentido desubicados y sin saber bien qué hacer ante esta nueva situación a la que se enfrentaban.
Este cambio ha afectado en mayor medida a los alumnos que el curso pasado se encontraban cursando segundo y tercero. Los estudiantes que entraron a primero ya contaban con las modificaciones actuales, pero el resto de los cursos seguía con el plan hasta ahora vigente. "Si yo elijo estudiar en Málaga y no en otra provincia es porque prefiero las asignaturas que me ofrecen, no me las pueden cambiar en mitad del grado", se queja Celia Martínez.
Alejandro Escolano es, sin embargo, más optimista. "Con el nuevo modelo, las convocatorias se han reiniciado y las recuperaciones que hasta ahora tenía suspensas han desaparecido", cuenta el alumno, que cursa tercero de Derecho.
Al igualar el valor de todas las materias, los créditos sobrantes de las que antes tenían mayor peso han podido acumular y canjearse. "Es cierto que tengo dos asignaturas de primero y una de segundo que si no se hubiera cambiado no tendría que cursar, pero todo es cuestión de compaginar bien los horarios", comenta.
Estos dos estudiantes piensan que algo positivo con lo que se han encontrado es que hay asignaturas que, aunque son nuevas y no son idénticas a las ya cursadas, sí que tienen un temario muy parecido. Ante esta circunstancia los profesores les han dado la facilidad de examinarse únicamente de los temas nuevos y conseguir así superar la materia.
Esto es algo que confirma López-Quiñones. "Los profesores son conscientes de que muchas materias son las mismas, por lo que todo aquel que las hubiera cursado aquí en Málaga y las tuviera aprobadas solo tendrá que examinarse de los nuevos temas para no solapar contenidos", explica el secretario académico.
Otra modificación que ven con buenos ojos es la incorporación de prácticas externas al grado. Hasta ahora solo se realizaban dentro de las aulas y es algo que ha tenido muy buena acogida. "Ya tenemos experiencia porque en el Grado de Criminología y en los seis másteres que ofrece la facultad sí se hacen, por lo que esperamos que todo vaya bien", comenta Zambrana.
Desde el Decanato hacen hincapié en que todos los cambios que se han hecho han sido en beneficio de los propios estudiantes. Se ha reducido la cantidad de asignaturas optativas que antes se ofrecían, pasando de 54 a 18 para incluir más conocimientos de obligatoriedad y conseguir que alcancen las mismas destrezas". De momento hablar de fallos no es posible, el plan acaba de implantarse. Lo que sí es cierto es que ha sido un proceso muy complejo para todos", añade.
Todavía siguen llegando solicitudes de cambio de matrícula a la Universidad, pero el primer cuatrimestre ya está vencido y desde la facultad esperan que una vez este año de transición esté superado todo sea mucho más fácil.