El Puerto de Málaga retoma la idea de soterrar el tráfico junto al Guadalmedina y hará un estudio
El ente portuario considera imprescindible avanzar en un eje norte-sur ante la "saturación" que empiezan a presentar los actuales accesos al recinto.
3 febrero, 2023 05:00Noticias relacionadas
El Puerto de Málaga pone sobre la mesa la necesidad de empezar a estudiar el soterramiento del tráfico en los laterales del río Guadalmedina. Y aunque el organismo presidido por Carlos Rubio asume que se trata de una operación a medio y largo plazo, que ha de ir de la mano del Ayuntamiento, pretende abanderar el debate con el encargo de un primer estudio de aproximación con el que sentar las bases iniciales de esta gran operación.
El planteamiento portuario tiene una clara relación con la necesidad de afrontar la situación de debilidad con la que se va a encontrar el recinto en un futuro para garantizar una adecuada y fluida entrada y salida de los camiones.
Y ello porque, como admite el presidente del Puerto, el acceso oeste por la calle Pacífico, itinerario natural para todo el tráfico pesado que llega desde la ronda de circunvalación, "cada vez está más saturado". Un punto que podría agravarse en los próximos años una vez se complete todo el desarrollo inmobiliario ya en marcha en esa zona.
Este es el escenario en el que la Autoridad Portuaria cree necesario "anticiparse y trabajar en la idea de un acceso norte que siga la ruta de Guadalmedina; más pronto que tarde vamos a necesitarla".
El mensaje de Rubio ha sido verbalizado este jueves en la presentación del número monográfico dedicado por la Revista de Obras Públicas, editada por el Colegio de Ingenieros, a Málaga. Un evento en el que estaba presente el alcalde, Francisco de la Torre, principal destinatario de las palabras del dirigente portuario.
En este mismo foro, el director del Puerto, José Moyano, ha insistido en la idea previa. "Los accesos este y oeste al puerto han quedado desfasados; necesitamos unas nuevas vías de conexión soterradas que permitan evacuar el tráfico de la ciudad y del puerto a través del eje norte-sur del Guadalmedina".
"Los accesos este y oeste al puerto han quedado desfasados; necesitamos unas nuevas vías de conexión soterradas que permitan evacuar el tráfico de la ciudad y del puerto a través del eje norte-sur del Guadalmedina"
"Málaga adolece de una conexión de todo el Centro porque para poder llegar o salir hay que desplazarse hacia el oeste o hacia El Limonar, en una salida que no está dimensionada para un flujo de vehículos importante y menos de vehículos pesados", ha reflexionado.
La previsión es que en 10-15 años el acceso "exclusivo" que tiene el recinto portuario para la entrada de camiones desde la ronda hacia Pacífico "sufra un gran aumento poblacional y de intensidad de uso, que se verá potenciado por el efecto que tenga el eje litoral". Y ello derivará en una disminución de los niveles de servicio del viario.
En este contexto, el Puerto ve clara la necesidad de "plantear una alternativa directa que, además, evite gran cantidad de desplazamientos innecesarios, porque el fin último es incorporarte a la A-45 o a la AP-46". Con este objetivo, va a asumir la contratación de los estudios de aproximación para ver la viabilidad de una operación que se asume altamente costosa.
"El objetivo es ver hasta dónde llegaría ese soterramiento. Lo ideal es que lo haga hasta pasado Ciudad Jardín y conecte con la ronda, pero eso son 6 o 7 kilómetros y eso tiene un coste; se puede abordar en una sola fase o en varias", apunta Moyano, quien defiende que se trata, en cualquier caso, de un análisis "previo de planeamiento, muy superficial", y que cualquier intervención futura ha de ser objeto de un acuerdo con el Consistorio, dado que son viales que serían utilizados por el resto de la circulación de la ciudad.
Precedentes de la operación
Este asunto de debate no es nuevo en la ciudad, ya que la opción de enterrar el tráfico en las márgenes del río forma parte del plan de integración del cauce puesto sobre la mesa años atrás. La realidad, sin embargo, es que a día de hoy no existe planificación alguna que permita atisbar el impulso a este gran proyecto de ciudad.
A modo de ejemplo, sirva recordar que en 2016, en una de las muchas propuestas para intervenir sobre el río, se dio a conocer un trabajo inicial que dibujaba el soterramiento de las avenidas Rosaleda (sentido norte) y Fátima (sentido sur) y elevaba la inversión necesaria a 88 millones.
Ese proyecto incluía un túnel de algo más de un kilómetro de longitud en ambos lados. La infraestructura permitiría ganar en superficie 61.700 metros cuadrados (35.500 en la margen izquierda y 26.200 en la derecha). La zona afectada tenía en aquel entonces una media diaria de 32.500 vehículos.