“Que el Señor bendiga esta primera piedra”: arranca la obra del gran edificio de oficinas de Insur en Málaga

"Que el Señor bendiga esta primera piedra, esta obra a todos los trabajadores y también todo el futuro de Málaga". De este modo tan ceremonial, con agua bendita y sacerdote incluidos, ha arrancado la obra de Ágora, el primer edificio de oficinas que se construye en el entorno urbano de Málaga capital en los últimos 12 años. 

Un dato más que relevante y que evidencia la escasa apuesta por proyectos de estas características en la capital de la Costa del Sol en la última década. Una circunstancia que ha lastrado su capacidad de responder a la creciente demanda de empresas nacionales e internacionales deseosas de asentarse en la ciudad.

Pero a este primer detalle hay que sumar que esta falta de iniciativas eleva si cabe mucho más el valor de la apuesta realizada por Grupo Insur por levantar un gran edificio, de unos 9.500 metros de techo, con vocación de recibir a una o dos de las grandes empresas nacionales o internacionales que desde hace años aspiran llegar a la ciudad.

El desarrollo de este inmueble viene a sumarse a otro que se acometerá en la parte final del año en los terrenos donde ya se levantan las torres de 30 plantas de Martiricos. 

A las características arquitectónicas y la apuesta por la sostenibilidad que se hace en Ágora, diseñado por el estudio DPYA, se suma un emplazamiento privilegiado. El inmueble, que tendrá siete plantas de altura (seis de ellas destinadas a oficinas con capacidad para 750 trabajadores) y dos soterradas, se levantará sobre un solar contiguo a la histórica Tabacalera de Málaga, a escasas decenas de metros del mar.

La operación de Insur va a suponer una inversión próxima a los 37 millones de euros, según ha dado a conocer el presidente de la compañía, Ricardo Pumar. En su intervención, ha puesto de manifiesto la apuesta de la firma por Málaga y la "oportunidad histórica" que tiene la ciudad para convertirse en referente de empresas nacionales e internacionales.

Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, y Ricardo Pumar, presidente de Grupo Insur, en la puesta de la primera piedra de Ágora.

El peso del proyecto Ágora es mayor dada la escasa disponibilidad de espacio para oficinas en la ciudad, que es del 4%. De acuerdo con los datos aportados, de un parque existente de unos 600.000 metros cuadrados, la mayor parte de ellos en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA). Una superficie que en los próximos años crecerá de manera clara con los alrededor de 20.000 metros de techo que vendrán a sumar los dos proyectos de Insur.

Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, ha puesto el acento en la calidad de la propuesta. "Venir aquí será motivo de prestigio para las empresas", ha remarcado, confiando en que en el medio plazo la capital pueda ampliar el parque de oficinas a hasta un millón de metros cuadrados. Un reto en el que es clave la elección de la ciudad como organizadora de la Expo Internacional del año 2027.

La comercialización del edificio ahora iniciado, que no estará finalizado antes de dos años, ya está en marcha. Un encargo realizado a la consultora Savills. Su director de la zona de Andalucía, José Félix Pérez-Peña, ha aprovechado su intervención para poner en valor la trascendencia de la operación.

"Muchas veces no somos conscientes de la importancia de este proyecto en la ciudad y un mercado que ha sido uno de los grandes olvidados estos años", ha remarcado, al tiempo que ha destacado la "valentía" de Insur. 

A la espera de que se concreten los contactos que ya hay con varias empresas interesadas en arrendar las plantas de Ágora, Pérez-Peña se ha mostrado confiando en que el acuerdo sea sencillo. "No dudo de que el inquilino será de referencia; hay que elegir al mejor o a los mejores, porque en Málaga hay que buscar la calidad y la excelencia", ha afirmado.

De hecho, ya se habla de la existencia de varios grupos que están interesados en este desarrollo. Entre ellos algunos relacionados con el sector tecnológico, pero también con el bancario. En cuanto a los precios finales, no se descarta que el valor final pueda aproximarse al que ahora se paga en la calle Larios.