De prosperar la oferta de Urbania por la compra de las torres de Málaga en los antiguos suelos de Repsol, el valor arquitectónico del proyecto final está asegurado. BIG, Toyo Ito y Morph son los estudios creadores de los diseños de las tres edificaciones en altura y del gran zócalo de uso comercial y terciario proyectados en el sector.

Firmas de primer nivel mundial que ponen su sello a una operación urbanística que, de plasmarse, va a requerir una inversión próxima a los 180 millones de euros. De la suma, la construcción de las tres torres de 32, 30 y 28 plantas, con capacidad para hasta 528 viviendas, requerirá unos 100 millones.

Otros 40 millones irán a parar a la urbanización del sector, incluyendo el parque de 71.500 metros cuadrados, un aparcamiento subterráneo y la renovación parcial de las calles perimetrales al sector. Y una suma parecida podría necesitar el gran zócalo comercial y de oficinas.

Las imágenes que han trascendido hasta el momento como parte de la propuesta de Urbania para el que está llamado a ser una de las grandes operaciones residenciales de la capital de la Costa del Sol ponen en evidencia la espectacularidad de la iniciativa.  

La más alta de las torres aún propiedad del Consistorio malagueño (en el planeamiento hay una algo más elevada, asignada a la Sareb), con 32 niveles, es obra del estudio danés BIG, Bjarke Ingels Group, conocido en todo el mundo por, entre otros, su diseño de la Torre 2 del World Trade Center en Nueva York.

Parte baja de la torre diseñada por Morph.

Pero también ha sido responsable de Oceanix Busan, en Corea del Sur, considerada la primera ciudad flotante del mundo preparada para el cambio climático, y ha colaborado con la NASA, a través de Icon, una compañía de impresión 3D, para el proyecto Lunar Latern, para la construcción de edificios modulares en la Luna.

El concepto planteado por BIG para este inmueble residencial, con capacidad para 190 viviendas, es el de villas dispuestas en vertical. Con este fin, amplía la huella del edificio en las plantas superiores, en las que se configuran terrazas a doble altura con una frondosa vegetación.  

La firma de Toyo Ito, quien fuera premio Pritzker en el año 2013, está sobre el diseño del edificio de 28 plantas, también de uso residencial, con un máximo de 164 pisos. Es fruto de la colaboración con el estudio B720, liderado por Fermín Vázquez, profesor. De la misma manera surgen tres volúmenes cúbicos que se expanden de forma regular en altura. Cada uno de ellos es recorrido por grietas de vegetación con un ecosistema propio. 

El edificio, que representa los valores mediterráneos, ubica las viviendas de mayor tamaño en las plantas superiores y propone la que podría ser la mayor cubierta de placas solares fotovoltaicas, para producir energía eléctrica, en un edificio residencial del sur de Europa.

Detalle de otro de los edificios proyectados.

El encargo al estudio madrileño Morph, con César Frías a la cabeza, incluye la torre residencial (P3) con 30 plantas de altura, con capacidad para 174 viviendas, que imita a la ceiba, un árbol que se ensancha y se retuerce de manera orgánica, generando una atractiva forma curva. 

La torre funciona como una estructura vegetal que se alimenta del sol mediante placas solares, almacena el agua de la lluvia y florece en función de las estaciones, lo que da lugar a un juego cromático. 

Este mismo estudio, ya conocido en Málaga por las torres de Martiricos, realiza la gran edificación comercial, en forma de zócalo con cuatro plantas, que ha sido bautizada con el nombre de Hedera, la especie botánica conocida popularmente como hiedra, y completa el planteamiento vegetal del complejo bajo los mismos principios.

Una de las particularidades del diseño de Urbania es que las zonas verdes se introducirán en el conjunto a través de las partes no ocupadas de la planta baja. Adicionalmente, se dilata la cobertura vegetal sobre los edificios, tanto en vertical como en horizontal, de manera que será como si la naturaleza se adentrase en la edificación.

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